UN CUENTO ESPECIAL
Se estaba celebrando
la misa del 24 de diciembre.
Todo iba yendo
maravillosamente bien:
los cantos de villancicos,
las ropas multicolores,
las gentes bien arregladas.
Todo perfecto:
Mejor; imposible.
En el momento
del canto de El Gloria
se harían sonar las campanas.
Y, la campana chiquita
sonaba tilin-tilin-tilin.
Y, habían dos campanas grandes,
que se habían bajado
del campanario donde estaban
porque iban hundiendo
esa parte del templo parroquial,
y se había hecho
en tiempos de tres párrocos anteriores.
Las campanas
estaban, ahora, en la parte
inicial del templo,
y estaban en el piso.
Y, ahí reposaban
desde entonces.
Era, la misa del 24 de diciembre.
Y, en el momento del
canto de El Gloria a Dios en el cielo,
se hicieron sonar las campanas.
Aquello habia sido
una buena ocurrencia.
Entonces, las campanas
sonaban:
-- tilin-tilin-tilin
(las campanas chiquitas)
-- talan-talan-talan
(las campanas grandes)
-- tilin-tilan
-- tilan-tilin
Y, se cantaba.
Se sentía bonito.
Algunos lloraban.
-- tilin-tilan
-- tilan-tilin
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario