UN CUENTO DE SOBRE PEDRO
Érase una vez...
Jueves, 22 de febrero:
Día de la Cátedra de Pedro.
Se hablaba, entonces,
de la importancia de Pedro,
escogido por Jesús
y asignado, también, por Jesús
como el pastor principal de todos.
Había en el lugar
uno que se llamaba Pedro,
y todos, entonces, lo felicitaban.
Tal vez, el nombre de Pedro
por nacer el día de Pedro apóstol.
Y, se hablaba de los dos Pedros,
de este y del otro.
Entonces, uno dijo del otro Pedro, que:
-- llamaba la atención de ese Pedro,
-- su lealtad en relación a Jesús:
-- estando en la última cena
-- Jesús había dicho que todos
lo abandonarían.
-- Y, Pedro dijo, que,
-- él no.
-- No lo abandonaría.
-- que daría la vida se fuese necesario.
-- Y, Jesús, que, le dijo:
-- que, también, lo negaría:
-- antes que cante el gallo
-- dos veces,
-- la habrá negado tres veces.
Y, se fueron
al Monte de los Olivos:
-- ahí, al llegar/venir por Jesús
-- los soldados romanos,
-- Pedro sacó la espada.
-- Y, con ello estaba cumpliendo
-- lo que había dicho:
-- que él daría la vida.
Entonces, Jesús regaña a Pedro:
-- "mete la espada en su vaina".
Entonces, Pedro se confundió:
-- no entendió.
Entonces, se llevaron preso a Jesús.
Pedro, iba de incógnito
mientras se llevaban a Jesús.
Entonces, al llegar
a donde se llevaron a Jesús,
le preguntaron a Pedro
que si él era uno de los del grupo de Jesús.
-- No lo conozco.
Y, era, que,
Pedro, realmente,
no conocía a ese Jesús
que lo regañó y le mandó
que guardara la espada.
Y, por quién
iba a pelar, para defenderlo.
Y, negó conocer
a ese Jesús.
Y, en verdad,
no lo conocía.
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin.
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