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viernes, 29 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE EUNUCOS

UN CUENTO DE EUNUCOS

P. Daniel Albarrán

____________

(VER MÁS)


Érase una vez...

Estaba en la lectura
del libro del profeta Daniel.

Esta vez hacia esquemas y gráficos,
al estilo mapas mentales,
para facilitar y garantizar el aprendizaje.

Y, apenas comenzando el libro
se decía, que, Nabucodonosor
había mandado al jefe de los eunucos a traer jóvenes de Judá,

para instruirlos en la cultura caldea, por tres años.

Entonces, cuando explicaba
y exponía esa idea,

me preguntaron
sobre en qué consistía
eso de los eunucos.

Yo dije lo poco que sabía,
y que era muy poco.

Y, quedé con la curiosidad.

Entonces, había que buscar
por Google.

-- ¡Y, ayayayay!

Aparecieron imágenes de castración,
en la tarea de hacer eunuco
a un hombre.

Y, era, más bien, alarmante
lo que se veía.

Tenían que amarrar
al candidato,
de pies y manos.
Y, tenía que haber bastante
gente para ayudar al trabajito quirúrgico.

Y, quedé, más bien,
asustado de lo que aparecía.

Entonces, era, realmente,
terrible lo de los eunucos.

Y, otras muchas cosas
leí, entonces, sobre el tema.

Y, de la que se salvaron los cuatro jóvenes principales judíos en tiempos de Nabucodonosor el grande:

Daniel/Ananías/Misael/Azarías,

que habían quedado al mando
de Aspenas, el jefe de los eunucos.

-- ¡Ufffggggg!
-- ¡Que susto!

Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin

jueves, 28 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE INTERESANTE

 UN CUENTO DE INTERESANTE

P. Daniel Albarrán
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Érase una vez...

Se estaba en la semana
de la catequesis,
y era que había que
reunirse con las catequistas.

Y, era en femenino,
porque, por lo general,
son mujeres las catequistas.
Muy pocos son los hombres,
que son catequistas,
sin desvalorar al sacerdote,
que sí lo es, y es el primero
y principal catequista de la parroquia.

Era, pues, el tercer día
de la semana de la catequesis.

Y, había un temario
del que se conversaría:

Era, que:
-- En Betania, al otro lado del río Jordán,
-- Juan el Bautista estaba bautizando.
-- Betania estaba muy cerca de Jerusalén.

Y, algo importante estaba 
sucediendo en Betania,
por ese entonces.

Y, nos preguntamos, que,

qué sería lo que se celebraba.
Ahí nos pusimos muy imaginativos, 
y cada uno iba diciendo cosas interesantes,
que si esto, que si aquello.

De eso se trataba:
de imaginación y de buscar 
y buscar detalles del texto bíblico.

El caso es, que, parecía que,
realmente, algo importante
se celebraba en Betania por esos días.

Y, Jesús, igualmente,
estaba en Betania.

Y, había mucha gente de otras partes. 
Jesús, era de Nazareth, y, ahí estaba.

Simón, Andrés, que eran hermanos,
 eran de Betsaida.

También, Felipe y Natanael.

-- Y, ¿qué hacían de tan lejos, ahí, 
en Betania en esos días?

Estando en eso, en Betania,
sin saber qué hacían y por qué,
dos de los discípulos de Juan el Bautista, 
que, estaba bautizando en Betania,
fueron con Jesús,
a quien no conocían,
y se estuvieron con él esa tarde.

El evangelista dice, que,
"eran como las cuatro de la tarde".

¡Muy interesante, la cosa!

Y, ¿de qué habrían hablado 
aquellos dos con Jesús?

Y, aquí, estábamos demasiado imaginativos,
estando en este punto
muy participativos, 
al hacer de ese rato una cosa full-full emocionante.

Ahí, fue, que se enteraron, que,
Jesús venía de Nazareth, 
y que era hijo de José, el de Nazareth.
También, Jesús se enteró, que,
aquellos dos eran de Betsaida.

Y, Betsaida quedaba mucho 
mas al Norte de Galilea, 
más arriba del Mar de Galilea 
(o Mar de Tiberiades).

Y, seguíamos en el conversatorio,
porque la cosa estaba fascinante.

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

domingo, 24 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE DESHONESTIDAD

 UN CUENTO DE DESHONESTIDAD

P. Daniel Albarrán
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Érase una vez...

La lectura del Evangelio
del domingo 24 de septiembre, 2023:

Un propietario de una viña, que:

Salió él mismo (no mandó)
a buscar obreros para su viña.

Salió al amanecer, y,
contrató a unos obreros.

El pago: un denario.

-- ¿Están de acuerdo?
Ellos dijeron que sí.

Entonces, toda una jornada de trabajo por un denario como pago.

Okey.
Ellos fueron a trabajar.
O, sea, aceptaron.
Empezarían a las siete de mañana.
Terminarían a las seis de la tarde: una jornada de trabajo.

O, sea, diez horas de trabajo.

El mismo propietario volvió a salir, a media mañana.
Serían las nueve y media de la mañana.

El pago en mutuo convenio fue:
" *_les pagaré lo debido_* "

De manera, que,
desde las nueve y media de la mañana hasta las seis de la tarde,
serían unas siete horas de trabajo.

Aceptaron.
Y, fueron a trabajar.

El propietario volvió a salir
al mediodía. Y contrató a otros.
Las mismas condiciones: 
"Les pagaré lo debido".

Y, el propietario hizo dos salidas más para buscar trabajadores para su viña.

Salió, entonces, a media tarde,
y al atardecer.

Ciertamente, trabajarían menos tiempo. 
Y, el pago era:
"Les pagaré lo debido".

Llegó la hora del pago.

Aquí, en la parábola hay un cambio.
Al principio decía "el propietario".
Ahora, a la hora del pago,
dice "el dueño". 
Ya no aparece la palabra propietario.

¡Ummmmmmmm!
¡Interesante!

Y, en ese cambio, todo cambia,
porque, ahora:

Manda al capataz (al administrador)
a que pague.

¿Por qué no paga el mismo propietario quien fue quien salió a contratar?

El caso es que quien paga
es el administrador.
Porque, mandó el dueño.

¿Por qué, antes, "el propietario", para contratar; y, ahora, "el dueño" cuando es hora de pago, y en la persona del administrador?

Y, la orden era, que,
los últimos que habían llegado a trabajar,
y que llegaron casi a las seis de la tarde,
ahora, que eran ya las seis de la tarde, 
serían los primeritos en cobrar.

Y, recibieron un denario.
El texto dice, que:

"Llama a los jornaleros y págales el jornal, -empezando por los úl­timos y acabando por los primeros."


Y, definitivamente, estos últimos
no dijeron nada.
Y, había una deshonestidad,
porque, ciertamente, no habían trabajado, prácticamente, nada.

¡POR SUPUESTO QUE ESTABAN SIENDO DESHONESTOS!

¿Por qué no dijeron: no es justo. Esto no corresponde con la realidad; porque, es, que, tampoco fue que trabajamos?

Entonces, estos fueron deshonestos.

Y, cuando llegó el turno del pago
a los que empezaron a trabajar desde tempranito,
se dijeron: nos va a ir mejor.

Y, cuando vieron,
que, igualmente, les pagaban un denario,
hicieron pleito.

Y, también, estaban siendo
deshonestos.

Entonces, deshonestos unos, porque no hablaron; 
y, deshonestos los otros porque hablaron.

Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin

sábado, 23 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE CATEQUESIS Y DE CATEQUISTA

 UN CUENTO DE CATEQUESIS
Y DE CATEQUISTA

P. Daniel Albarrán
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Érase una vez...

23 de septiembre, 2023.

La diócesis de Barcelona,
Anzoátegui,
celebraba obedientemente
el inicio de la semana
de la catequesis.

Ahí estaban, en la Catedral
de Barcelona,
algunos de los hombres
y mujeres de todas las parroquias
que hacen esta 
hermosa tarea.

Entonces, pensaba en Jesús.

Y, me dejé llevar por la imaginación:

Jesús, el hijo de José, el carpintero,
pero, como en Jesús niño,
también adolescente.

En Jesús muchacho.

Enseguida, lo primero
que imagino es
el muchacho de doce años,
cuando con Papá José,
y mamá María,
fue, esa vez, a Jerusalén.

Y, fue al templo.
De seguro iría a la catequesis.

Porque, era catequesis
asistir al templo una vez al año,
por la Pascua judía.

Recordarian la salida de Egipto,
el paso por el Mar Rojo,
y, sin que pudiera faltar
las tablas de la Ley dadas a Moisés.

También celebraría la cena
de precepto de pascua.

Se lavaría las manos hasta 
los codos antes de la cena.

Se pondría todos los objetos
que mandaba la Ley, 
para rezar los salmos.

Y, se quedó tiempo, esa vez,
porque cuenta el evangelista
que la señora María y el señor José
se dieron cuenta que no iba con ellos, al atardecer de ese día de regreso.

También, en Jesús adolescente.
Y, aquí, no encontré estos para imaginar,
pero no hizo falta porque
imaginaba a Jesús de catorce años
cumpliendo.

Y, de una vez, pasé a imaginar cuando ya de grande, de 30 años,
entrando a la sinagoga.

Y, ahí leía el texto en día sábado.

Y, me quedé sonriendo bonito
al recordar todas las maneras
de Jesús:

Ahora, como CATEQUISTA.
Y, pasaron en rapidez instantánea
la parábola del hijo pródigo,
y, pasó la parábola del hombre
que salió a sembrar,
también, la parábola
del buen samaritano,

la parábola aquella o esta, 
y pasaron en una de rápido
casi todas por la imaginación.

Y, me dije,

-- ¡Maravilloso!

Jesús, el niño que iba a la catequesis.
Jesús, que, en su momento,
era CATEQUISTA.

Y, aquí casi suelto la carcajada
al comprender de repente, que,
Jesús utilizaba un método distinto...
Contar cuentos...que no
terminan
porque son parabolas...

para que cada quien las escuche, imagine.

Y, también, buscaba que el que
escucha piense y piense,
y haga sus propias contrucciones.

Y, no pude dejar
de sentir
cosa bonita
por el principal CATEQUISTA.

Porque, para eso
el Padre lo había mandado,
que te conozcan, Padre.

Y, sentía que mis ojos brillaban,
simplemente, porque estaba imaginando.

Y, pensé:
Jesús era de ICA-ICNA
y aplicaba itinerario...un proceso.

Y, pensé en los caminantes de Emaús...

Y, yo estaba en ese momento
siendo el muchacho
que recibe catequesis.


Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

miércoles, 20 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE CUENTAS

 UN CUENTO DE CUENTAS


P. Daniel Albarrán

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Érase una vez...


El Evangelio del domingo,

de ayer,

hablaba, que. Jesús


le había contestado a Pedro

que, hay que perdonar

setenta veces siete.


Jesús le contesta:


- «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.


Y, lo primero que pensamos,

equivocadamente,

es que esa cantidad es infinito.


Pero, no.

Es finito, y tiene un límite.


El límite está resaltado en:


1) sino

2) 70 veces 7

3) la parábola que Jesús, enseguida, contó:


4) el rey que perdonó, al principio, la deuda al que le debía.


5) pero, que, en verdad, no le perdonó 


6) porque lo mandó a buscar y se la volvió a cobrar (preso hasta que pagara la deuda).


Enseguida, las preguntas:


1) ¿De dónde hemos sacado que 70 por 7 es infinito?


2) ¿70 por 7, no es acaso 490?


Por otra parte,

la respuesta a Pedro

por parte de Jesús


ya tiene una condición

una limitante, que, es

"sino";


es decir, hasta aquí:


 -- "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".


Porque, en la misma respuesta,

Jesús, mantiene la condición:


-- 70 veces 7 (si es que no nos dimos cuenta del "sino").


-- Jesús, aclara el "sino" con la cantidad (490 veces, como resultado de 70 por 7).


-- Y, si, aún no la entendimos,



entonces, nos cuenta la

parábola del Rey

que, realmente, no perdonó.


-- !Upppppps!

-- ¡Interesante!


Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.


Fin

domingo, 17 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE SETENTA

 UN CUENTO DE SETENTA

P. Daniel Albarrán
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                           Érase una vez...

El Evangelio del domingo 
17 de septiembre:

-- se adelantó Pedro y preguntó a Jesús:

- «Señor, si mi hermano me ofende, 
¿cuántas veces le tengo que perdonar? 
-- ¿Hasta siete veces?»

Lo primero que se me ocurre
pensar es, que,
Pedro tendría algún roce
con alguno de los once restantes.

Y, si así fuera,
admiro más a Pedro,
más de lo que ya
lo admiro y quiero,
porque, tener la valentía
de preguntar a Jesús
qué hacer, en ese caso,
de perdonar
es reconocer, que,
se tiene bronca con alguien;

y, después,
pedir un consejo...

-- ¡Es de admirar!

-- ¡Aaaayyyyy, Pedro-Pedrito!

Entonces,
Jesús le contesta:

- «No te digo hasta siete veces, 
sino hasta setenta veces siete.

-- ¡Gracias, Jesús, por responder!

-- ¡Muy bien! 

-- ¡Muy bien!
-- ¡Setenta veces siete!

Entonces, lo segundo
que se me ocurre, es:

-- 70 lo nultiplico
-- por 7...
-- Me da 490.

-- ¡Upppppps!
-- ¡Interesante!

Y, lo tercero que se
me ocurre es:

-- ¡¿De dónde hemos sacado, que,
-- 70 veces 7
-- es infinito?

Y, lo cuarto, es:

-- ¡Gracias, Pedro-Pedrito
-- por ser tan preguntón!

Y, ¿con quién tendría, Pedro, su
cuenta...?

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

sábado, 16 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE ROSH HASHANÁ

 UN CUENTO DE ROSH HASHANÁ

P. Daniel Albarrán
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Érase una vez...

15 de septiembre, 2023.

Los judíos celebraban
la fiesta de fin de año,
y año nuevo,
según el calendario hebreo:

La celebración de 
ROSH HASHANÁ:

Cantaban en hebreo.
Lo estaban transmitiendo
en directo por YouTube.

Y, mientras
se abría la lata de atún
para la cena
con arepa de harina pan amarilla,
me dispuse a mirar
la celebración judía.

Del canto, no entendía nada,
porque era en hebreo, supongo.
Era una comunidad judía
de Argentina, en Argentina.

Entonces, un hombre
empezó a hacer una reflexión.

El hombre tenía en su cabeza
lo que llevan los Obispos católicos, 
y que se llama solideo,
una goriita roja, en el caso de los Obispos,
a la altura de la coronilla
de la cabeza,
y blanca en aquel judío.

Eso llevaba el que 
empezó a hacer la reflexión.

Y, enseguida, preguntó:

-- ¿Está permitido que hagamos
-- que nuestros hijos sean competitivos?

-- ¿Que haya competencia entre ellos?

Hubo silencio.

Entonces, empezó a hablar:

-- Les voy a hablar del hombre
-- más competitivo de la Biblia.

La arepa ya estaba colocada
en el tostiarepa.

Y, el buen olor del atún recién
 destapado, invadía la cocina.

-- Jacob -- dijo él.

-- Jacob desde el mismo vientre de la madre peleaba con su hermano Esaú.

-- Eran gemelos: Esaú y Jacob.

-- En el momento de nacer, nació primero Esaú...

-- Y, Jacob lo agarró por el tobillo...a Esaú...para no dejarse ganar.... naciendo antes...

-- Jacob, se aprovechó de la ocasión de que Esaú tenía hambre...

-- y le compró la progenitura a su hermano Esaú, por un plato de lentejas...

Y, dio otros datos de Jacob.

E, igual, seguía hablando.
Pasó a hablar del inventor
de Google...

para resaltar la idea que
estaba desarrollando.
La arepa ya estaba servida.

Rellena...
-- ¡Ummmmmm!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

jueves, 14 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE ETAPA 17

UN CUENTO DE ETAPA 17

P. Daniel Albarrán
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Érase una vez...

Se corría en el ciclismo
la vuelta a España,
año 2023.

La tercera carrera en bicicleta
más famosas del mundo:

-- Giro de Italia
-- Tours de Francia
-- Vuelta a España

En ese orden de fecha
de competición.

Era, entonces,
la vuelta a España,
y mes de septiembre,
que es cuando se corre.

Los ciclistas, al igual que
en el fútbol,
están asociados,
y pertenecen a equipos.

Así, el equipo Movistar,
el Ineos, el Uae,
y el Jumbo Visma,
entre otros.

Y, cada equipo tiene
un líder de la carrera,
para el que trabaja todo
el resto del equipo,
dependiendo, por supuesto,

de los puntos que 
cada ciclista lleva 
en la sumatoria de las etapas.

El que mejor vaya en sumatoria
se convierte en el mejor posicionado
en la carrera,
y todos se convierten en sus gregarios;

es decir, en su equipo por él
y en función de mantener los puntos.

Y, hay equipos más fuertes
que otros;
como en el fútbol,
con sus estrellas, por supuesto.

El caso es, que,
el Jumbo Visma,
estaba siendo el mejor equipo
de la vuelta a España, 2023.

Venía arrasando:
Había quedado campeón
en el Giro de Italia, 2023, con 
Primoz Roglic,

- el Tours de Francia, 2023, con Jonas VINGEGAARD;

y, ahora, parecía, que, 
la vuelta a España
con Sepp Kuss.

Lo interesante era, que,
Kuss había trabajado
como gregario de Roglic y de Vingegaard,
y los había ayudado a ganar,
 respectivamente.

Era de suponer, que,
Roglic y de Vingegaard
irían a trabajar para Kuss,
ahora, en la vuelta a España.

La razón era simple:
el mejor posicionado en
la Vuelta a España, 2023, era Kuss,
e, iba de líder en la general.

Todo el equipo Jumbo Visma
trabajaría para Kuss.

Entonces, en la etapa 17,
de la vuelta-España,
de fecha, 13 de septiembre de 2023,
iban los tres:

Roglic,
Vingegaard,
y Kuss.

Kuss, iba a la rueda;
de los tres, de último
de los tres,
porque aquellos
dos marcaban el ritmo,
e, iban escapados,
adelante.

En eso, sucedió algo inesperado:

Roglic y Vingegaard
dejaron atrás a Kuss,
en una de arrancar súbitamente,

y lo dejaron, literalmente,
botado a Kuss,
que no pudo seguirlos.

Y, le sacaron una ventaja
descomunal a Kuss.

Era su propio equipo
trabajando en contra de Kuss.

Entonces, la prensa ciclística
desconcertada
por aquel juego tan deshonesto
hablaba en transmisión directa
de traición,

de deshonestidad,
de juego sucio,
tanto de Roglic
como de Vingegaard,
y de todo el equipo de Jumbo Visma.

-- !Terrible!
-- ¡Horroroso!

-- ¡Nunca visto, antes, en el ciclismo!

Pasando la etapa 17
de la vuelta a España
como una etapa negra
de la historia del ciclismo.

Aún, así, con toda
la ventaja y diferencia,
Kuss seguía de líder
de la Vuelta a España, 2023,
por ocho segundos.

-- ¡Upppppps!
-- ¡Y, pensar, que....!

La prensa deportiva
estaba horrorizada 
de aquella canallada.

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

UN CUENTO DE IMPORTANCIA

 UN CUENTO DE IMPORTANCIA

P. Daniel Albarrán
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Érase una vez...

Se celebraban los 37 
aniversario-vida sacerdotal.

La luz eléctrica iba y venía,
y los bombillos parpadeaban
en una de si, y en una de no.

Ya era la hora,
porque, todo tiene su hora.

Estaban los que estaban,
y eran los que eran.

No faltaba nadie.
Tampoco sobraba.
Todo era perfecto.

Entonces, en el momento
de la homilía:

1) ¿Qué es es el sacerdote?

El que busca dominar y conocer
lo misterioso.

Lo que no se comprende
de la naturaleza.

2) ¿Quién es el sacerdote?

El hombre de la tribu
que hace cosas para dominar
lo misterioso.

3) ¿Dónde lo hace?

En la tribu,
en algunos lugares para eso.

4) ¿Cuándo lo hace?

Cuando suceden cosas
de la naturaleza que 
superan la comprensión:

Los rayos.
Las tempestades.
Los truenos.
Las enfermedades.

5) ¿Qué hace?

Hace ritos.
Hace rituales.
Fuma tabaco.
Echa humo.
Hace sumerios.

6) ¿Por qué lo hace?

Convencido de que tiene poderes
para dominar fenómenos
de la naturaleza.

7) ¿Qué sucede?

La tribu los ve
con respeto porque tienen
conexión con lo que no entienden,
con lo misterioso.

8) En la historia:

En Israel, igual:
ofrecían los sacrificios de ovejas.
Asperjaban la sangre de los corderos.

Además, con el tiempo,
eran, prácticamente, médicos;
sabían determinar la lepra,
y aplicaban tratamientos.

9) Desde Jesús de Nazareth:

Jesús es el sacerdote.
Pero, no hace ritos;
tampoco, rituales.

Él es la víctima:
se ofrece en la Cruz.

También, es el altar.
También, la ofrenda.

10) En la historia, de después de Jesús:

En la Eucaristía.
El misterio de amor de Dios.

11) Hoy:

El sacerdote:

-- Le habla a Dios de los hombres.
-- Le habla a los hombres de Dios.

También:
-- hombre sensible en las 
cosas de la persona humana.

-- hombre sensible en las
 cosas de Dios (para el ser humano).

Igualmente:

-- sensibles en las cosas del espíritu.

-- guía/facilitador/de elevación 
de la conciencia.

-- ¿Y, hace rituales como en la tribu?

-- !Upppppssssss!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

miércoles, 13 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE AGRADECIDO

UN CUENTO DE AGRADECIDO

P. Daniel Albarrán

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Érase una vez...

Se estaba en las vísperas
del aniversario 37
de vida ministerial-sacerdotal.

Porque, de vida sacerdotal,
es del momento del bautismo,

ya que todo bautizado
es sacerdote,
es profeta,
es rey.

Lo que se califica como
"sacerdocio real de los fieles",
que es todo bautizado.

El caso concreto era
el sacerdocio ministerial,
del que eran, ya, 37 años.

Entonces, con cuaderno y lápiz
en mano,
me puse a agradecer.

Principalmente, Dios:
por el ser, primero;
y, por permitirme el estar.

El ser: la vida.
El estar: su presencia.

Después, papá y mamá.
Y, agradecido, mucho, entonces.

Después, los hermanos,
hijos como yo
de esos dos seres que dieron la vida.

Y, había una sensación
de pecho levantado,
en agradecimiento.

Después, empezó a pasar
por la memoria
un montón de gente:

Y la lista iba en aumento.
E, iban apareciendo nombres,
de este, de aquel,
de esta, de aquella, igualmente.

Y, la sensación de pecho levantado
seguía.
Era agradecimiento.

Era bonito, más bien.
Y, pedía por ellos.

En la noche, igualmente,
iban apareciendo otros nombres.

Y, agradecido por ellos.
Por la flor.
Y, por la espina,
porque, la flor, también tiene espinas,
y sigue siendo flor.

Y, la lista seguía en aumento.

Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin

viernes, 8 de septiembre de 2023

UN CUENTO DE SEPTIEMBRE

 UN CUENTO DE SEPTIEMBRE

P. Daniel Albarrán


______________________

Érase una vez...


Viernes.

8 de septiembre:

Se oían a los lejos 
los cohetes,
en la mañana.

También se oían
sones de música margarieña
en algunas caravanas
que pasaban por la calle del frente.

Muchos estaban contentos.

La mañana, y el día,
prometían ser extremadamente
calurosos,
como en los días anteriores.

Y, era hora, igualmente,
de decir lo del ángel
a la muchacha de Nazareth:

-- Dios te salve, María
-- llena eres de gracia
-- El Señor está contigo.

Y, junto con Isabel, 
la prima de la muchacha:
-- bendito es el fruto de tu vientre.

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

miércoles, 6 de septiembre de 2023

Día noveno

A PROPÓSITO DE LA CELEBRACIÓN DE LAS FIESTAS DE LA VIRGEN DEL VALLE, AÑO 2023


P. Daniel Albarrán

___________

(ANTERIOR)

_________


DIA NOVENO:

LOS DOS ÁRBOLES:


Llegamos al final.

 El objetivo trazado se ha cumplido en un cincuenta por ciento, que era hacer un estudio para tratar de comprender la devoción a la Virgen del Valle (y con ello todas las posibles advocaciones de los infinitos nombres de la Virgen María).


Ya tenemos el encuadre bíblico, que ha sido el capítulo primero del libro del Génesis, porque, lo primero era lo primero. Se ha hecho un esbozo y un esquema metódicos de la creación, para lo que es necesario que hagamos un resumen, y poder pasar al otro cincuenta por ciento que nos falta.


RESUMEN DE LO ANTERIOR:


1) Dios creó los cielos y la tierra (masculino y femenino).

2) Dios creó al hombre, “a imagen y semejanza de Dios “, macho y hembra.

3) De la tierra se deriva todo.

4) Todo estaba muy bien. Es de resaltar, que, la oscuridad, el caos, y la confusión (Genesis1, 2); igualmente, “las alimañas terrestres de cada especie, y las bestias de cada especie, y toda sierpe del suelo de cada especie: y vio Dios que estaba bien”.


Pasemos, ahora, al capítulo 2 del libro del Génesis, en donde las cosas adquieren un nuevo matiz y color.


CAPITULO 2 DEL GÉNESIS:


El segundo capítulo del libro del Génesis, añade algunas cosas puntuales, que no aparecen en el capítulo 1. Así, tenemos, que:


Uno: 

“no había aún en la tierra arbusto alguno del campo, y ninguna hierba del campo había germinado todavía, pues Yahveh Dios no había hecho llover sobre la tierra.


Dos:

No había hombre que labrara el suelo” (Génesis 2, 5). 


Tres:

Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente.


Este tercer elemento es interesante, realmente, porque, es de la tierra de donde se emana el hombre, en la idea de secuencialidad que hemos venido resaltando. De donde se deduce, igualmente, que el hombre es un continuado, como derivado, de la tierra. El hombre es un derivado, en sentido de resultado, en secuencialidad permanente. No hay saltos en ese sentido, sino, más bien, una realidad que lleva a otra, que es lo que, de inmediato, el texto bíblico resalta en “Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo”; es decir, del polvo, que a su vez viene de la tierra.


Un detalle que nos hace casi perder la respiración por la sorpresa, es que, estaba faltando un elemento de los que ya tenía la tierra, cuando en el versículo 2, había dicho, que, “La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas”. Habíamos descubierto en sorpresa, que es la clave de todo, que la luz era un derivado de oscuridad; también, se había resaltado en descubrimiento sorpresa, igualmente, lo de las aguas de de arriba y de de abajo, y sus derivados, como firmamento. Y, estaba faltando “y un viento de Dios aleteaba”. 


Ahora, aparece la idea de “viento de Dios” en lo de “e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente”. ¿Será, entonces, viento de Dios igual que “aliento de vida” insuflado en sus narices? No dice nada, al respecto, en el capítulo 1, encontrando, ciertamente, diferencias, porque, cuando crea los animales terrestres dice en los versículos 21 y 24, respectivamente, que:


creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente, los que serpean, de los que bullen las aguas por sus especies, y todas las aves aladas por sus especies; y vio Dios que estaba bien.


Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes de cada especie: bestias, sierpes y alimañas terrestres de cada especie.» Y así fue.


En este segundo capítulo se detalla, que, la vida al hombre es dada por “insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente”. Esa es la característica principal, que es al mismo tiempo la diferencia, del segundo capítulo, que, es que complementa lo no dicho en el capítulo 1.


Otro detalle es que en el primer capítulo, solo aparece la palabra Dios, sin ningún añadido, ni antes ni después de la palabra Dios. Simplemente, Dios. No sucede con el capítulo 2 del libro del Génesis, en donde, llama la atención, que, la palabra Dios está acompañada de la palabra Yahveh. Así, en el primer capítulo es, simplemente, Dios; y en el segundo es “Yahveh Dios”. ¿Por qué esa diferencia y ese detalle? Definitivamente, se trata de dos estilos distintos y de dos redacciones distintas.


Y, es en este segundo estilo donde tiene sentido el otro cincuenta por ciento que falta en este estudio bíblico. Ciertamente, que, solamente con el capítulo 1 del Génesis tenemos toda la mística, y contiene una infinita riqueza de conexión en imanaciones de arriba hacia abajo, y de abajo hacia arriba, que son inseparables, y que se resalta en el mapa de cábala judía (árbol de la vida); y la de arriba se explican en las de abajo, y las de abajo se comprenden desde la de arriba, en una constante subida y bajada, todo en una explicación y en una iluminación, simultáneamente; y nunca por separado.


En el capítulo 1, pareciera, más bien, que Dios como que le participara a todo lo derivado de la tierra, que es: los mares, lo seco, la luz, la oscuridad, la noche, el día, los peces, las aves, los monstruos marinos, las sierpes de todas las especies, la hierba, la vegetación; en fin, a todo cuanto ya había, como derivado, primero, y como producto después, les participa que “hagamos al ser humano al ser humano a nuestra imagen y semejanza”; entonces, “a nuestra imagen” es a la imagen de todo cuanto existe, que es la imagen de Dios, que es invisible, en una imagen material, que es lo que se está viendo, que es visible. Esa es la imagen. 


¡Realmente, revelador solo el capítulo 1 del Génesis! Esto es, en definitiva, mística de la creación, en donde creación es Dios, y Dios es la creación; precisamente, porque Dios es todo, y nada de lo que existe se explica sin Dios. Eso mismo lleva a comprender el cántico del libro de Daniel:


Criaturas todas del Señor,

bendecid al Señor,

ensalzadlo con himnos por los siglos.


Aguas del espacio, bendecid al Señor;

ejércitos del Señor, bendecid al Señor.


Sol y luna, bendecid al Señor;

astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;

vientos todos, bendecid al Señor.


Fuego y calor, bendecid al Señor;

fríos y heladas, bendecid al Señor.

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;

témpanos y hielos, bendecid al Señor.


Escarchas y nieves, bendecid al Señor;

noche y día, bendecid al Señor.

Luz y tinieblas, bendecid al Señor;

rayos y nubes, bendecid al Señor.


Bendiga la tierra al Señor,

ensálcelo con himnos por los siglos.

Montes y cumbres, bendecid al Señor;

cuanto germina en la tierra,

bendiga al Señor.


Manantiales, bendecid al Señor;

mares y ríos, bendecid al Señor.

Cetáceos y peces, bendecid al Señor;

aves del cielo, bendecid al Señor.


Fieras y ganados, bendecid al Señor,

ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor

bendiga Israel al Señor.


O, como termina la colección de los 150 salmos, con: “Todo cuanto respira alabe a Yahveh! ¡Aleluya!


El caso es, que, con el nuevo elemento que es Yahveh Dios, el texto bíblico añade otros elementos, en donde la historia, ya no es de la mística de la creación, que es el capítulo 1.


 Definitivamente, que, encontramos diferencia entre el primer y segundo capítulos del libro del Génesis. Es necesario, ahora, que hagamos un narco de referencia. Así, tenemos, que:


Primero:


Luego plantó Yahveh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado.


Segundo:


Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer.


Tercero:


y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.


En el capítulo 1, simplemente, “Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día sexto” (Génesis 1, 31). Por parte, porque, en el versículo 29, dice, que, “Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento”. En el 1, el hombre puede comer de todo, y de todos los árboles; mientras, que, en el 2, se sucede, entonces, una prohibición, cosa que no es posible en una de mística de la creación.


Cuarto:


Tomó, pues, Yahveh Dios al hombre y le dejó en al jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase.


Aparece, ya, una cosa nueva, que es que Yahveh Dios le encargó el jardín al hombre, con una limitante, que es, que, “para que lo labrase y cuidase”. Esto es nuevo, ya, que, en el capítulo 1, “y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.» Entonces, ¿Podía mandar, al punto de “henchid la tierra y sometedla (capitulo 1); o, “para que lo labrase y cuidase” (capítulo 2)?


Hay un  avance en el capítulo 2, que, es una ruptura, porque, ahora, ya no es que puede comer de todos los árboles:


Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer,



mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.»


Quinto:


Ahora, en este capítulo 2, está faltando, como es lógico, la belleza y la grandeza de la mística de la creación del capítulo 1, que, era “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”; e, igualmente, lo de “macho y hembra los creó”; siendo, así, que, en el capítulo 2 hace, primero, al hombre, y lo puso en medio del jardín, imponiéndole una prohibición: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.» (Génesis 2, 16-17).


Sexto:


Dijo luego Yahveh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.»


Y Yahveh Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera.


Se deja notar en el capítulo 2, enseguida, que la obra de Dios estaba incompleta, al resaltarse, que, “El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada”. Le estaba faltando a la obra de Dios, que, en el capítulo 1 era perfecto, y “que estaba muy bien”; ahora,en el capítulo 2 no está “muy bien”, porque, “el hombre no encontró una ayuda adecuada”; es decir, faltaba algo:


Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne.


De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.


Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada.»


Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.


Séptimo:


Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.


Llama la atención, que, en este capítulo 2, hay muchas cosas en negación. Así, ya hemos señalado, que, al hombre le faltaba una ayuda adecuada; también, se ha señalado, que, “del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás”; y, ahora, que, “estaban desnudos, pero no se avergonzaban uno del otro”. Es una permanente en este capítulo una negación; cosa que no en el primer capítulo.


GÉNESIS, CAPITULO 3:


Un detalle importante de hacer notar es, que, la prohibición de Dios fue dada exclusivamente al hombre, cuando, aún no había sacado de la costilla a la mujer; y, cuando aparece la mujer, no repite esa prohibición. Podría decirse, entonces, que la prohibición aplicaba solo para el hombre, y no para la mujer.


Entonces, aparece la serpiente. 


Y. aquí, revolotea en nuestra memoria, que, en el primer capítulo aparece varias veces la palabra “serpies”, e, igualmente, lo referido a esa palabra como “serpea”. Son, así, cuatro veces las que aparece “serpies”, de las cuales, una acompañada, serpies y alimañas (Génesis 1, 24). ¿Por qué resaltar ese detalle? Porque, procuramos entender lo de la serpiente que habla con la mujer, en el capítulo 3 del libro del Génesis.


En todo caso:


1) La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. 


Aquí, se enmarañan las preguntas y las inquietudes, porque, ¿quién había creado a la serpiente, por una parte; y, por otra, quien le había creado a la serpiente la astucia? Porque, si aplicamos el marco de referencia del capítulo 1, Dios, todo lo que había hecho, estaba “muy bien”, hasta las serpies y alimañas.


Pero, no estamos, ahora, en la perspectiva del capítulo 1, sino del capítulo 2 y 3, que es lo que estamos tratando de escudriñar.


2) Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?»



3) Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 



4) Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.»


5) Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis.


6) Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.»



7) Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió.



8) Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores.



9) Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre los árboles del jardín.


ADÁN Y SUS RESPUESTAS A DIOS:


9. Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?»


10. Este contestó: «Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.»


11. El replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?»


12. Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.»


13. Dijo, pues, Yahveh Dios a la mujer: «¿Por qué lo has hecho?» Y contestó la mujer: «La serpiente me sedujo, y comí.»


14. Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.


15. Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.»


16. A la mujer le dijo: «Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará.


17. Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida.


18. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo.


19. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás.»


20. El hombre llamó a su mujer «Eva», por ser ella la madre de todos los vivientes.


21. Yahveh Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de piel y los vistió.


22. Y dijo Yahveh Dios: «¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre.»


23. Y le echó Yahveh Dios del jardín de Edén, para que labrase el suelo de donde había sido tomado.


24. Y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida.



APLICACIÓN CON LA COMPRENSIÓN DE LA ADVOCACIÓN DE LA VIRGEN DEL VALLE:


Es desde los capítulos 2 y 3 del libro del Génesis que se entiende la advocación de las imágenes marianas, y desde la figura de la persona de la virgen María, ya, que, es desde la visión y enfoque religiosos, y, por supuesto, desde la fe, que se entiende la expulsión del jardín de Adán y Eva. Pero no como sentido negativo y de culpa, sino como querido por Dios, por supuesto para crear en el hombre el sentido de la búsqueda.


Demasiado simplista esta parte, ciertamente, porque, no hay justificación suficiente de la advocación (de esta y cualquier otra advocación). Definitivamente, tampoco se puede negar, que, es la motivación del encuentro en Dios lo que hace que tenga valor esa manifestación de las advocaciones, que, aunque, rayan en la exaltación de una imagen, aún, así, albergan en el fondo el encuentro con Dios, en la que la imagen de yeso ejerce una función de puente con grandes rasgos religiosos; es decir, conectan con Dios como el creador de todo.


No se puede negar, entonces, que, aunque, lo ideal es la expresión mística del capítulo 1 del libro del Génesis, que sería la máxima aspiración; tampoco, se puede ni se debe negar, que, ante la no profundización del capítulo 1, lo religioso que contiene el capítulo 2, es el elemento formador con sus reglas y prohibiciones con carácter religioso, con demasiado énfasis en que esto no y aquello sí, se va formando una elevación de la conciencia del ser humano. Ciertamente, el camino es más largo, porque, lo que en la comprensión y asimilación del capítulo, que sería de poco tiempo en el tiempo, sometido todo al “atadeció y amaneció” aplicado para lo creado y al hombre, conllevaría muchos años prolongados en los que los rituales y prohibiciones irían aumentando la conciencia.


Es la elevación de la conciencia, al fin y al cabo, el resultado de todo. Conciencia de creado; conciencia de creación; conciencia de derivados según el capítulo 1 del Génesis; conciencia de secuencialidad. Y, por supuesto, conciencia de gratitud y agradecimiento en una actitud de constante sorpresa, primero, porque todo  absolutamente, todo viene y es de Dios, que “en un principio creó los cielos y la tierra”, “y la tierra era caos y confusión y oscuridad”. Y, segundamente, porque “vió Dios que todo estaba muy bien”.


Es, entonces, cuando lo religioso, que es propio desde el segundo capítulo del libro del Génesis, es necesario; que no fuera necesario si se viera de manera natural en su totalidad el capítulo 1 del Génesis, de principio a fin, y sin desperdicio de todo lo que contiene el capítulo. Pero, como no es así, entonces, es la importancia del capítulo 2 del libro del Génesis en adelante.


Esto último explica la religión, absolutamente. Y, también, explica el trabajo muy lejano, pero aproximativo de la religiosidad popular como las advocaciones de ese mismo misterio de hacer crecer en crecimiento de conciencia, que Dios es creador de “cielos y tierra” y que el hombre es creado a “imagen y semejanza de Dios”, siendo la imagen la secuencialidad de lo creado, que es materia visible para ver a un Dios invisible; y la semejanza, el poder de la voluntad divina prolongada y transmitida como poder en el hombre que Dios creó, para, entonces, decir, que, “Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día sexto”.


Hemos llegado a Pénjamo; es decir, a donde íbamos. Y traigo, para terminar, lo que en el comienzo de este estudio fue el marco y propósito y tarea:


Comenzamos, hoy, 30 de agosto la novena de la Virgen del Valle. Serán nueve días de devoción, por una parte, y, por otra, una gran oportunidad para buscar profundizar sobre los misterios de la fe, sin desvincular una de la otra, que sería separar la devoción de la profundización, ni mucho menos, sin separar una de otra para dar más importancia a una. La tarea es pastoral, ciertamente, pero, teniendo en cuenta que toda pastoral está iluminada por la luz de la Palabra de Dios, donde está, precisamente, todo comienzo y fin de la actividad de la fe.


Eso nos proponemos hacer durante estos nueve días, teniendo como norte y brújula de criterio lo que se enseña en el Concilio Vaticano II, que, la única fuente de la teología es las Sagradas Escrituras.  Es decir, si se quiere hacer ejercicio de pensamiento, tiene que ser solo bajo el criterio de lo que dice el texto bíblico; porque, de lo contrario, se corre el peligro de ponernos fantasiosos; o, sea, muy imaginativos.


Tarea cumplida.

Tarea lograda. 

Y, así, como Dios miró todo lo que había hecho, y todo estaba muy bien; así mismo, sabiendo, que, la semejanza con Él está y estaba en el poder de la voluntad en “haya” y “se hizo”; igualmente, también yo: “y ví que todo estaba bien”; y, “atardeció y amaneció”, día noveno de la novena de la Virgen del Valle.


¡Maravilloso, simplemente!


Y, como es de la virgen del Valle, entonces, cantemos, juntando la comprensión de la advocación con su rico contenido teológico de fondo:


Gloria al Padre,

Gloria al Hijo

Gloria al Espíritu Santo

Gloria a la virgen del Valle

Que nos guía con su manto.


Sin que falte la letra “y’”.

martes, 5 de septiembre de 2023

Día octavo


A PROPÓSITO DE LA CELEBRACIÓN DE LAS FIESTAS DE LA VIRGEN DEL VALLE, AÑO 2023


P. Daniel Albarrán

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(ANTERIOR)

(SIGUIENTE)

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DIA OCTAVO:

LOS ANIMALES Y TAMBIÉN AL HOMBRE

(Génesis 1, 24-31):


Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes de cada especie: bestias, sierpes y alimañas terrestres de cada especie.» Y así fue.


Hizo Dios las alimañas terrestres de cada especie, y las bestias de cada especie, y toda sierpe del suelo de cada especie: y vio Dios que estaba bien.


Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.


Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.


Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.»


Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento.


Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra, animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento.» Y así fue.


Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día sexto.



Llegamos, finalmente, a la creación del hombre. Es curioso, que, al hombre lo crea el mismo día que hace a los animales. Y, vuelve a aparecer la palabra “crear”, que no había aparecido desde el versículo primero. Y, “crear” aparece cuando creó los cielos y la tierra, y, ahora, cuando “Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó”.


Llama la atención, primeramente, que aparece, solo en ese versículo, el 27, dos veces la palabra “creó”; cosa que no se repitió en el primer versículo, cuando dice que “creó los cielos y la tierra”, que aparece solo una vez. 


Se añade a ese detalle que llama la atención, el que antes de decir “creó”, en el versículo 27, que, “Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra”. Surgen, de inmediato, las preguntas y las inquietudes:


1) Pareciera, que, hay un paso y un proceso que antes ni se había dado, ni con los cielos y la tierra, ni con las aguas, ni con el firmamento, ni con cielos, ni con tierra, ni con los peces, ni con las aves, ni con los animales; el proceso está, ahora, en que, Dios, primero, dijo, y después, creó. Hay una especie de camino de entre decir Dios y crear, que es distinto a las veces anteriores, porque, en esas veces, simplemente, Dios dijo “haya”; y, ahora, se dice a sí mismo, y después, crea. Eso, por una parte.


2) Llama, definitivamente, la atención, que, dos veces aparece la expresión “creó”, tanto para iniciar como para terminar la misma acción, en el caso del hombre, creados con la especificidad de “a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó”.


Se sucede, igualmente, un antes y un después. Y, en el antes, hay dos antes, el inmediato y el lejano; porque, en el inmediato está el que “Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra”. En ese antes inmediato se suceden detalles interesantes, como el hecho de que Dios ya le crea un objetivo, y pareciera, más bien, una justificación de por qué va a hacer al hombre, que, es que, “y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra”.


La permanente es la letra “y”, como hemos venido resaltando. 


Es necesario, definitivamente, resaltar que hay un paso de el “dijo Dios” al “creó Dios” en el caso del hombre. 


Viene, ahora, un cambio en el texto, que impresiona grandemente, y es que, en antes del versículo 27, Dios aparece como el solo, en singular, con la afirmación “Dijo Dios”. Ahora, aparece un plural, sumando el singular del Dios de antes, con un “hagamos”. Esto hace que nos detengamos, para cuestionarnos y cuestionar al texto, porque, de ¿Dónde sale el hagamos?


Este plural, este “hagamos”, lleva, de inmediato, a preguntar:


1) ¿En Dios hay un plural; es decir, varios con él? 


2) ¿El hagamos es una acción de varios con Dios; o es el mismo Dios, único, sin más que él?



Sin embargo, es un atrevimiento presentar la idea de que, ciertamente, se trata de un “hagamos”, en plural, porque, ya es un plural todo lo que Dios venía haciendo, y había hecho ya. Y, al decir, “hagamos” sería el resultado de una secuencialidad de realidades ya hechas y en suma de derivados, que hacía que se repitiera en cada caso de “vio Dios que era bueno”, que serian cinco veces la misma afirmación y satisfacción de Dios por su obra. 


Ciertamente, es un atrevimiento, y así se presenta en este estudio que venimos haciendo, porque prevalece la idea de la secuencialidad en la obra de Dios, según el libro del Génesis.


Entonces, el “hagamos” de Dios, del versículo 27, tiene la idea de la secuencialidad.


Y, esa misma idea hace que todo lo demás sea sencillo, y que no es más que una confirmación, porque se mantienen los mismos elementos, que son:


Primero: Dios creó “los cielos y la tierra”.


 Segundo: en masculino y en femenino (tanto en singular, como en plural). Se repite lo de masculino en “cielos”, sin el artículo, en “mares”, “el firmamento”, “peces”, “seco”, “luceros, día; y lo femenino en “tierra”, “oscuridad”, “la luz”, “aves”, “noche”.


Tercero: “La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas”. 


Cuarto: “Y dijo Dios: haya”


Quinto: “y hubo”


Sexto: “Y vió Dios que era bueno”.


Séptimo: “Y Dios los bendijo (desde la realidad de los animales).


Y, todos estos elementos están presentes cuando “Dios creó al hombre, a su imagen y semejanza”. Y, se repiten, absolutamente, los mismos elementos, que son secuenciales y continuación, que son:


1) Masculino y femenino.

2) Macho y hembra.

3) Los bendijo Dios.

4) Se repite el mandato 

5) «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla.


Y, se sucede una cosa sorprendente: 


Primero:


Y bendíjolos Dios, 


Segundo:


y díjoles Dios: «Sed fecundos y multiplicaos


Tercero: 

Y henchid la tierra y sometedla; 


Cuarto:


mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.»


Quinto:


Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra, animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento.» Y así fue.


Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día sexto.


¡Absolutamente, maravilloso!


Vuelven a aparecer las dos constantes: la letra “y”, y “Y atardeció y amaneció”, que es el marco del tiempo a lo que somete, absolutamente todo. Y, nos faltó resaltar y repetir el “vio Dios que estaba bien”, que es el tercer elemento constante. Entonces, serian tres las constantes.


¡Interesante!


Es inevitable que resaltemos que se siente una especie de sometimiento de Dios hacia el ser viviente. Así sucedió con los animales, a los que, primero bendice, y después les da un mandato. Eso sucede, también, con el hombre, que es creado “a imagen y semejanza de Dios”.


La pregunta es doble, entonces: 


Hagamos, ¿Será en conjunto con todo lo que ya había hecho, y por eso, en esa secuencialidad, Dios siente que todo lo anterior está involucrado, ahora, a esas alturas de su obra creadora, y por eso ‘hagamos”? ¿Y, se confirma, entonces, la secuencialidad, que es la clave de un conjunto?


¿A qué se parece Dios, y qué de lo creado es parecido a Dios, para condicionar al hombre, y darle la propiedad que sea su imagen; más, aún, su semejanza? Se podría secuenciar, entonces, que la imagen era  todo lo creado, que es fruto de la tierra donde estaba todo y del que toma todo. Y, que, el fruto de la tierra, todo, absolutamente, todo es la imagen de Dios; por eso, “Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra”. Es la tierra, y todos su derivados, entonces, la perfecta imagen de Dios.


Podría desprenderse, que, “a nuestra imagen”, sea la materia, lo palpable, la tierra. ¿Y, la semejanza? Tal vez, la semejanza sea el “dijo Dios: haya”, porque, ahí se muestra la voluntad, el querer; y, ahí será semejanza de Dios. La semejanza podría ser, entonces, el “hágase de Dios” como expresión de voluntad; y, de ahí que Dios le da al hombre la autoridad del dominio, porque antes de crearlo eso fue lo que proyectó: “Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra”.


Lo interesante de todo esto es que ya tenemos la imagen y la semejanza de Dios en todo lo creado hasta antes de crear al hombre, desde el mismo primer versículo, porque Dios creó, que sería la semejanza, confirmado en los versículos posteriores en “dijo Dios: haya”; y la imagen, todo lo material que venía derivando del primer elemento que era la tierra, y desde la que se emana todo.


Por eso, el “hagamos” que Dios se dijo, porque, es la continuidad y la consecuencialidad. Eso mismo lleva a pensar que en Dios en lo creado no hay interrupción, sino continuidad, porque Dios es infinito en su continuidad. Todo, igualmente, sometido a lo primerito que sucedió en “atardeció y amaneció”.


Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardecío y amaneció: día sexto.


Llama la atención, por último, que es doblemente positivo la afirmación de Dios, pues “Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien”. 


Esto es muy importante resaltar: “y todo estaba muy bien”. Se resalta el “muy bien”. Nada, entonces, estaba, ni siquiera regular; sino, “muy bien”.


ILUSTRE TEÓFILO-EVANGELIO DE SAN LUCAS

 . ENCUENTRO CON LUCAS EL EVANGELISTA (Tomado del libro CON SOLO UNA MOCHILA, TOMO I, CAPÍTULO 2. AUTOR: J. DANIEL ALBARRÁN; año 2024) (PODC...