miércoles, 22 de enero de 2025

ECUMENISMO

CELEBRANDO LA JORNADA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

(SEMANA DEL 18 AL 25 DE ENERO DE 2025)

P. Daniel Albarrán 

(Audio/Video)


En esta experiencia vivida de que “el mundo es un pañuelo”, para resaltar, que, nos sorprendemos cuando nos presentan  a una persona, y ahí la saludamos; y esa persona es hijo, o hermano, o familia de otra persona que ya conocíamos, y decimos sorprendidos “qué chiquito es el mundo”, y nos da alegría por la conexión que se hace en esa relación de conocidos; así, igualmente, hoy día, cuando, ciertamente, “el mundo es un pañuelo”, por lo chiquito que es, pues todos somos, ya, conocidos. Y, eso da alegría, y no hace falta que nos hablen de la nueva persona que estamos conociendo, justo, en ese momento, porque, es, que, ya nos es familiar porque lo conocemos desde antes, aún, cuando sea esa la primera vez que lo vemos. Y, se sorprende la misma persona que está siendo presentada, y se alegra uno porque y tiene una referencia familiar de ella. Y, es espontánea, entonces, la carcajada y abrazo y el apretón de manos. Y, enseguida, se pregunta por aquellos y por estos, porque, somos conocidos, ya. Y, con ello, de inmediato, se hace un avance significativo en la nueva amistad y en el nuevo conocido, en reciprocidad; porque, también, se alegra esa persona de ser conocidos sin conocerse.

¡Maravilloso!

Eso es ECUMENISMO; es decir, el ecumenismo de “el pañuelo chiquito”. Y, no hay fronteras, ni tampoco, distancias, porque es chiquito el pañuelo. Y, nos conocemos, ya, desde hace tiempo, aún cuando sea la primera vez que nos vemos las caras.

Y, es, que, todos somos , primero, “imagen y semejanza de Dios”, al ser criaturas, obra del mismo material, según la imagen de los pensadores, místicos, poetas, antropólogos, naturistas, del libro del Génesis en el capítulo 2: “Entonces Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente”. Y, resultó, después, que fue colocado en el jardín del Edén, para que lo labrase y lo trabajara. Y, solo después de haber creado al hombre, según la visión del segundo capítulo del Génesis, es que crea donde va a vivir el hombre: “Luego plantó Yahveh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.


Y, es, aquí, donde “la gata empezó a mirar a lo alto”, para “subirse a la batea”. Y, aquellos místicos y contemplativos judíos, que escribieron, y que conocían de la psicología humana y la manera de ser los hombres, escribieron con conocimiento profundo, y con ello daban un paso adelante al pasar, ahora, a la dimensión de lo transcendente, y entonces, apuntaron, que, “Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal”.


Y, como ellos interiorizaban todo lo que habían descubierto del ser humano, los escritores sagrados, por supuesto, que eran y son judíos, colocaban en plano teológico lo que ellos, igualmente, sorprendidos descubrían; entonces, profundamente sabios plasmaron la idea con: “Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.”


Hasta ahí, en esos versículos del libro del Génesis del segundo capítulo, todo estaba siendo, ABSOLUTAMENTE ECUMENISMO; es decir, todo de todos; y nada en partes. Todo igual para todos. Es, que, la creación es ECUMENISMO en sí misma. Más aún, era y es “mosqueteriana”; es decir, “todos para uno; y uno para todos”, según el lema de los tres mosqueteros. 


Hasta ahí, cero complicaciones.

Pero, la gata ya habían mirado a lo alto, y ya tenía pensado pegar un salto para la batea; porque, en el mandamiento de “De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio”. Ya era muy tarde. La gata ya se había fijado la idea…


Y, aquí, comienza lo interesante, realmente; porque, lo bueno es, la subida a la batea…tan solo que la gata estuviera adormecida…


Y, aquellos judíos, que con la sabiduría de la intuición y la profundidad de la contemplación, primero, porque lo descubrían en ellos mismos, por esos eran contemplativos; y después, porque lo evidenciaban en los demás, por eso eran poetas y místicos, escriben lo que a continuación escriben:

Dijo luego Yahveh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.»

Y, creó Dios todos los animales, según aquellos pensadores y escritores, místicos, poetas, y científicos.

Y Yahveh Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera.

El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada.


Y, es, que, la gata ya tenía en su cabeza todo programado para dar el salto a la batea, que le era apetecible. Y, su cerebro no tenía otra orden, sino la de saltar; y así iría a hacer… Y, no es el problema que salte, porque, es que va a dar el brinco, porque, tiene todas las facultades físicas y cerebrales para hacerlo, ya que se las dio Dios…


Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne.

De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.

Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada.»

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.

 Y, Adán, en ese momento es un santo del Ecumenismo, porque, es, absolutamente, ECUMENICO: todo lo ha creado Dios; y, ahora, especialmente, está super contento de Dios, primero, y segundo, de la compañera que Dios le acaba de dar. 


Y, es, que, no es más que “Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Todo es Dios, y todo viene de Dios.

¡Guao! ¡Super agradecido, Adán!

¡Eva, también, agradecida y contenta!


Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.


A estas alturas la gata ya había encorvado su columna vertebral y su postura era determinada a dar el estirón como el resorte. Y, es, cuando los autores de ese capítulo, sabiendo lo que sabían ya del mundo y de los hombres, porque lo tenían interiorizado, cuentan:


La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?»

Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín.


Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.»

Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis.

Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.»


Alguien tiene que ser el culpable y el responsable de que la gata se haya montado en la batea…Y, aquí, comienzan los elementos interesantes…demasiado interesantes, más bien, porque…

Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió.


Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores.


Y, los escritores judíos en su lógica comprende la psicología humana, porque, paso a paso, se mantiene en unidad, porque a los dos, a Adán y a Eva, todo le iba parejo y sin diferencias.


Y, aquí, hay una sutileza, muy de aquellos pensadores exquisitos, porque hay una evolución paulatinamente hacia el paso siguiente, y es, que, en su relato, más bien, tipo novela por lo sutil y por el drama en el cuento que llevan contando, porque…


Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre los árboles del jardín.


Se pone el cuento interesante…


Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?»


Adán…Adán…Tenías que haber contestado: aquí estoy….véame…aquí…aquí.. pero…


Este contestó: «Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.»


O, sea, la razón era porque estaba desnudo…Y, ¿Quién no le puso ropa?...Sí Dios lo hubiese puesto ropa desde un comienzo…Eso, por una parte; por la otra parte, la culpa, también, es de Dios, porque, ¿por qué hace que hasta el solo ruido de sus pasos, los de Dios, por el jardín sean tan intimidatorios que hasta dan miedo y susto? Por otra parte, por qué Dios hizo que la serpiente fuera tan astuta, de hecho, la más astuta de todos los animales, y por qué hizo que hasta la serpiente hablara, al punto de ser hasta convincente y haber inducido a Eva a comer del árbol prohibido; además, por qué hizo que el fruto del árbol fuera tan apetitoso, y por qué…y . por qué…y por qué…


El replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?»


Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.»


Ahí fue justo el momento en que “la gata se subió a la batea”:

Comieron del árbol, primero.

¿Qué has hecho, preguntó Dios?

La mujer que me diste…


Aunque, más bien, lo primero sería en, que, “La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer…”


La gata se subió a la batea.

Y, empieza todo.

Es, que, la culpa es, primero, de Dios…primero… no me puso ropas…segundo, fue él que me creó…no me consultó si yo quería vivir y existir…

Y, es, que, lo creado por Dios que ya es, absolutamente, ECUMENISMO, porque es bueno y muy bueno, y por eso descansó, según el capítulo primero del libro del Génesis, en la mentalidad y convicción de aquellos escritores, que son distintos solo en esos dos capítulos del mismo libro; porque, en el primero, “y vió Dios que todo era muy bueno”, y en el segundo, “la serpiente era el animal más astuto de los animales”, hace, entonces, que dos relatos distintos sean una misma comprensión en dos expresiones, pero, con un mismo dato que une, que es, que todo es obra de Dios; y, así, como todo era muy bueno, según el primero, porque, es obra de Dios, también, la mujer era buena y muy buena, por ser obra del mismo autor, según el segundo capítulo. Y, Adán exulta de alegría y agradecimiento, por la obra de Dios.

Hasta ese momento del cuento de aquellos escritores del segundo capítulo, Dios es ECUMENISMO y Adán, igualmente, es ECUMENISMO, porque, están agradecidos, Dios, primero, y Adán, después. Dios agradecido, porque Adán es obra suya, a “su imagen y semejanza”; y, Dios, estaba contento. Y, Adán, también, muy agradecido. El origen y raíz del Ecumenismo es lo “agradecido”, porque, todo es bueno y todo viene de Dios. Y, eso es lo que los escritores están proclamando.


¿Es bueno que la gata se haya subido a la batea? Dios le dio todo a la gata, hasta el hecho del brinco y del impulso para saltar a la batea, porque, es que hasta el movimiento lo hizo Dios.


Es, que, la culpa es de la gata. 

Es, que, la culpa es de la serpiente, hasta hablaba la serpiente, y se tomó atribuciones que Dios no le había dado…que atrevida la serpiente…

Es, que, la culpa es de Eva…y ella, Eva, la mujer es mala …es el pecado…

Es, que, la culpa es de esto, o de aquello…

Es, que, el mundo es malo…


Y, entonces, se genera la diferencia de criterios…porque no se piensa igual…porque se piensa distinto. Y, es, el problema que la gata se haya subido a la batea…porque, hasta la batea tiene la culpa…


Y, el mundo y Dios y el ser humano, que es ECUMENISMO puro y absoluto, pasa, entonces, a ser una imposición de criterios, porque, es la desvirtualización de lo bueno que es la obra de Dios. Aquí, la gata tumbó los corotos que estaban en la batea…


Y, Jesús, sabiendo eso lo recordó, y San Juan evangelista, al igual que aquellos escritores del Génesis, uno y dos, en su manera de contar, cuenta lo que en su comprensión contemplativa, dice que Jesús, místico por excelencia pidió, según el capítulo 17 del Evangelio de San Juan, que sus discípulos fueran uno; sabiendo que nunca lo iban a ser; es decir UNO. Por eso su ORACIÓN al Padre, en la que no da gracias al Padre porque son UNO, sino, que ora porque lo sean, que nunca lo serán, porque, es, que, hasta no son uno el mismo relato los dos primeros capítulos del libro del Génesis. Lo entendieron aquellos escritores, y Juan el evangelista y Jesús en la redacción del evangelio.

Y, es, que, tampoco eran uno en su tiempo los contemporáneos de Jesús, porque fariseos, judíos, saduceos, esenios, y muchos mas…

Y, entonces, San Juan nos cuenta, que:


Así habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti.


Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado.


Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo.


Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar.


Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese.


He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu Palabra.


Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti;  porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado.


Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos;


Y, aquí, San Juan, el evangelista, que en su mística de contemplativo es la misma de los dos grupos de autores del libro del Génesis, hace a Jesús ECUMENISMO puro y absoluto, porque, Jesús no pide por el mundo, porque, el mundo por ser obra de Dios, es ECUMENISMO, sino que pide por los discípulos para que comprendan que ya todo en si es ECUMENISMO.


¡Guao! 

¡Maravilloso!


y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos.


11. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.


Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura.


Y, a este punto, ya hay un punto diferente de comprensión que ese hijo al que se refiere el evangelista…


Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada.


Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo.


No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno.


Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo.


Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad.


Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo.


Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad.


No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.


Y, aquí, es para quedar sorprendidos en mística pura, de la más exquisita que pueda existir, porque, está ampliando el rango de comprensión que puedan tener sus discípulos, y, es que, no se trata de para un grupo reducido, que sería empobrecimiento y reduccionismo, sino por aquellos que van a creer en la verdad, que es el encargo que tendrán todos sus discípulos, porque, creyendo en esa palabra van a descubrir en naturalidad y en espontaneidad, que Dios, el Padre y él, el hijo, son uno y se descubren solo al contemplar al mundo de por si, que es Dios y mundo; mundo y Dios, porque ver a Dios es ver el mundo, y ver el mundo es ver a Dios. Esa es la verdad.


Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.


Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo.


Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado.


Esos son los discípulos. No, unos discípulos…Y, unos, sí; y, otros, no. Ahí está el momento en que la gata tumbó los corotos de la batea; y donde está que se haya subido…


Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.»


Y, es, que, Dios no es opuesto a mundo; ni mundo distinto a Dios. Lo contrario, es una perspectiva y no la verdad. Y, la verdad es: Dios nos creó iguales, y todo es bueno porque es su obra, pensando distinto; y es, que, ya la misma manera de pensar va a hacer una tarea no conseguida, y entre otras de las mismas razones de pensar distinto, es considerado, ya, por los mismos judíos, de otras épocas pero de una misma experiencia mística, y es, que, en la misma salida de los hebreos de la esclavitud de Egipto, se dice, que, “los israelitas partieron de Ramsés hacia Sukkot, unos 600 mil hombres de a pie, sin contar los niños. Salió también con ellos una muchedumbre abigarrada y grandes rebaños de ovejas y vacas” (Éxodo 12, 37-38). Y, con esa cantidad de 600 mil hombres que salieron, ya los judíos sabios, místicos, profundos y psicólogos, y, que son ahora los místicos y estudiosos de la Cábala, admiten, que, en el caso de las Leyes de la Torá, que más adelante Dios da a Moisés, tiene muchas maneras de interpretación, de al menos de 600 mil maneras, que es la cantidad que salió de Egipto; sin contar, por supuesto, la otra cantidad imprecisa en lo de “una muchedumbre abigarrada”, que significa, que, “es un grupo de personas que presenta una gran variedad de características”; es decir, gente de otros pueblos que se juntaron para la salida de la esclavitud de Egipto.

Y, Jesús, y el evangelista San Juan, al escribir que Jesús lo dijo como oración, es una petición de que sea; no de que es: “Padre…que sean uno…y no te pido por el mundo…” y, es, que, hasta el mundo, que es bueno, hasta puede verse como malo…y se trata de perspectivas y no de la verdad. Y, la verdad es, que el Padre y el Hijo, ya son uno…por eso da gracias Jesús; y no porque sus discípulos sean uno…


No iría con la realidad verdadera de su mensaje, y de su enseñanza…porque Jesús recuerda, precisamente, que la obra de Dios, hecha por la Palabra, es, absolutamente, muy bueno; y eso es ECUMENISMO. San Juan lo entendió y lo comprendió cuando comenzando su libro dice, que, “al principio existía el verbo…y el verbo era Dios…y todo se hizo por el verbo…y el verbo se hizo carne…” y en esa afirmación vuelve a proclamar el ECUMENISMO de la creación, porque, carne y VERBO se hacen una misma realidad, en una de “Dios con nosotros”.


Ya es ECUMENISMO puro y absoluto solo el comienzo del Evangelio de San Juan; y es ECUMENISMO continuado Juan el Bautista, al reconocer que que él no es el Mesías, y que viene otro al que él no merece desatarse las sandalias, y que es el Cordero de Dios que quita los pecados, y que bautiza con agua y con fuego; y es ECUMENISMO practicado cuando María, la muchacha de Nazaret, después del anuncio del ángel va a visitar a su prima Isabel; y, entonces, Juan evangelista que es ecumenista en su comienzo del libro, también, lo es San Lucas, apenas comienza su carta al ilustre Teófilo, por una parte, para quien recoge toda la información que tiene a mano sobre Jesús y del que le va a contar; y lo es, igualmente, San Lucas cuando recopila los cánticos e himnos de la historia y tradición judias y los pone en boca de Zacarías, primero, y después en boca de María ante la visita a la prima Isabel, y después en Simeón cuando la presentación del niño Jesús, a los cuarenta días de nacido, según la costumbre judía de circuncidar a los ocho días y a los cuarenta días la presentación…Y, es ecumenista absoluto, en una una comprensión de Ecumenismo, el evangelista San Mateo cuando hace una presentación de una nueva Torá, la de Jesús, es las doce bienaventuranzas, con un criterio de unidad y universalidad en la primera de todas las bienaventuranzas al decir en Jesús, de “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos”; y es ecumenista puro Jesús cuando, según el Evangelio de San Lucas enseña a orar a sus discípulos a petición de estos a Jesús de que les enseñara a orar, y Jesús les dijera: cuando oren, digan Padre, que estás en el cielo; existiendo, igualmente, una diferencia con el Evangelio de San Mateo, que dice, más bien “Padre nuestro”, en vez de solo padre de Lucas; pero, ambos coincidiendo, igualmente, en Jesús no llamar a Dios por su nombre, como Dios, sino como Padre, y con ello, Jesús ser modelo judío de no tomar el nombre de Dios en vano. Es ECUMENISMO puro y ecumenista por excelencia, Jesús, cuando en la conversación con la samaritana le dice que “a Dios se le adora en espíritu y en verdad” y no en un templo, ni en Jerusalén ni en Samaria; y ecumenismo puro es cuando Jesús reta en sentido de más allá de las palabras de “tumben este templo que yo lo reconstruiré en tres días”; y es ECUMENISMO puro cuando Jesús dice que el Reino de los cielos se parece a una semilla de mostaza, o a un administrador, o una perla fina, y a otras muchas cosas con las que se parece, pero que no es, sino que “se parece”; es ECUMENISMO puro cuando Jesús dice y manda a sus doce, incluyendo a Judas que estaba a la mesa, de “hagan esto en conmemoración mía”, porque, es la sangre de la nueva alianza; y es ECUMENISMO puro cuando, también, le dice y le pide a Judas que haga lo que tiene que hacer, y ya Judas, e igualmente Jesús, sabían qué era lo que se tenía que hacer, y enseguida, Jesús exulta en gracias al Padre, porque está llegando la hora, porque para eso había venido al mundo mandado por el Padre, en absoluta obediencia; y es ECUMENISMO puro cuando Jesús se queda callado ante la pregunta de Pilatos de qué es la verdad; y Jesús se quedó callado.

¡Guao!

¡Ese silencio de Jesús en ese preciso momento es ECUMENISMO PURO…guardó silencio…cuando pudo hablar y explicar lo que era la verdad!


¡Y, la verdad, era la Cruz, al día siguiente!

¡Ecumenismo puro, en un absoluto silencio! 

Y, enseguida, llegó el momento culmen de todo el ECUMENISMO que pueda existir: ¡Todo está cumplido! ¡Y, Jesús, en ese momento muere! ¡En la cruz!


No puedo hablar más.

Quiero en este momento ser Ecumenismo y ecumenista. 


¡Déjenme guardar silencio!


Lo demás, es 600 mil maneras de interpretación…Y, Jesús, pide que sean uno…


Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin



No hay comentarios:

Publicar un comentario