UN CUENTO DE SOBRE MUJERES
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
8 de marzo:
día internacional de la mujer.
Y, entonces,
había que traer en recuerdo
y en su memoria
de ellas,
aquella letra de la canción:
-- Hablando de mujeres y traiciones.
-- Se fueron consumiendo las botellas.
-- Pidieron que cantara mis canciones.
-- Y yo canté unas dos en contra de ellas.
Y, viene la parte
más bonita,
sin duda.
Y, es que:
-- De pronto que se acerca un caballero.
-- Su pelo ya pintaba algunas canas.
-- Me dijo:
"le suplico compañero,
-- que no hable en mi presencia de las damas".
Y, entonces,
la canción cuenta
que se presentó un careo,
entre el que cantaba
y el que tenía canas en su cabello.
-- Le dije que nosotros simplemente.
-- hablamos de lo mal que nos pagaron.
-- Que si alguien opinaba diferente.
-- Sería porque jamás lo traicionaron.
Y, entonces,
el hombre de pelo Cano
replicó:
-- Me dijo yo soy uno de los seres.
-- Que más ha soportado los fracasos.
-- Y siempre me dejaron las mujeres,
-- lllorando y con el alma hecha pedazos.
-- Mas nunca les reprocho mis heridas,
siguió en su alegato aquel hombre.
Y siguió:
-- Se tiene que sufrir cuando se ama.
-- Se tiene que sufrir cuando se ama.
-- Las horas más hermosas de mi vida.
-- Las he pasado al lado de una dama.
-- Pudiéramos morir en las cantinas
-- siguió diciendo el hombre.
-- Y nunca lograríamos olvidarlas.
Y, a este punto
aquel hombre hizo un justo
elogio, y dijo:
-- Mujeres, oh mujeres tan divinas.
-- No queda otro camino que adorarlas.
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
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