UN CUENTO DE SOBRE OTROS DIOSES
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Día lunes.
Las ideas de la primera lectura
del día anterior
habían quedado rondando
en la mente,
y estaban dando
su trabajo de dar nuevas ideas.
Es, que,
es lo interesante de la Palabra de Dios:
que hace su trabajo.
Y, decía la lectura, que:
- No habrá para ti otros dioses delante de mí.
- No te harás escultura ni imagen alguna
ni de lo que hay arriba en los cielos,
ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
- No te postrarás ante ellas ni les darás culto,
- porque yo Yahveh,
tu Dios, soy un Dios celoso,
- que castigo la iniquidad de los padres
- que castigo la iniquidad de los padres
en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,
- y tengo misericordia por millares
con los que me aman y guardan mis mandamientos.
Y, la mente quedó trabajando
en:
- que castigo la iniquidad
de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian.
Y, la inquietud está en
lo de "hasta la tercera y cuarta generación",
el castigo de Dios.
Y, entonces,
si la primera generación
es el papá y la mamá;
y, la segunda generación
son los hijos directos;
la tercera generación
serían los nietos;
y, la cuarta generación,
entonces, serían
los bisnietos.
Entonces,
si se aplica el castigo de Dios
por lo de la idolatría
(otros dioses),
el castigo llegaría
hasta los bisnietos,
por responsabilidad de
los bisabuelos.
-- !Beeeeeermo!
-- ¡Que terrible es Dios, entonces!
-- en relación a la idolatría.
- ¡Uggggggggg!
Y, la mente
sigue, hoy, lunes
pensando en la primera lectura
de ayer, domingo.
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario