UN CUENTO DE FATIGA Y CANSANCIO
P. Daniel Albarrán
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Érase una vez...
El Evangelio decía, que,
en aquel tiempo, exclamó Jesús:
-«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados,
-- y yo os aliviaré.
Y, se queda uno pensando
cosas bonitas sobre Jesús:
1) Es bonito confiarse en Jesús
2) Es una invitación a que nos confiemos en Él.
Lo bueno de todo, es, que,
no nos condiciona,
como diciendo que solo vayan tras Él
los más enérgicos,
o los más vigorosos,
o cosas de por ese estilo.
no nos condiciona,
como diciendo que solo vayan tras Él
los más enérgicos,
o los más vigorosos,
o cosas de por ese estilo.
Al contrario.
-- Vengan los que están cansados
-- y agobiados.
De manera, que,
pareciera, más bien,
que la invitación
es exclusivamente para los agobiados.
-- ¡Guao, Señor!
-- ¡Impresionante, Señor!
Sólo tengo que decirte, entonces:
-- ! Aquí estoy, Señor!
Y, no se diga más.
¡Maravilloso!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
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