UN CUENTO DE ESPEJO
Cuenta el cuento, que,
había una bella,
y había una bruja.
La bella era joven.
La bruja, no era tan joven.
Esta, la no tan joven,
tenía un espejo.
Y, siempre se miraba en él.
Y, le preguntaba:
-- ¡Espejito... Espejito!
-- ¿quién es la más bella
-- en todo el mundo?
Y, el espejo le hablaba.
Y, le respondía:
-- ¡Blanca Nieves
-- es la más bella!
-- ¡Blanca Nieves!
Y, eso enfurecía
a la menos bella,
a la no tan bella.
Y, era, que, las dos
eran bellas.
Pero, una era menos,
y otra, más.
Pero, bellas.
Era, que,
la menos bella
no sabía preguntarle al espejo.
Y, si le hubiera preguntado:
-- ¡Espejito... Espejito!:
-- ¿Yo soy bella?
De seguro, el espejo
le hubiese dicho:
-- ¡Sí!
-- ¡Eres bella!
Y, es que ella preguntaba mal,
porque preguntaba:
-- ¡Espejito... Espejito!:
-- ¿Quién es la más bella?
Y, es que el espejito
no sabía decir mentiras.
-- la más bella era otra.
-- ¡Ummmmmmm!
-- ¡Interesante!
Y, ¿si hubiera preguntado
sin la comparación?
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
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