UN CUENTO DE PARÁBOLAS
P. Daniel Albarrán
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Érase una vez...
El Evangelio del Domingo
23 de julio:
Jesús hablaba en parábolas:
-- Un sembrador sembró trigo.
-- Y, también, creció la cizaña.
-- Pero, el sembrador no sembró cizaña.
Igualmente, crecieron la cizaña y el trigo.
-- ¿Vamos a arrancar la cizaña?
Le preguntaron los trabajadores.
-- ¡Noooooooo!
-- dijo el dueño.
-- ¡Tienen que crecer juntos!
-- ¡Sí!
-- ¡Trigo y cizaña!
-- ¡Cizaña y trigo!
-- ¡¿Entonces?!
Es que vuelve lo del libro del Génesis:
Génesis 1, 11-12:
-- Dijo Dios:
«Produzca la tierra vegetación:
hierbas que den semillas y árboles
frutales que den fruto,
-- de su especie, con su semilla dentro,
-- de su especie, con su semilla dentro,
sobre la tierra.» Y así fue.
-- La tierra produjo vegetación:
-- hierbas que dan semilla, por sus especies,
-- y árboles que dan fruto
con la semilla dentro, por sus especies;
-- y vio Dios que estaban bien.
-- y vio Dios que estaban bien.
-- (día tercero).
-- ¡Ummmmmmm!
-- ¡Interesante!
-- ¡Guao!
"Vió Dios que era bueno".
O, sea...
-- ¡La cizaña!
-- ¡El trigo!
Vió Dios, que estaba bien.
-- ¡¿Entonces?!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
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