UN CUENTO DE DESIERTO Y ESAS COSAS
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Y, el Evangelio
citaba el libro del profeta Isaías:
-- Está escrito en el profeta Isaías:
-- «Yo envío mi mensajero delante de ti
para que te prepare el camino.
-- Una voz grita en el desierto:
-- 'Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos."»
Y, era de resaltar
algunas cosas "contradictorias",
porque,
ir a gritar en el desierto,
pareciera que no es lógico.
Porque, el desierto es desierto,
no hay gente.
Y, ¿quién va a oír, si no hay gente?
Sin embargo, al desierto
van, igualmente,
los que bautiza Juan el Bautista;
y, va el mismo Juan el Bautista,
también, va Jesús,
para hacerse bautizar,
y, después del bautizo,
Jesús, también,
va al desierto.
Y, ahora, en Adviento,
el tema "el desierto"
es la constante:
-- ir al desierto
-- una voz que grita en el desierto.
Y, la voz que grita,
dice:
-- "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."
-- ¡Uppppppss!
Y, todo lo dice el profeta Isaías.
Y, Juan el Bautista
y Jesús de Nazareth,
van a tomar de Isaías
su proyecto: El Reino de los cielos,
que, es, que:
-- el lobo y el cabrito
-- anden juntos, sin que el lobo
se coma al cabrito;
-- y, el cabrito no se espante
-- del lobo.
-- y, el cabrito no se espante
-- del lobo.
Sin dejar de ser lobo, el lobo;
ni cabrito, el cabrito.
-- ¡Ummmmmm!
-- ¡Interesante!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
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