UN CUENTO DE PRIMERA
15 de diciembre.
Empezanban las misas de aguinaldo,
en las parroquias que comenzaban el 15,
y terminar la novena el 23.
Otras, empezarían el 16,
para terminar el mismo 24,
en la mañana.
Igualmente,
unos y otros,
celebrarían la misa del 24,
en horas prudenciales del día.
En la nuestra,
vendrían los que podrían
a las seis de la mañana,
a las misas de aguinaldo.
-- Nos vemos en la misa de la tarde --
dijeron algunas señoras mayores,
porque, para la de la madrugada
se les complicaba:
porque, para la de la madrugada
se les complicaba:
La edad.
Los achaques.
Y, esas cosas.
El reloj despertador
sonó a las cuatro y media
de la madrugada.
Había que levantarse.
Se comenzaba.
Los músicos aparejaban
los instrumentos.
Los que iban a leer las lecturas bíblicas del día,
repasaban en el ambón.
El frío del amanecer
se sentía sabrosito.
--- ¡Ummmmmm!
-- ¡Qué rico!
Algunas señoras traían
sus termos llenos de algo,
de seguro, chocolate,
también, café recien hechos.
Iban llegando graneaditos.
Sonaba el cuatro.
Se afinaban las voces.
El tambor, con su sonido ronco y seco,
iba inundando el recinto del templo parroquial.
Empezaba todo.
-- ! Qué cosa más bonita!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario