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domingo, 26 de enero de 2025

ILUSTRE TEÓFILO-EVANGELIO DE SAN LUCAS

 .

ENCUENTRO CON LUCAS EL EVANGELISTA


(Tomado del libro CON SOLO UNA MOCHILA, TOMO I, CAPÍTULO 2. AUTOR: J. DANIEL ALBARRÁN; año 2024)

(PODCAST)

______________


Ya llegué al lugar. 


Me encuentro, ahora, y de primero con Lucas, el autor de lo que llamamos el Evangelio de Lucas. Y, es importante reconocer, primero, que gracias a Lucas nosotros tenemos información sobre la vida de Jesús, y que, así como a su amigo Teófilo le informó sobre Jesús, igualmente, a las generaciones posteriores y al mundo entero nos transmitió la misma información, y con ello nos evangelizó con las enseñanzas de Jesús, por una parte, y, por otra, hizo su cristología, y así perpetuó en el tiempo lo que él mismo, Lucas, había oído de los apóstoles y de los que convivieron con Jesús. Y, segundo, agradecerle su carta a Teófilo, y su trabajo de periodismo y de cronista y de historiador de recoger toda la información sobre Jesús que había por entonces. Así comienza Lucas:


Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido (Lucas 1, 1-4).


Esta es la razón principal para que nuestro viaje comience en Lucas y con Lucas. Bien es sabido, sin embargo, que Lucas es una referencia, no tanto un autor exclusivo, sino una comunidad que enriqueció con su aporte las enseñanzas orales que circulaban sobre Jesús, su persona y sus enseñanzas, al punto que se suele decir que es la comunidad Lucana, para indicar que a pesar que se atribuye a Lucas, no es sino un pueblo, un grupo, una comunidad que elaboró su propia manera de transmitir la vida de Jesús. Y, así, igualmente, con los otros evangelios.


Esta última anotación es, muy importante, porque no es, entonces, con Lucas nuestro primer encuentro en este viaje; tiene que ser, más bien, con la comunidad Lucana. Y, así, ya tiene que ser una visita a un barrio, a un caserío, a una aldea, a una comunidad para hablar con todos. Y, eso mismo hace, ya, la primera sorpresa.


 Por otro lado, ya no iré a ser una carga para Lucas, porque se abre, ahora, la posibilidad casi cierta que dormiré un día en casa de unas de las familias, e, igualmente, para la comida, un día aquí y otro allá; y eso hace la esperanza que vamos a hacer muchas amistades. O, sea, que, ya, todo empieza bien, en esta primera sorpresa. Además, es en sí una puesta en práctica de que Dios proveerá, en Dios provee, de hecho, en un de poner por obra lo que Jesús había dicho de “no os preocupéis por el mañana, porque el Padre Dios se encarga de todo eso”. Y, es que el viaje es para saber, precisamente, sobre Jesús y su enseñanza.


Tenemos, pues, ya, la primera sorpresa: se trata de una comunidad. De ahí se induce, que, fue la comunidad la que se dedicó a recoger la información que se tenía sobre Jesús de Galilea, el que murió en la cruz y que resucitó, y del que se decían tantas cosas. Y, fue la misma comunidad que ordenó toda esa información, desde los datos que tenían. Es de imaginar que algunos habían oído de sus mayores lo que sabían sobre Jesús. Ya lo dice la carta a Teófilo, apenas comienza, de “las cosas que se han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra”. Todo indica, precisamente, que es un trabajo en equipo, para, primero, “escuchar” lo que se decía de Jesús, segundo, para “verificar” y “comparar” lo que unos y otros decían, tercero, “dedicarse” a la tarea de investigar esa información buscando a los que quedaban de esos testigos oculares, que vieron y oyeron y asimilaron al propio Jesús, y que a esas alturas de los acontecimientos ya serían muy pocos los que quedarían, y que si se tiene en cuenta que los evangelios fueron escritos hacia los años setenta, y Jesús vivió hacia los treinta, había, entonces, cuarenta años que habían sucedidos las cosas que se contaban de Jesús; y si fueron de niños que vieron y oyeron en persona al propio Jesús, los testigos tendrían, ahora, setenta años, cosa que es imposible, porque de un año de edad no tendría un niño capacidad ni biológica, ni cognitiva, ni cerebral, para oír y entender y asimilar nada de su entorno; y si fueron de adultos que lo hubiesen oído y visto y andado con él, entonces, los que habrían sido testigos oculares, tendrían, ahora, de entre unos ochenta-cien años de edad, y si el mismo Jesús viviera, tendría setenta años, que son los años de la Era actual, que es la medida del calendario en la clasificación de Eras de la historia, de un antes y un después de Jesús, o la Era Antigua y la Era Actual. Fue, entonces, muy justo y oportuno el momento, en cuanto a tiempo, de Lucas y/o la comunidad Lucana de escribirle a Teófilo, que ya eso mismo requeriría otro tiempo, teniendo, igualmente, el servicio de secretarios o escríbanos que hicieran esa tarea; e, igualmente, siempre y cuando hubiera quienes dictaran lo que se debía y tener que escribir, y en este punto, es de imaginar que quitarían, añadirían, corregirían esto y aquello, y fundamentarían que eso y aquello lo dijo este o aquel que estuvo, o que se lo oyó decir a su papá que si estuvo, o al abuelo, o al vecino que anduvo con Jesús, o aquel que comió del pan y del pescado cuando Jesús hizo que todos comieran aquella vez que un muchacho tenía cinco panes y dos pescados, y todos pusieron para todos lo que cada uno llevaba ese día; que no fueron cinco panes sino que fueron cuarenta, igualmente, con los pescados, que fueron treinta. Y, es de imaginar, igualmente, lo interesante y lo fructífero de aquellos momentos en que se recopilaba la información, y se ordenaba todo para que todo fuera bien escrito y redactado y así Teófilo entendiera bien las cosas, porque el propósito era, “escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido”. Hay que añadir a todos esos elementos, el hecho histórico de la destrucción del templo de Jerusalén, que fue en el año setenta, y de la segunda diáspora judía de importancia, y hacia esos años es que las respectivas comunidades, y entre ellas, la Lucana re-escribe, relee, reinterpreta, redirecciona, historifica, teologiza, la vida, obra y mensaje de Jesús en un criterio nuevo bajo la estructura de “Buena Nueva”; es decir, como lo que comemos hoy, como “Evangelio”, que no es otra cosa que un producto de la asimilación y comprensión del mismo fenómeno llamado Cristo, en donde, ellos, primero, se edifican, porque hacen vida eso el mensaje de Jesús, y, segundo, lo extienden y comparten a otras realidades sociales para que como el Ilustre Teófilo, tengan fundamentos “para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido”.


¿Cuáles serían los datos que se tenían?:


1. Hijo de quién 


2. De la línea paternal de quién 


3. ¿De la tribu sacerdotal, de la tribu de Leví; por consiguiente, ¿del grupo de los saduceos?


4. ¿Familia directa de la generación de los Macabeos?


Y, muchas otras informaciones de importancia que los integrantes de la comunidad tendrían por conocimiento.


La tarea, entonces, era de todos. Y, así, algunos la transmiten oralmente; y otros, se dedican a la tarea de escribirla, pensando, especialmente, en el ilustre Teófilo. Por otra parte, estarían los mismos estudiosos de la historia del pueblo hebreo, como el propio Pablo de Tarso que se había dedicado a comparar lo de Jesús con la historia para comprender las dos historias en el proyecto de Dios como plan de salvación, y encontrar una continuidad si la había, y una discontinuidad, si la había, igualmente; y, en eso mismo el propio Lucas era un aprendiz, por una parte , y un evangelizado, por otra parte; para convertirse, igualmente, en un catequista y en un evangelizador, como, igualmente, lo había sido Pablo de Tarso, comenzando de oyente, de catecúmeno, de curioso, de estudioso, de científico porque sabía el más allá de la letra de la historia del pueblo judío del que era uno más y ahora la comparaba con lo que se decía de Jesús, de místico radical llegando al extremo de fanatismo, de místico en apertura, comprendiendo la apertura de las cosas de los misterios de Dios; de psicología, al comprobar en sí mismo, primero, de la fragilidad humana, y después, en todo hombre; de filósofo de las s religiones para comparar la judía con la nueva manera de Jesús; de moral al comprender que lo bueno es bueno, y lo malo es malo; de estudioso de los profetas, especialmente de Isaías y su punto de frontera hacia atrás y hacia adelante, precisamente, por Jesús y con Jesús.


Y eso mismo sucedía en Lucas y en la comunidad Lucana; y por eso Lucas le escribe a Teófilo; y eso mismo, también, lo hace toda la comunidad, que lleva el sello de Lucas, y por eso se le identifica como comunidad Lucana. Y, mientas eso iba sucediendo, iba redactándose una nueva historia, y otra nueva desde la anterior en sucesión de comprensión, sin desarticular lo principal que era, precisamente, la novedad de Jesús, su vida y su mensaje; pero, que, al mismo tiempo, no tenía nada de nuevo, sino en clave de renovación, sin interrupción ni desprendimiento.


Se trataba, por supuesto, de todo un proceso que involucraba a todos, que no solamente, era de recopilar la información que se tenía por parte de los testigos oculares, y testigos de oídas que oyeron de sus padre y abuelos en la frescura de lo que se contaba, sino de un proceso que los hacia a ellos mismos, a todos, en evangelizados, pero, con la especial característica de estar involucrados, porque hacían-haciendo; es decir, hacían la carta a Teófilo, redactando y escribiendo, y a la vez, eso que re-elaboraban, los iba evangelizando a ellos mismos, creando, así, una comunidad específica con una perspectiva de la verdad única y diferente, y una manera de contar de Jesús, y una manera diferente y única de comprender a Jesús y su mensaje con detalles únicos u específicos como, por ejemplo, que son los únicos en contar la parábola del hijo pródigo, y los únicos en contar lo de los caminantes a Emaús el mismo día de la resurrección de Jesús.


 Y, así, otros enfoques exclusivos de la comunidad Lucana, como lo que nos cuenta de María y de Zacarías cuando las respectivas anunciaciones de concepción de Juan el Bautista y del niño Jesús por parte del ángel Gabriel; y lo del niño Jesús cuando se quedó, a los doce años, en el templo en esa visita de José y María a Jerusalén, visita que hacían todos los años. Y, así, otros datos sólo de Lucas y/o comunidad Lucana.

El hecho imaginario, por supuesto, es que, ya, estoy en el lugar. Y, la cosa promete. Hay buen ambiente.

sábado, 25 de enero de 2025

MARTA: ¿CREES ESTO?

 SÁBADO 25 DE ENERO:

JORNADA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS


P. Daniel Albarrán

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(RESUMEN EN PODCAST)


El lema de este año es la pregunta de Jesús a Marta a que si Marta cree en lo que acaba de decirle Jesús, en que si cree que él es la resurrección.


Marta está, en ese momento, atribulada porque su hermano, Lázaro, ha muerto. Lo acababan de sepultar.


Y, Marta no se anda con atajos en su dolor.


Primero, le saca en cara a su amigo Jesús su ausencia: No estuviste. Y le habían mandado razón y noticias de que estaba enfermo; y le dieron la noticia. 


No viniste; así de simple. Y, Marta tiene todo su derecho y se siente con derecho, porque, es que son amigos, y en derechos que da la amistad, se le avisó; y en derechos de amistad le reclama: "si hubieras venido, mi hermano no hubiera muerto".


Y, se siente que como que Marta le estuviera diciendo que por no haber venido, fue que se murió. Se nota, enseguida, el grado de amistad de Marta, y lo sincerota que es Marta, porque, su dolor es, además, de lo de su hermano, es el dolor del desconsuelo de la ausencia del amigo de la familia, que no estuvo; y era que tenía que estar, para apoyar, para dar el hombro, para hacer presencia, para ser acompañamiento; para estar y saber que estaba...sin más explicaciones. Era una necesidad de saber que el amigo es amigo y ahí está; y no estuvo. Eso duele; y duele mucho.


Y, Marta, apenas lo vió, se lo dijo. Igualmente, salió corriendo a ver a Jesús, apenas le dijeron que Jesús había llegado; es, que, llegó el amigo; es el amigo, igualmente; y salió corriendo a saludarlo; pero, Marta estaba, igualmente, dolida porque no vino; no por ello, dejaba de alegrarse que viniera; y, no porque viniera a ella se le iba a quitar el enojo de porque no vino antes; por eso se lo dice de inmediato: no viniste; e, igualmente, eres bienvenido, amigo Jesús, amigo de mi hermano Lázaro, y amigo mío, y amigo de la familia.


Existe en ese hecho de Marta una sinceridad impresionante, y una amistad, igualmente, sorprendente, que llama la atención, sobretodo, en vías de un camino de ECUMENISMO.


Porque, Jesús no da explicaciones, según el relato del Evangelio de San Juan, que de hecho, es el único de los cuatro Evangelios que cuenta la muerte y la resurrección de Lázaro.


En ese dato del silencio, al respecto, de Jesús, hay, ya, un principio de ECUMENISMO, que es, que, las situaciones son las situaciones, y no es necesario explicar nada; ya, que, por una parte, la manifestación de la amistad de Jesús con la familia Lázaro, que se hace meritorio de hacerse considerado importante para los Lázaro porque le mandaron a decir que uno de ellos, el hermano varón, estaba enfermo; y sería bueno que viniera; tal vez, porque eso le iba a hacer bien al enfermo, y también, mucho bien a la familia. No significaría que no fuera a morir, porque, tal vez, su situación-salud era complicada ; pero, si hubiera sido un consuelo, al menos.


Y, aquí, en un plano de Ecumenismo, entendiendo Ecumenismo como una globalidad de cosas en una unidad, y como una tarea que la Iglesia Católica nos mandó a reflexionar en este año, sea, porque, se nos olvida que la vida es la vida, y la muerte es la muerte, y como grupos religiosos que tenemos un mismo principio de fe, sin obviar la realidad, estamos divididos, y unos, explican lo que no tiene explicación; y nos dividimos en interpretaciones de saberlo todo, hasta de la muerte y hasta de la vida, sin si carácter de misterio, en ambos casos. Y, otros, dan discursos y justificaciones de cosas que son la vida, y, más bien, entorpecemos la realidad de misterio que tiene la vida.


Jesús no dio ninguna explicación.


Tal vez, esa omisión que cuenta el evangelista San Juan, sea, ya, una práctica de Ecumenismo, porque, es, que, hay cosas que no ameritan explicación, y nos hemos convertido en más sabedores que todos, y para todo encontramos explicación; cuando la vida y la muerte, no la tienen. Y, la Iglesia, que es movida por el Espíritu Santo, está haciendo comprender, que, es mejor guardar silencio; porque, es un silencio, primero, de ignorancia, porque no se sabe, de hecho, así seamos sabelotodo.


San Juan, el evangelista, en ese silencio de Jesús, con el que no dice es que no podía venir, y es que no quiso venir porque se quedó sabiéndolo aún, no vino; sino que más bien dio gracias porque esa enfermedad de su amigo Lázaro iba a ser para glorificar a Dios, así lo dijo:


--  «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»


Y, aquí, en este punto se suceden muchas cosas, que hacen pensar que el Espíritu Santo nos está llevando este año, 2025, para que tomemos como Ecumenismo cosas como: 


-- Enseguida nos ofrecemos a ir rápido a hacer cosas para sanar, curar y levantar al enfermo, porque, le impongo las manos, por una parte; por otra lo unjo con aceites y cosas de esas; o me pongo a orarle...y de seguro...el enfermo se cura, se sana ... seguro que sí.


Y, resulta, que,  Jesús no fue.


-- !¿Será que el Espíritu Santo, en este año, nos está diciendo: No; por ahí no es la fe; y nos está diciendo hagan Ecumenismo; es decir, únanse en criterios de unidad para no creerse que unos sí curan porque oran, y si oran para sanar y levantar; y todas cosas y creencias los tiene divididos y confrontados, porque, es que nadie ni nada tiene ese poder, que Jesús no ha dado?


Y, en esa no ida de Jesús, haya, ya, Ecumenismo. Y, el Espíritu Santo esté soplando por ahí, para que todos, absolutamente todos, dejemos de creernos que unos sí tienen poderes, y otros no, en esas cosas tan serias y delicadas; y entonces, sea, más bien, un año de gracia este año 2025, para que caigamos en la cuenta que estamos divididos, porque, el Evangelio y Jesús y su mensaje van por la izquierda y nosotros por la derecha, cuando no hay dos vías, sino una sola; y eso mismo lleve a hacer Ecumenismo para afuera, como lo estamos haciendo hoy, con otros grupos religiosos; pero, que, primero haya que hacerlo para dentro en nuestras manifestaciones, ad intra, pues dentro estamos más divididos todavía, porque, unos se sienten que tienen poder de esto y de aquello con solo orar, imponer las manos, cantar, bailar, y decir esto y aquello en forma y formulas, prácticamente, de magia y encantos.


Volvamos con Marta.


Y, nada de eso le dijo  Jesús a Marta, en relación a que por qué no fue. Solo guardó silencio. No explicó, no se justificó, no dio ninguna otra explicación.


-- ¿Será eso Ecumenismo?


Y, pensar, que nosotros, unos y otros, tenemos explicación para todo, y como sabemos mucho, mucho hablamos, y explicamos cosas, como:


-- Dios está probando su fe 

-- Tranquilo, o tranquila, es que Dios sabe lo que hace...y hacemos charla y nos hacemos sabedores...


Entonces, Jesús le dice a Marta:


«Tu hermano resucitará.»


 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»


Y, aquí, hay un dato muy importante de Marta, en su personalidad, de no callar nada y de decirlo. Hubiese sido interesante conocer personalmente a Marta, porque tiene una manera de ser fascinante, y es la misma Marta que en otra ocasión le reclama a Jesús porque su hermana María la ha dejado sola en la cosas de la cada cuando Jesús los fue a visitar; y, es, que, Marta, igualmente, no se queda callada, y le dice, en otras palabras que no le consuela eso de la resurrección; y que eso será en el último día; es decir, en un después de después, en un infinito que no tiene manera de medirse. Será cuando será.


Entonces, Jesús le respondió:


 «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»


Y, viene la pregunta que el Espíritu Santo está haciendo, ahora, en el 2025, sea el tema de la jornada de oración por la unidad de los cristianos: "¿Crees esto?".


Y, aquí, hay que guardar silencio; pero un silencio que sea ECUMENISMO; es decir, un silencio que diga que no se sabe. Y, quizás, sea eso lo que quiere el Espíritu Santo, que no nos hagamos sabedores; porque estamos siendo muy expertos de cómo es y será la resurrección y todas esas cosas.


Marta, inmediatamente, le dice a Jesús:


-- «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»


Si crees, ¡¿Será, entonces, que, no olvides que no vine, primero, cuando me avisaron que Lázaro, mi amigo, Lázaro, tu hermano, estaba enfermo, y pude haber venido enseguida, pero, “era que se trataba de la gloria del Padre”; segundo, no te doy explicaciones, porque, es, que, así es la vida Dios, el Padre la ha hecho así, y es su voluntad lo que se hace, y eso hice, Marta; tercero, Marta…silencio de Dios, Marta…?


-- !Guao!

-- !Maravilloso!


-- ¡¿Será todo eso Ecumenismo?


-- Y, ¡¿El silencio será, ya, Ecumenismo?


-- ¡Uppppppps!

-- ¡Interesante!


Y, colorín-colorado; esta intervención mía ha terminado.


Fin


jueves, 23 de enero de 2025

EL RELATO DE LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO EN LA LITERATURA, ESPECIALMENTE EN CRIMEN Y CASTIGO DE FEDOR DOSTOIEVSKY.

A PROPÓSITO DE LA JORNADA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

(Desde el 18 al 25 de enero de 2025)

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EL RELATO DE LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO EN LA LITERATURA, ESPECIALMENTE EN CRIMEN Y CASTIGO DE FEDOR DOSTOIEVSKY.

(P. Daniel Albarrán)

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(AUDIO UNO).      (AUDIO DOS).   

RESUMEN EN POSTCAD 

El lema de este año para la jornada de oración por la unidad de los cristianos es el diálogo del relato de la resurrección de Lázaro, cuando Marta y Jesús conversan sobre la situación de la muerte de su hermano. El caso es que Marta le reclama a Jesús su ausencia, especialmente, porque le habían mandado aviso que su hermano estaba muy enfermo; y Jesús no había venido: “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano”, le dijo Marta a Jesús. 


Ese diálogo es hoy el lema, porque, Jesús, le habla a Marta de resurrección, y le pregunta si cree.


Y, de ese relato de sobre Lázaro, hay una obra en la literatura que hoy quiero abordar, especialmente, en la obra de Fedor Dostoievski, titulada CRIMEN Y CASTIGO. Y, las razones son porque Dostoievsky hace una aplicación existencialista del sentido de la resurrección de los muertos, como ya veremos, y porque el lema de este año es “¿Crees esto?”.


Empecemos:


Rodya, se llama el personaje principal de CRIMEN Y CASTIGO.



Rodya omienza llevando una vida muy solitaria. Fue a estudiar Derecho, abogado, en San Petesburgo (Rusia). 


Rodya era sobresaliente y muy inteligente. Y se empeña en demostrar que él era capaz de hacer cosas que nadie había hecho, fruto, tal vez, de su inteligencia. Eso lo llevó a la esquizofrenia, prácticamente y empieza a considerarse superior. En sus disquisiciones pensaba que a los seres superiores, a los que eran distintos del común, a los extraordinarios, les estaba permitido hacer cualquier cosa. Precisamente, porque eran superiores. 


Decía, sobre todo en la conversación que tuvo con Porfirio Petróvich,  el juez-policía que lo tenía nervioso, que a los hombres se les divide en dos clases: en seres ordinarios y en seres extraordinarios.


 Los ordinarios han de vivir en la obediencia y no tienen derecho a faltar a las leyes, por el simple hecho de ser ordinarios. En cambio, los individuos extraordinarios están autorizados a cometer toda clase de crímenes y a violar todas las leyes, sin más razón que la de ser extraordinarios. Y lo había publicado en un artículo de periódico. Ese artículo lo había leído Porfirio Petróvich, y a partir de su contenido, el policía-jefe lo estaba acorralando, según pensaba el propio Raskonikov, o Rodya; pero eran solo suposiciones suyas y no la realidad.


Rodya  comienza a delatarse. Él mismo comienzas a dar pistas para que lo atrapen. Él mismo cae en sus propias trampas mentales.


¿Pero, que fue lo que pasó?


Que mató a la vieja, como reitera casi todo el tiempo el autor. La vieja se llamaba Elena Ivanovna, la usurera, y que era la prestamista de la ciudad, y que se enriquecía a costa de la necesidad de los demás de los que llevaban objetos y prendas para empeñar, y que muchas veces no se recuperaban porque los propietarios no tenían dinero y se les vencía el plazo del préstamo; y el mismo Raskonikov había sido víctima de la usurera, porque, nunca tenía dinero para recuperar lo empeñado.


Rodya programa todo para matarla. 


Le tenía idea y animadversión. La consideraba repudiable y fea, además de miserable y repugnante. Se le añadía el hecho de que fuera la prestamista y la que tenía la casa de empeño. Eso justificaba el sacrificarla matándola, porque era un favor a la humanidad. Y que se le estaba permitido, como el derramar sangre le estaba permitido a los seres superiores. Además, ella era repugnante por ser prestamista y usurera, y un favor a la ciudad era matarla.


Se auto fundamenta en Licurgo, en Solón, en Mahoma, en Napoleón; e inclusive, sostenía que si las ideas de Newtow por una circunstancia o por otra, no hubieran podido llegar a la humanidad sino mediante el sacrificio de una, o cien, o más vidas humanas que fueran un obstáculo para ello, Newton habría tenido el derecho, e incluso el deber, de sacrificar esas vidas, a fin de facilitar la difusión de sus descubrimientos por todo el mundo. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que Newton tuviera derecho a asesinar a quien se le antojara o a cometer toda clase de robos, decía,  sino que la mayoría de esos bienhechores y guías de la humanidad han hecho correr torrentes de sangre, porque eran, precisamente, seres extraordinarios.


Decía Rodya que no sólo los grandes hombres, sino aquellos que se elevan, por poco que sea, por encima del nivel medio, y que son capaces de decir algo nuevo, son por naturaleza, e incluso inevitablemente, criminales, en un grado variable, como es natural. Si no lo fueran, les sería difícil salir de la rutina. No quieren permanecer en ella, y yo creo – decía - que no lo deben hacer.



Cuando estaba en la indecisión en lo que ya había determinado hacer escuchó una conversación, precisamente, sobre la “vieja” en el bar del barrio donde vivía. En esa conversación hablaban de la  vieja y que debería morir. Entonces, Rodya, encontró la justificación porque pensó que no era el único que estaba pensando lo que estaba pensando sobre la vieja y su suerte, que ya estaba echada, y que muy pronto pasaría a estarlo por la  acción del hacha con la que la iba a matar 


Era de la opinión que los hombres pueden dividirse, en general y de acuerdo con el orden de la misma naturaleza, en dos categorías: una inferior, la de los individuos ordinarios; es decir, el rebaño cuya única misión es reproducir seres semejantes a ellos; y otra superior, la de los verdaderos hombres, que se complacen en dejar oír en su medio palabras nuevas. Naturalmente, las subdivisiones son infinitas, pero los rasgos característicos de las dos categorías son, a mi entender – decía -, bastante precisos. La primera categoría se compone de hombres conservadores, prudentes, que viven en la obediencia, porque esta obediencia los encanta. Y,  están obligados a obedecer, pues éste es su papel en la vida, y ellos no ven nada humillante en desempeñarlo. En la segunda categoría, todos faltan a las leyes, o, por lo menos, todos tienden a violarlas por todos sus medios; esos son los seres superiores.


Los hombres de la primera categoría, los ordinarios, son dueños del presente; los de la segunda, los extraordinarios, del porvenir. La primera conserva el mundo, multiplicando a la humanidad; la segunda empuja al universo para conducirlo hacia sus fines. Las dos tienen su razón de existir. La de la clase superior hacen avanzar al mundo con sus ideas nuevas y novedosas.


En este punto de la novela, el autor juega maravillosamente, y hace que Rodya hable de la Nueva Jerusalén, y hasta del tema de Dios, que es el tema preferido de Dostoyevski en todas sus novelas como en LOS HERMANOS KARAMASOV. Entonces, en esos temas es cuando Porfirio Petróvich lo va envolviendo y lo va ahondando en el sufrimiento de conciencia que tenía Rodya, pero era que eso lo suponía y lo imaginaba Rodya, porque el policía no pensaba nada de eso, ni un poquito. Pero Kodya se sentía con derecho de sentirse un hombre superior. Y no veía que deberia sentirse culpable de matar a la “vieja” usurera. Aquí es cómico un poco el transcurso de la novela, ya que Kodya no sentía remordimiento de haber matado a la “vieja”, pero si de haber matado a la hermana de la vieja, a Lisbet, quien no estaba en los planes de matarla cuando había programado el asesinato, que según él, era un beneficio para la sociedad.


Toda la novela transcurre en esas crisis emocionales, de culpa y de remordimientos, y cae enfermo sin estar enfermo. Es cuando se hace amigo de Sonia Semionovna Marmeladova, de quien se enamora. Ella era una prostituta que se había hecho tal para poder mantener a sus hermanos y a su madrastra. Rodya se siente identificado con ella, por el tipo de bajos mundos en los que ambos se encontraban. Ella, ciertamente, le ayuda. Y es ella quien lo lleva a re-encontrarse consigo mismo en el asumir los hechos de su vida. 


Ella se entera que Rodya mató a la “vieja”. Pero no porque Rodya se lo contó, sino porque ella fue haciendo conexiones de las enfermedades repentinas y recaídas y de sus conversaciones que decían y no decían nada, pero que lo auto-acusaban, y en los que él disfrutaba tanto, que parecía más bien masoquismo. 


Rodya gozaba haciéndose sufrir él mismo, en ese círculo envolvente en el que lleva el autor, y que se llega casi a la desesperación como lector, porque en la siguiente página la trama se vuelve a complicar más de lo que ya estaba.


 Y en ese estilo, el autor se da vida al llevarlo a uno como lector a ir descubriendo facetas nuevas. Por eso, es que sus novelas son consideradas de gran contenido psicológico.


Un detalle muy bonito y sugestivo de la situación, y que es recurso del autor, por supuesto, está en que Sonia le lee a Rodya el pasaje de los Evangelios donde se relata la resurrección de Lázaro. Esa lectura impacta a Rodya .Y desde ese momento, la novela adquiere un toquecito especial. Pareciera que fuera como una parte nueva de la misma novela. De hecho, desde ahí comienza sutilmente a sentirse la idea de la resurrección, en la que Rodya se va sumergiendo, con la ayuda de Sonia, quien lo invita a que se entregue y confiese. Rodya quiere y no quiere. Y, de manera sutil ese pasaje y momento queda inconscientemente en la mente de uno como lector, porque hace la magia de trabajo inconsciente, y pareciera no tener sentido en la novela.


Es cuando Rodya sufre. Lucha. Entra en depresión. Cae en delirios. Tiene fiebres inexplicables. Vive un infierno, literalmente. Es ahí en donde se comprende el título de la novela: “Crimen y castigo”. Pasa días y noches encerrado en su habitación sin querer comer y sin levantarse sumergido en la penumbra de su habitación con ventanas cerradas.


Todo sigue en esa ambigüedad de sentimientos. En que si, pero en que no. Y en que los dos al mismo tiempo. Muy interesante. Se empieza a dar toques de resurrección, en la elaboración de Dostoyevski.


Después de esos recovecos Kodya confiesa. Nadie le cree.


 Pero todos los datos que Rodya da en su confesión concuerdan con lo sucedido en el asesinato de la prestamista, y que había sido una noticia que tenía impactada a la ciudad. Y, como no le creen en la policía, Rodya busca lo que robó en la casa de la usurea donde dijo que estaban cuando lo escondió. Todo coincidía. 


Y eso aligera un poco el castigo a la hora de la sentencia, porque demuestra que, ciertamente, lo hizo en un estado de debilidad mental y de perturbación, que se manifestaban en sus recaídas de salud, con características de depresión.


Sonia acompaña a Rodya en todo ese proceso, desde que le leyó el relato de la resurrección de Lázaro, y le está cercana. Y vuelve a aparecer el detalle, antes de ir a entregarse, de la lectura del Evangelio del episodio de la resurrección de Lázaro, que es la segunda vez que aparece ese dato bíblico en la novela, que es la herramienta de procesos con los que está interiorizando Fedor Dostoievski, haciendo con ello una hermosa aplicación psicológica de resurrección aquí, en la historia, en el presente, de la resurrección, porque la resurrección, sin quitar su carácter en después de la muerte y que es un misterio, la resurrección es un hecho existencial, que en la novela se empieza a suceder en Rodya, gracias a Sonia; y que en el lector y en la literatura se hará a su debido tiempo y momento, y, que, en estas circunstancias de la jornada de oración por la unidad de los cristianos, con el lema de Jesús a Marta de “¿Crees esto?”, es una puesta en práctica de creer que la resurrección se da, aquí y aquí, con la esperanza, ciertamente, en la resurrección futura, pero, primeramente aquí en la historia personal e histórica, porque el mensaje del Evangelio se hace carne en la persona del único que es la esperanza, y que es realidad presente, y futura, porque por eso es esperanza; pero, esperanza encarnada en proceso; y Rodya o Roskanikov es en literatura una obra maestra de comprensión de resurrección. El detalle importante es, que, en ese momento uno como lector se sorprende porque vuelve a recordar que ya había aparecido el relato de sobre Lázaro y la resurrección. Es la segunda vez que aparece, y se reacciona en sorpresa, ahora, que vuelve a aparecer. Y, la memoria hace su trabajo al recordar que ya a se había leído ese relato del Evangelio de San Juan en la novela, e, igualmente, había sorprendido porque no se le hallaba sentido que el escritor apelara a ese texto bíblico, y se había pensado que podría ser, más bien, para rellenar con algo de algo su relato. Esa idea había sido, al menos para mí, en ese momento de la lectura y de la sorpresa.


Sentencian a Rodya a siete años de cárcel. Y, aparece, ya, en esa referencia de siete, tal vez a una relación con el valor de siete en sentido bíblico, como siete en proceso, siete en descanso, siete en pasos de poco a poco de asimilación de las cosas del mensaje y vida de Jesús.


En la cárcel se dan otros detalles, pero  resaltemos, el que Rodya se va transformando de esquivo y huraño e intratable a de trato más humano y sociable, sobre todo después de que una de las visitas de Sonia, cuando ellos se declaran su amor. Proceso de transformación… Tal vez, se trataba de comprender el proceso de inversión de hombre extraordinario a hombre ordinario, que era la idea que Rodya quería demostrar, y que es lo contrario de lo que Jesús propone, que es que su mensaje, y sobretodo, el Reino de los cielos, es para los sencillos, para los pobres de espíritu, y para lo que es fundamental ser niño.


Y, es estando en la cárcel, en una de esas visitas de Sonia, que se había mudado a vivir en una localidad cerca de la cárcel para poder ir a visitar a Rodya, éste le vuelve a pedir a Sonia que le vuelva a leer el relato de la resurrección de Lázaro; y, ahí, uno entiende como lector la magia de Dostoyevski en su obra magistral CRIMEN Y CASTIGO.


¡Impresionante!.

¡Maravilloso!


Muy interesante, sin duda.


Ahora bien, Rodya… ¿No tendrá razón en eso de la división de los hombres en dos categorías, en la de extraordinarios y en la de ordinarios, en la de los seres superiores y en los que obedecen como rebaños, de manera natural?


 Al ver el mundo de hoy, ¿no se estará aplicando esa teoría, de la que los que consideran superiores, les está permitido hasta derramar sangre para imponer sus ideas?


“¿Crees esto”? – le pregunta Jesús a Marta. La resurrección es en el ahora.


Y, ¿Qué tiene que ver la novela CRIMEN Y CASTIGO con el lema de este año, 2025, con la jornada de oración de los cristianos? Tal vez, porque, sea la esperanza lo central de todo, en ambos casos, tanto en la novela como en el lema de la jornada de oración. Solo, en tal vez…Eso, por una parte; por otra, es, que todos hemos sido alguna vez Rodya o Roskanikov de la novela de Fedor Dostoievski; esa es la grandeza de esta novela, que es un patrimonio intelectual, moral, cultural, por su repercusión psicológica en donde alguna vez nos vemos proyectados, o somos, prácticamente, el mismo Rodya, con procesos de aniquilación, de desmoronamiento, de auto destrucción, de desamparos, de tinieblas por la culpa y el remordimiento; y gracias a que haya una Sonia Semionovna Marmeladova en cualquiera de sus sentidos, ya en femenino o en masculino el caso, que, con su lectura del relato de la resurrección de Lázaro, sea el punto para no morir en nuestra propia miseria que lleva a la destrucción; y que es la grandeza del estilo literario en su riqueza humana de Fedor Dostoievski, que gusta jugar con ese proceso de destrucción psicológica y moral, y que en este caso de Rodya está plasmado en la división de seres extraordinarios y seres ordinarios, que no son más que puras patrañas de autoengaño, porque, nadie, en absoluto, nadie es extraordinario ni sobre otros ni sobre si mismo. En eso está lo extraordinario de esta novela, Crímen y Castigo, que, se requiere de un proceso de madurez para comprender, asimilar y hacer en carne propias que lo extraordinario es que somos, simplemente, ordinarios. 


“¿Crees esto?”.


Si no lo crees, tranquilo; la vida te lo va a enseñar. ¿Todavía no te lo ha enseñado? 

Y, viene, enseguida, la sorprendente Carta del Santo Padre Francisco sobre el papel de la literatura en la formación, del 4 de agosto de 2024, apenitas el año pasado, donde dice:

Una obra literaria es, pues, un texto vivo y siempre fecundo, capaz de volver a hablar de muchas maneras y de producir una síntesis original en cada lector que encuentra. Al leer, el lector se enriquece con lo que recibe del autor, pero esto le permite al mismo tiempo hacer brotar la riqueza de su propia persona, de modo que cada nueva obra que lee renueva y amplía su universo personal.

A mí, por ejemplo, me encantan los artistas trágicos, porque todos podríamos sentir sus obras como propias, como expresión de nuestros propios dramas. Llorando por el destino de los personajes, lloramos en el fondo por nosotros mismos y nuestro propio vacío, nuestras propias carencias, nuestra propia soledad. Por supuesto, no les pido que lean lo mismo que yo he leído. Cada cual encontrará aquellos libros que digan algo a su propia vida y se conviertan en verdaderos compañeros de viaje. No hay nada más contraproducente que leer algo por obligación, haciendo un esfuerzo considerable sólo porque otros han dicho que es imprescindible. No, debemos seleccionar nuestras lecturas con disponibilidad, sorpresa, flexibilidad, dejándonos aconsejar, pero también con sinceridad, tratando de encontrar lo que necesitamos en cada momento de nuestra vida. 


Fin de la cita de la carta del Papa Francisco sobre la importancia de la lectura de las grandes obras de la literatura universal.

Y, fin de mi intervención de hoy.

Gracias.




miércoles, 22 de enero de 2025

ECUMENISMO

CELEBRANDO LA JORNADA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

(SEMANA DEL 18 AL 25 DE ENERO DE 2025)

P. Daniel Albarrán 

(Audio/Video)


En esta experiencia vivida de que “el mundo es un pañuelo”, para resaltar, que, nos sorprendemos cuando nos presentan  a una persona, y ahí la saludamos; y esa persona es hijo, o hermano, o familia de otra persona que ya conocíamos, y decimos sorprendidos “qué chiquito es el mundo”, y nos da alegría por la conexión que se hace en esa relación de conocidos; así, igualmente, hoy día, cuando, ciertamente, “el mundo es un pañuelo”, por lo chiquito que es, pues todos somos, ya, conocidos. Y, eso da alegría, y no hace falta que nos hablen de la nueva persona que estamos conociendo, justo, en ese momento, porque, es, que, ya nos es familiar porque lo conocemos desde antes, aún, cuando sea esa la primera vez que lo vemos. Y, se sorprende la misma persona que está siendo presentada, y se alegra uno porque y tiene una referencia familiar de ella. Y, es espontánea, entonces, la carcajada y abrazo y el apretón de manos. Y, enseguida, se pregunta por aquellos y por estos, porque, somos conocidos, ya. Y, con ello, de inmediato, se hace un avance significativo en la nueva amistad y en el nuevo conocido, en reciprocidad; porque, también, se alegra esa persona de ser conocidos sin conocerse.

¡Maravilloso!

Eso es ECUMENISMO; es decir, el ecumenismo de “el pañuelo chiquito”. Y, no hay fronteras, ni tampoco, distancias, porque es chiquito el pañuelo. Y, nos conocemos, ya, desde hace tiempo, aún cuando sea la primera vez que nos vemos las caras.

Y, es, que, todos somos , primero, “imagen y semejanza de Dios”, al ser criaturas, obra del mismo material, según la imagen de los pensadores, místicos, poetas, antropólogos, naturistas, del libro del Génesis en el capítulo 2: “Entonces Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente”. Y, resultó, después, que fue colocado en el jardín del Edén, para que lo labrase y lo trabajara. Y, solo después de haber creado al hombre, según la visión del segundo capítulo del Génesis, es que crea donde va a vivir el hombre: “Luego plantó Yahveh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.


Y, es, aquí, donde “la gata empezó a mirar a lo alto”, para “subirse a la batea”. Y, aquellos místicos y contemplativos judíos, que escribieron, y que conocían de la psicología humana y la manera de ser los hombres, escribieron con conocimiento profundo, y con ello daban un paso adelante al pasar, ahora, a la dimensión de lo transcendente, y entonces, apuntaron, que, “Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal”.


Y, como ellos interiorizaban todo lo que habían descubierto del ser humano, los escritores sagrados, por supuesto, que eran y son judíos, colocaban en plano teológico lo que ellos, igualmente, sorprendidos descubrían; entonces, profundamente sabios plasmaron la idea con: “Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.”


Hasta ahí, en esos versículos del libro del Génesis del segundo capítulo, todo estaba siendo, ABSOLUTAMENTE ECUMENISMO; es decir, todo de todos; y nada en partes. Todo igual para todos. Es, que, la creación es ECUMENISMO en sí misma. Más aún, era y es “mosqueteriana”; es decir, “todos para uno; y uno para todos”, según el lema de los tres mosqueteros. 


Hasta ahí, cero complicaciones.

Pero, la gata ya habían mirado a lo alto, y ya tenía pensado pegar un salto para la batea; porque, en el mandamiento de “De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio”. Ya era muy tarde. La gata ya se había fijado la idea…


Y, aquí, comienza lo interesante, realmente; porque, lo bueno es, la subida a la batea…tan solo que la gata estuviera adormecida…


Y, aquellos judíos, que con la sabiduría de la intuición y la profundidad de la contemplación, primero, porque lo descubrían en ellos mismos, por esos eran contemplativos; y después, porque lo evidenciaban en los demás, por eso eran poetas y místicos, escriben lo que a continuación escriben:

Dijo luego Yahveh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.»

Y, creó Dios todos los animales, según aquellos pensadores y escritores, místicos, poetas, y científicos.

Y Yahveh Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera.

El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada.


Y, es, que, la gata ya tenía en su cabeza todo programado para dar el salto a la batea, que le era apetecible. Y, su cerebro no tenía otra orden, sino la de saltar; y así iría a hacer… Y, no es el problema que salte, porque, es que va a dar el brinco, porque, tiene todas las facultades físicas y cerebrales para hacerlo, ya que se las dio Dios…


Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne.

De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.

Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada.»

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.

 Y, Adán, en ese momento es un santo del Ecumenismo, porque, es, absolutamente, ECUMENICO: todo lo ha creado Dios; y, ahora, especialmente, está super contento de Dios, primero, y segundo, de la compañera que Dios le acaba de dar. 


Y, es, que, no es más que “Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Todo es Dios, y todo viene de Dios.

¡Guao! ¡Super agradecido, Adán!

¡Eva, también, agradecida y contenta!


Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.


A estas alturas la gata ya había encorvado su columna vertebral y su postura era determinada a dar el estirón como el resorte. Y, es, cuando los autores de ese capítulo, sabiendo lo que sabían ya del mundo y de los hombres, porque lo tenían interiorizado, cuentan:


La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?»

Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín.


Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.»

Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis.

Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.»


Alguien tiene que ser el culpable y el responsable de que la gata se haya montado en la batea…Y, aquí, comienzan los elementos interesantes…demasiado interesantes, más bien, porque…

Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió.


Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores.


Y, los escritores judíos en su lógica comprende la psicología humana, porque, paso a paso, se mantiene en unidad, porque a los dos, a Adán y a Eva, todo le iba parejo y sin diferencias.


Y, aquí, hay una sutileza, muy de aquellos pensadores exquisitos, porque hay una evolución paulatinamente hacia el paso siguiente, y es, que, en su relato, más bien, tipo novela por lo sutil y por el drama en el cuento que llevan contando, porque…


Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre los árboles del jardín.


Se pone el cuento interesante…


Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?»


Adán…Adán…Tenías que haber contestado: aquí estoy….véame…aquí…aquí.. pero…


Este contestó: «Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.»


O, sea, la razón era porque estaba desnudo…Y, ¿Quién no le puso ropa?...Sí Dios lo hubiese puesto ropa desde un comienzo…Eso, por una parte; por la otra parte, la culpa, también, es de Dios, porque, ¿por qué hace que hasta el solo ruido de sus pasos, los de Dios, por el jardín sean tan intimidatorios que hasta dan miedo y susto? Por otra parte, por qué Dios hizo que la serpiente fuera tan astuta, de hecho, la más astuta de todos los animales, y por qué hizo que hasta la serpiente hablara, al punto de ser hasta convincente y haber inducido a Eva a comer del árbol prohibido; además, por qué hizo que el fruto del árbol fuera tan apetitoso, y por qué…y . por qué…y por qué…


El replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?»


Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.»


Ahí fue justo el momento en que “la gata se subió a la batea”:

Comieron del árbol, primero.

¿Qué has hecho, preguntó Dios?

La mujer que me diste…


Aunque, más bien, lo primero sería en, que, “La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer…”


La gata se subió a la batea.

Y, empieza todo.

Es, que, la culpa es, primero, de Dios…primero… no me puso ropas…segundo, fue él que me creó…no me consultó si yo quería vivir y existir…

Y, es, que, lo creado por Dios que ya es, absolutamente, ECUMENISMO, porque es bueno y muy bueno, y por eso descansó, según el capítulo primero del libro del Génesis, en la mentalidad y convicción de aquellos escritores, que son distintos solo en esos dos capítulos del mismo libro; porque, en el primero, “y vió Dios que todo era muy bueno”, y en el segundo, “la serpiente era el animal más astuto de los animales”, hace, entonces, que dos relatos distintos sean una misma comprensión en dos expresiones, pero, con un mismo dato que une, que es, que todo es obra de Dios; y, así, como todo era muy bueno, según el primero, porque, es obra de Dios, también, la mujer era buena y muy buena, por ser obra del mismo autor, según el segundo capítulo. Y, Adán exulta de alegría y agradecimiento, por la obra de Dios.

Hasta ese momento del cuento de aquellos escritores del segundo capítulo, Dios es ECUMENISMO y Adán, igualmente, es ECUMENISMO, porque, están agradecidos, Dios, primero, y Adán, después. Dios agradecido, porque Adán es obra suya, a “su imagen y semejanza”; y, Dios, estaba contento. Y, Adán, también, muy agradecido. El origen y raíz del Ecumenismo es lo “agradecido”, porque, todo es bueno y todo viene de Dios. Y, eso es lo que los escritores están proclamando.


¿Es bueno que la gata se haya subido a la batea? Dios le dio todo a la gata, hasta el hecho del brinco y del impulso para saltar a la batea, porque, es que hasta el movimiento lo hizo Dios.


Es, que, la culpa es de la gata. 

Es, que, la culpa es de la serpiente, hasta hablaba la serpiente, y se tomó atribuciones que Dios no le había dado…que atrevida la serpiente…

Es, que, la culpa es de Eva…y ella, Eva, la mujer es mala …es el pecado…

Es, que, la culpa es de esto, o de aquello…

Es, que, el mundo es malo…


Y, entonces, se genera la diferencia de criterios…porque no se piensa igual…porque se piensa distinto. Y, es, el problema que la gata se haya subido a la batea…porque, hasta la batea tiene la culpa…


Y, el mundo y Dios y el ser humano, que es ECUMENISMO puro y absoluto, pasa, entonces, a ser una imposición de criterios, porque, es la desvirtualización de lo bueno que es la obra de Dios. Aquí, la gata tumbó los corotos que estaban en la batea…


Y, Jesús, sabiendo eso lo recordó, y San Juan evangelista, al igual que aquellos escritores del Génesis, uno y dos, en su manera de contar, cuenta lo que en su comprensión contemplativa, dice que Jesús, místico por excelencia pidió, según el capítulo 17 del Evangelio de San Juan, que sus discípulos fueran uno; sabiendo que nunca lo iban a ser; es decir UNO. Por eso su ORACIÓN al Padre, en la que no da gracias al Padre porque son UNO, sino, que ora porque lo sean, que nunca lo serán, porque, es, que, hasta no son uno el mismo relato los dos primeros capítulos del libro del Génesis. Lo entendieron aquellos escritores, y Juan el evangelista y Jesús en la redacción del evangelio.

Y, es, que, tampoco eran uno en su tiempo los contemporáneos de Jesús, porque fariseos, judíos, saduceos, esenios, y muchos mas…

Y, entonces, San Juan nos cuenta, que:


Así habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti.


Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado.


Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo.


Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar.


Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese.


He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu Palabra.


Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti;  porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado.


Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos;


Y, aquí, San Juan, el evangelista, que en su mística de contemplativo es la misma de los dos grupos de autores del libro del Génesis, hace a Jesús ECUMENISMO puro y absoluto, porque, Jesús no pide por el mundo, porque, el mundo por ser obra de Dios, es ECUMENISMO, sino que pide por los discípulos para que comprendan que ya todo en si es ECUMENISMO.


¡Guao! 

¡Maravilloso!


y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos.


11. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.


Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura.


Y, a este punto, ya hay un punto diferente de comprensión que ese hijo al que se refiere el evangelista…


Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada.


Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo.


No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno.


Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo.


Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad.


Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo.


Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad.


No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.


Y, aquí, es para quedar sorprendidos en mística pura, de la más exquisita que pueda existir, porque, está ampliando el rango de comprensión que puedan tener sus discípulos, y, es que, no se trata de para un grupo reducido, que sería empobrecimiento y reduccionismo, sino por aquellos que van a creer en la verdad, que es el encargo que tendrán todos sus discípulos, porque, creyendo en esa palabra van a descubrir en naturalidad y en espontaneidad, que Dios, el Padre y él, el hijo, son uno y se descubren solo al contemplar al mundo de por si, que es Dios y mundo; mundo y Dios, porque ver a Dios es ver el mundo, y ver el mundo es ver a Dios. Esa es la verdad.


Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.


Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo.


Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado.


Esos son los discípulos. No, unos discípulos…Y, unos, sí; y, otros, no. Ahí está el momento en que la gata tumbó los corotos de la batea; y donde está que se haya subido…


Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.»


Y, es, que, Dios no es opuesto a mundo; ni mundo distinto a Dios. Lo contrario, es una perspectiva y no la verdad. Y, la verdad es: Dios nos creó iguales, y todo es bueno porque es su obra, pensando distinto; y es, que, ya la misma manera de pensar va a hacer una tarea no conseguida, y entre otras de las mismas razones de pensar distinto, es considerado, ya, por los mismos judíos, de otras épocas pero de una misma experiencia mística, y es, que, en la misma salida de los hebreos de la esclavitud de Egipto, se dice, que, “los israelitas partieron de Ramsés hacia Sukkot, unos 600 mil hombres de a pie, sin contar los niños. Salió también con ellos una muchedumbre abigarrada y grandes rebaños de ovejas y vacas” (Éxodo 12, 37-38). Y, con esa cantidad de 600 mil hombres que salieron, ya los judíos sabios, místicos, profundos y psicólogos, y, que son ahora los místicos y estudiosos de la Cábala, admiten, que, en el caso de las Leyes de la Torá, que más adelante Dios da a Moisés, tiene muchas maneras de interpretación, de al menos de 600 mil maneras, que es la cantidad que salió de Egipto; sin contar, por supuesto, la otra cantidad imprecisa en lo de “una muchedumbre abigarrada”, que significa, que, “es un grupo de personas que presenta una gran variedad de características”; es decir, gente de otros pueblos que se juntaron para la salida de la esclavitud de Egipto.

Y, Jesús, y el evangelista San Juan, al escribir que Jesús lo dijo como oración, es una petición de que sea; no de que es: “Padre…que sean uno…y no te pido por el mundo…” y, es, que, hasta el mundo, que es bueno, hasta puede verse como malo…y se trata de perspectivas y no de la verdad. Y, la verdad es, que el Padre y el Hijo, ya son uno…por eso da gracias Jesús; y no porque sus discípulos sean uno…


No iría con la realidad verdadera de su mensaje, y de su enseñanza…porque Jesús recuerda, precisamente, que la obra de Dios, hecha por la Palabra, es, absolutamente, muy bueno; y eso es ECUMENISMO. San Juan lo entendió y lo comprendió cuando comenzando su libro dice, que, “al principio existía el verbo…y el verbo era Dios…y todo se hizo por el verbo…y el verbo se hizo carne…” y en esa afirmación vuelve a proclamar el ECUMENISMO de la creación, porque, carne y VERBO se hacen una misma realidad, en una de “Dios con nosotros”.


Ya es ECUMENISMO puro y absoluto solo el comienzo del Evangelio de San Juan; y es ECUMENISMO continuado Juan el Bautista, al reconocer que que él no es el Mesías, y que viene otro al que él no merece desatarse las sandalias, y que es el Cordero de Dios que quita los pecados, y que bautiza con agua y con fuego; y es ECUMENISMO practicado cuando María, la muchacha de Nazaret, después del anuncio del ángel va a visitar a su prima Isabel; y, entonces, Juan evangelista que es ecumenista en su comienzo del libro, también, lo es San Lucas, apenas comienza su carta al ilustre Teófilo, por una parte, para quien recoge toda la información que tiene a mano sobre Jesús y del que le va a contar; y lo es, igualmente, San Lucas cuando recopila los cánticos e himnos de la historia y tradición judias y los pone en boca de Zacarías, primero, y después en boca de María ante la visita a la prima Isabel, y después en Simeón cuando la presentación del niño Jesús, a los cuarenta días de nacido, según la costumbre judía de circuncidar a los ocho días y a los cuarenta días la presentación…Y, es ecumenista absoluto, en una una comprensión de Ecumenismo, el evangelista San Mateo cuando hace una presentación de una nueva Torá, la de Jesús, es las doce bienaventuranzas, con un criterio de unidad y universalidad en la primera de todas las bienaventuranzas al decir en Jesús, de “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos”; y es ecumenista puro Jesús cuando, según el Evangelio de San Lucas enseña a orar a sus discípulos a petición de estos a Jesús de que les enseñara a orar, y Jesús les dijera: cuando oren, digan Padre, que estás en el cielo; existiendo, igualmente, una diferencia con el Evangelio de San Mateo, que dice, más bien “Padre nuestro”, en vez de solo padre de Lucas; pero, ambos coincidiendo, igualmente, en Jesús no llamar a Dios por su nombre, como Dios, sino como Padre, y con ello, Jesús ser modelo judío de no tomar el nombre de Dios en vano. Es ECUMENISMO puro y ecumenista por excelencia, Jesús, cuando en la conversación con la samaritana le dice que “a Dios se le adora en espíritu y en verdad” y no en un templo, ni en Jerusalén ni en Samaria; y ecumenismo puro es cuando Jesús reta en sentido de más allá de las palabras de “tumben este templo que yo lo reconstruiré en tres días”; y es ECUMENISMO puro cuando Jesús dice que el Reino de los cielos se parece a una semilla de mostaza, o a un administrador, o una perla fina, y a otras muchas cosas con las que se parece, pero que no es, sino que “se parece”; es ECUMENISMO puro cuando Jesús dice y manda a sus doce, incluyendo a Judas que estaba a la mesa, de “hagan esto en conmemoración mía”, porque, es la sangre de la nueva alianza; y es ECUMENISMO puro cuando, también, le dice y le pide a Judas que haga lo que tiene que hacer, y ya Judas, e igualmente Jesús, sabían qué era lo que se tenía que hacer, y enseguida, Jesús exulta en gracias al Padre, porque está llegando la hora, porque para eso había venido al mundo mandado por el Padre, en absoluta obediencia; y es ECUMENISMO puro cuando Jesús se queda callado ante la pregunta de Pilatos de qué es la verdad; y Jesús se quedó callado.

¡Guao!

¡Ese silencio de Jesús en ese preciso momento es ECUMENISMO PURO…guardó silencio…cuando pudo hablar y explicar lo que era la verdad!


¡Y, la verdad, era la Cruz, al día siguiente!

¡Ecumenismo puro, en un absoluto silencio! 

Y, enseguida, llegó el momento culmen de todo el ECUMENISMO que pueda existir: ¡Todo está cumplido! ¡Y, Jesús, en ese momento muere! ¡En la cruz!


No puedo hablar más.

Quiero en este momento ser Ecumenismo y ecumenista. 


¡Déjenme guardar silencio!


Lo demás, es 600 mil maneras de interpretación…Y, Jesús, pide que sean uno…


Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin



domingo, 27 de octubre de 2024

UN CUENTO DE SOBRE ESTAR CLARO

 UN CUENTO DE SOBRE ESTAR CLARO

P. Daniel Albarrán 

(PARA ESCUCHAR EL AUDIO)
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Érase una vez...

Domingo,
27 de octubre.

El Evangelio, decía:

-- En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó 
con sus discípulos y bastante gente, 

-- el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, 
estaba sentado al borde del camino,
 pidiendo limosna.

-- Al oír que era Jesús Nazareno, 
empezó a gritar:
- «Hijo de David, Jesús, 
ten compasión de mí.»

-- Muchos lo regañaban para que se callara. 

-- Pero él gritaba más:

- «Hijo de David, ten compasión de mí.»

-- Jesús se detuvo y dijo:
- «Llamadlo.»

Llamaron al ciego, diciéndole:
- «Ánimo, levántate, que te llama.»

-- Soltó el manto, dio un salto 
y se acercó a Jesús. Jesús le dijo:

- «¿Qué quieres que haga por ti?»
-- El ciego le contestó:

- «Maestro, que pueda ver.»

Jesús le dijo:

- «Anda, tu fe te ha curado.»
-- Y al momento recobró la vista 
y lo seguía por el camino.

Y, llama la atención
algunas cosas:

Primero:
-- Era un ciego conocido:
-- se llamaba Bartimeo.

Segundo:
-- Jesús salía de Jericó.

Este dato, parece, interesante,
porque en la parábola 
del buen samaritano,
el hombre al que malograron
iba de Jerusalén a Jericó.

Jericó,
parece ser una referencia 
importante...

Tercero:
-- Bartimeo, el ciego,
-- al oír que era Jesús el nazareno 
-- empezó a gritar:

-- «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»

-- !Cállate!
-- le decían.
-- ¡Cállate!

Y, Bartimeo
gritaba más...

-- !Jajajaja!
-- ¡Jajajaja!

Cuarto:
-- Bartimeo fue donde Jesús,
-- de un salto.

Quinto:
-- ¿Qué quieres que haga por ti?
-- le dijo en pregunta. Jesús a Bartimeo.

En una de Jesús y Bartimeo,
Bartimeo y Jesús.

-- ¡Ufffggggg!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

viernes, 25 de octubre de 2024

UN CUENTO DE SOBRE HACER LAS PACES

 UN CUENTO DE SOBRE HACER LAS PACES

P. Daniel Albarrán 

(PARA ESCUCHAR EL AUDIO)
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_____________________

Érase una vez...

Viernes,
25 de octubre.

La lectura del Evangelio 
decía:

-- En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:

-- «Cuando veis subir una nube 
por el poniente, decís enseguida: 

-- "Va a caer un aguacero",
 y así sucede. Cuando sopla el sur decís: 
-- "Va a hacer bochorno", y sucede.

-- Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo,

-- pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?

-- ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?

-- Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, 
-- haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él,
-- no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
-- Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».
Y, es de quedarse pensando:
Primero: 
El adversario, podría ser 
nuestra propia cabeza,
nuestros propios pensamientos.
Segundo:
Hacer las paces con 
los pensamientos,
mientras se va de camino.
No sea, que,
los pensamientos 
y las cosas de la cabeza 
nos lleven al.magistrado,
y de ahí no se salga
hasta pagar todas las deudas 
en nosotros mismos.
Y, eso, sea, precisamente,
un signo de los tiempos:
-- pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
Entonces, esa parábola (comparación)
es en "yo soy",
en primera persona.
Tal vez, por eso, Jesús 
resalta, que:
Se sabe cuando 
va a llover,
o va a hacer bochorno...
Y, el tiempo presente 
sea, más bien,
en fenómeno personal,
no externo...
-- ¡Ufffggggg!
-- !Interesante!
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin

domingo, 20 de octubre de 2024

UN CUENTO DE SOBRE ALGO IMPORTANTE

 UN CUENTO DE SOBRE ALGO IMPORTANTE 

P. Daniel Albarrán 

(PARA ESCUCHAR EL AUDIO)
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_____________________

Érase una vez...
Domingo 20 de octubre.

Ya faltaba poco
para diciembre:
-- ¡Yuuuuupi!

Y, el Evangelio 
del día decía:

-- En aquel tiempo, se acercaron
 a Jesús los hijos de Zebedeo, 
Santiago y Juan, y le dijeron:

- «Maestro, queremos que hagas 
lo que te vamos a pedir.»

Les preguntó:

- «¿Qué queréis que haga por vosotros?»

Contestaron:

- «Concédenos sentarnos en tu gloria 
uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»

Jesús replicó:

- «No sabéis lo que pedís,
 ¿sois capaces de beber el cáliz que 
yo he de beber, 

- o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»

Contestaron:

- «Lo somos.»

Jesús les dijo:

- «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, 
- y os bautizaréis con el bautismo 
con que yo me voy a bautizar, 

- pero el sentarse a mi derecha o 
a mi izquierda no me toca a mí concederlo;

-  está ya reservado.»

Los otros diez, al oír aquello, 
se indignaron contra Santia­go y Juan.

Jesús, reuniéndolos, les dijo:

- «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, 
- y que los grandes los oprimen.

Vosotros, nada de eso:

el que quiera ser grande, 
sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.

Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sir­van, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»

Y, es, que, 
es de imaginarse
a aquellos dos hermanos de sangre,
Santiago y Juan.

-- Dennos un puesto bueno, ahí.
-- Usted sabe...somos familia.

Es, que, además,
eran primos de Jesús.

Y, todo eso,
que si, por supuesto,
con mucho gusto...

Y, ¿harán esto?:

-- ¿bautizarse en el bautismo 
por el que voy a pasar?

-- !Cuente con eso!
-- !Si somos capaces!

-- Y, ¿Beberán el cáliz que yo voy a beber?

-- !Absolutamente, sí!
-- !Eso está dado por hecho!

-- !Pero...hay un problema!

Silencio por todos lados,
y un poquito de la sinfonía de Beethoven:
-- ¡Tararararaaraaaaá!

-- No puedo...
-- Yo no distribuyo puestos...

-- el sentarse a mi derecha o a mi izquierda
 no me toca a mí concederlo;
 está ya reservado...

-- Los otros diez, al oír aquello, 
se indignaron contra Santia­go y Juan...

-- Y, es, que,
los otros diez...
también habían pensado lo mismo...

-- Y, menos mal...
que no dijeron nada...

-- Pero, igualmente,
querían lo mismo...

Menos mal que 
yo no estaba ahí ...

-- ¡Uppppppps!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

ILUSTRE TEÓFILO-EVANGELIO DE SAN LUCAS

 . ENCUENTRO CON LUCAS EL EVANGELISTA (Tomado del libro CON SOLO UNA MOCHILA, TOMO I, CAPÍTULO 2. AUTOR: J. DANIEL ALBARRÁN; año 2024) (PODC...