UN CUENTO DE BUENO Y DE MALO
P. Daniel Albarrán
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Érase una vez...
El Evangelio del domingo
30 de julio:
-- "El Reino de los cielos
-- se parece...".
-- a una red que echan al mar
-- saca peces
-- peces buenos
-- peces malos.
-- Y, los separan.
-- Bueno/malos.
-- ¡Ummmmmmm!
Entonces, surge una pregunta:
-- a los malos los devuelven al mar:
-- ¿Vivos, o, muertos?
Porque, si los devuelven al mar,
vivos.... siguen viviendo.
E, igualmente, seguirán siendo peces vivos, y siguen siendo peces malos,
porque, por eso los devuelven al mar
en el momento de la separación
de peces buenos y de peces malos.
O, ¿en el momento de la separación/escogencia los peces están muertos, o vivos?
Si están muertos, son pescado.
Si están vivos, son peces.
-- ¡Ummmmmm!
Y, el Evangelio vuelve sobre la idea:
-- Buenos y malos.
-- Y, "Reino de los cielos".
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
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COMENTARIO:
Cosas que se desprenden del cuento de hoy:
1) Tiene sentido que devuelvan los peces malos al mar
2) como peces (vivía)
3) ni como pescados (muertos)
4) porque el Reino de los cielos es aquí en la tierra
5) es un por hacerse
6) no es algo hecho, sino, por hacerse
7) y, como es por hacerse, entonces, devuelven los peces vivía, que sin malos, al mar
8) para que vuelvan en ese proceso de hacerse
9) porque el reino de los cielos es un hacerse, no un ya hecho
10) Entonces, el reino de los cielos es una meta como objetivo, nunca acabado, sino un hacerse haciendo