miércoles, 31 de julio de 2024

UN CUENTO DE SOBRE COSAS COMPLICADAS

 UN CUENTO DE SOBRE COSAS COMPLICADAS

P. Daniel Albarrán 
________________
_____________________

Érase una vez.. 

Tres días, ya,
de después de las elecciones presidenciales
 en Venezuela.

Los resultados eran unos,
y los veredictos, otros.

Y, no coincidían los resultados
 con los veredictos.

Y, al no coincidir,
se estaba en una de una injusticia.

No era justo, entonces,
porque el veredicto 
no era reflejo de la realidad.

Y, Venezuela,
estaba horriblemente dividida,
y unos se aferraban a los resultados,
y otros, al veredicto.

Y, el veredicto no era, ni en lo más mínimo,
reflejo de lo que decían las voluntades.

Entonces, había que hacer valer
las voluntades,
porque, todo era una grosera acomodación de desvirtuar los resultados.

Y, muchos habían salido 
a defender los resultados.

En su justo derecho.
Y, los del veredicto se negaban 
a cotejar los resultados,
que eran, y son,
 los únicos parámetros de la validación.

Se trataba de pruebas en manos, 
por una parte;
y, por otra, 
de conformar y corregir los errores,
que, ya, no eran casuales,
sino premeditados y armados.

Por eso, entonces,
las confrontaciones:

-- Aquí están los datos,
-- vamos a compararlos.

Eso, implicaba, ciertamente,
poner en la misma mesa
a la verdad y a la mentira juntas;
sin imponer la mentira,
pero, sin callar la verdad.

Pero, se imponía la mentira 
a fuerza de la fuerza;

y se huía de la verdad 
que se impone por sí sola;
y se estaba exigiendo, por sí sola, 
porque, es que así actúa la verdad:
 ella solita se defiende.

Entonces, era, ya,
día miércoles:

cuatro días después, desde el mismo domingo.

Y, empezaron las llamadas por teléfono:

-- escriba un cuento, padre.
-- lo necesitamos 

-- es necesario, que, 
nos abra caminos con uno de sus cuentos.

Y, la cosa estaba fea,
porque, 

-- ¿Cómo escribir un cuento 
-- cuando se tiene el corazón partío?

Era, miércoles,
muy temprano, por la mañana.
Y, había mucho que decir.

Y, había mucho que gritar.

Entonces,
en medio de confusiones,
justo después, en la oración de los laudes 
(la oración de la mañana),
fue el salmo de la salmodia de los laudes,
cuando el salmo decía (Salmo 35):

- El malvado escucha en su interior 
un oráculo del pecado:
- «No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia.»

-- Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.

-- Las palabras de su boca son maldad y traición,
- renuncia a ser sensato y a obrar bien;

- acostado medita el crimen,
- se obstina en el mal camino,
- no rechaza la maldad.

Y, el salmo continuaba. 
Y, me iba quedando en silencio,
porque, no precisaba 

si todo aquello era coincidencia;
o si todo esto era Providencia.

Y, me quedé callado.
Simplemente, me quedé 
llorando.

Porque, es que la cosa
en Venezuela, 
de después del 28 de julio de 2024,
es para llorar.

Y, más adelante,
el salmo continuaba:

-- Han fracasado los malhechores;
-- derribados, no se pueden levantar.

Y, terminaba el salmo
con la alabanza a la Trinidad:

-- Gloria al Padre,
 y al Hijo, y al Espíritu Santo.

-- Como era en el principio,
 ahora y siempre,
-- por los siglos de los siglos. 
Amén.

Y, no pude decir nada más.

Solo me quedé en silencio.

-- ¡Ummmmmm!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario