UN CUENTO DE SOBRE DOCE AÑOS
P. Daniel Albarrán
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Día domingo,
30 de junio.
La lectura del Evangelio
nos contaba, que:
1) Un jefe de la Sinagoga tenía una hija enferma. La niña tenía doce años de edad.
2) El jefe de la Sinagoga le pidió a Jesús que fuera a su casa a curar a su niña.
3) Mientras iban, otra mujer, que, también, estaba enferma, había tocado a Jesús.
4) Esta mujer tenía doce años enferma. Y, su enfermedad era de flujos de sangre.
Y, existe una conexión,
en los dos casos:
-- la niña tenía doce años.
-- la mujer enferma, tenía doce años enferma.
En ambos casos,
podría pensarse que se trataba
de cosas de flujos de sangre.
podría pensarse que se trataba
de cosas de flujos de sangre.
Tal vez, la niña,
estaba en procesos biológicos de crecimiento:
-- tenía doce años.
Tal vez, era un proceso de desarrollo.
Y, la mujer enferma,
era eso mismo:
-- flujos de sangre.
Y, la ley y normas de conducta
a seguir era lo que se decía en el libro de Levítico, capitulo quince:
- La mujer que tiene flujo,
- La mujer que tiene flujo,
el flujo de sangre de su cuerpo,
permanecerá en su impureza por espacio de siete días.
- Y quien la toque será impuro hasta la tarde.
- Todo aquello sobre lo que se acueste durante su impureza quedará impuro;
- y todo aquello sobre lo que se siente quedará impuro.
- Quien toque su lecho lavará los vestidos,
se bañará en agua y permanecerá impuro hasta la tarde.
- Quien toque un mueble cualquiera sobre el que ella se haya sentado lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde.
- Quien toque algo que esté puesto sobre el lecho o sobre el mueble donde ella se sienta quedará impuro hasta la tarde.
- Si uno se acuesta con ella se contamina de la impureza de sus reglas y queda impuro siete días;
- todo lecho en que él se acueste será impuro.
- Cuando una mujer tenga flujo de sangre durante muchos días, fuera del tiempo de sus reglas o cuando sus reglas se prolonguen,
quedará impura mientras dure el flujo de su impureza como en los días del flujo menstrual.
- Todo lecho en que se acueste mientras dura su flujo será impuro como el lecho de la menstruación, y cualquier mueble sobre el que se siente quedará impuro como en la impureza de las reglas.
- Quien los toque quedará impuro y lavará sus vestidos, se bañará en agua u quedará impuro hasta la tarde.
- Una vez que ella sane de su flujo, contará siete días, quedando después pura.
De aquí se deduce,
que no estaba siendo fácil,
ni en lo más mínimo,
la vida para aquella mujer,
que, además,
de aquella incomodidad por los flujos de su sangre,
era, una persona
apartada, prácticamente,
de la vida social.
Y, ¿qué edad tendría la mujer?
Tal vez, 24 años de edad.
Y, llevaba enferma doce años.
-- ¡Ufffggggg!
-- ¡Terrible situación!
Y, en el caso de la niña,
la hija del jefe de la sinagoga,
no estaba muerta,
simplemente, estaba dormida,
según lo dijo el mismo Jesús.
La niña, simplemente,
tenía doce años.
-- !Ummmmm¡
-- ¡Realmente, muy interesante!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin.