UN CUENTO DE SOBRE CARNE
P. Daniel Albarrán
(ESCUCHAR EL CUENTO EN AUDIO)
________________
_____________________
Érase una vez...Domingo 25 de agosto.
El Evangelio del día
decía, que:
-- Jesús dijo:
-- «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede».
-- Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
-- Entonces Jesús les dijo a los Doce:
-- «¿También vosotros queréis marcharos?».
-- Simón Pedro le contestó:
-- «Señor, ¿a quién vamos a acudir?
-- Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».
Era que Jesús
venía hablando, que,
Él era el pan vivo
bajado del cielo,
y que quien coma
de su carne,
tiene vida eterna.
venía hablando, que,
Él era el pan vivo
bajado del cielo,
y que quien coma
de su carne,
tiene vida eterna.
Y, seguía hablándoles
de esa manera.
Debió ser muy díficil
escuchar todo aquello:
Su carne,
pan vivo,
vida eterna,
y esas cosas.
Y, ciertamente,
debió ser muy díficil oir eso.
Hasta aterrador, más bien:
¡Comer su carne...!
¡Complicado!
Además, sus palabras, decía,
son vida,
es espíritu y vida.
Y, empezaron
a irse,
a no seguir con Él.
Sin embargo, dijo
una cosa interesante:
-- «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede»
Y, enseguida, las preguntas en sorpresa:
-- ¡¿Si el Padre no se lo concede?!
-- Y, es, que,
¡¿El Padre no lo puede conceder
a todos, sino a los que Él se lo conceda?!
-- Y, ¡¿A quiénes sí; y a quiénes no?!
Y, Jesús viendo
que se estaban yendo,
-- les dijo a los Doce:
-- «¿También vosotros queréis marcharos?».
Entonces,
Simón Pedro le contestó:
Simón Pedro le contestó:
-- «Señor, ¿a quién vamos a acudir?
Tú tienes palabras de vida eterna;
nosotros creemos y sabemos
que tú eres el Santo de Dios».
Más no dice, sin embargo,
que el Padre le concedió
a Pedro, al menos,
quién fue el que dijo,
de ir donde Jesús
y con Jesús.
Pareciera, en todo caso,
que Pedro, más bien, se adelantó,
y tomó la iniciativa:
-- Simón Pedro le contestó:
-- «Señor, ¿a quién vamos a acudir?
-- Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».
Y, Pedro, entonces,
reconoce, que
"Señor, a quien vamos a acudir".
-- ¡Uppppppps!
-- ¡Interesante!
reconoce, que
"Señor, a quien vamos a acudir".
-- ¡Uppppppps!
-- ¡Interesante!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario