domingo, 20 de octubre de 2024

UN CUENTO DE SOBRE ALGO IMPORTANTE

 UN CUENTO DE SOBRE ALGO IMPORTANTE 

P. Daniel Albarrán 

(PARA ESCUCHAR EL AUDIO)
________________
_____________________

Érase una vez...
Domingo 20 de octubre.

Ya faltaba poco
para diciembre:
-- ¡Yuuuuupi!

Y, el Evangelio 
del día decía:

-- En aquel tiempo, se acercaron
 a Jesús los hijos de Zebedeo, 
Santiago y Juan, y le dijeron:

- «Maestro, queremos que hagas 
lo que te vamos a pedir.»

Les preguntó:

- «¿Qué queréis que haga por vosotros?»

Contestaron:

- «Concédenos sentarnos en tu gloria 
uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»

Jesús replicó:

- «No sabéis lo que pedís,
 ¿sois capaces de beber el cáliz que 
yo he de beber, 

- o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»

Contestaron:

- «Lo somos.»

Jesús les dijo:

- «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, 
- y os bautizaréis con el bautismo 
con que yo me voy a bautizar, 

- pero el sentarse a mi derecha o 
a mi izquierda no me toca a mí concederlo;

-  está ya reservado.»

Los otros diez, al oír aquello, 
se indignaron contra Santia­go y Juan.

Jesús, reuniéndolos, les dijo:

- «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, 
- y que los grandes los oprimen.

Vosotros, nada de eso:

el que quiera ser grande, 
sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.

Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sir­van, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»

Y, es, que, 
es de imaginarse
a aquellos dos hermanos de sangre,
Santiago y Juan.

-- Dennos un puesto bueno, ahí.
-- Usted sabe...somos familia.

Es, que, además,
eran primos de Jesús.

Y, todo eso,
que si, por supuesto,
con mucho gusto...

Y, ¿harán esto?:

-- ¿bautizarse en el bautismo 
por el que voy a pasar?

-- !Cuente con eso!
-- !Si somos capaces!

-- Y, ¿Beberán el cáliz que yo voy a beber?

-- !Absolutamente, sí!
-- !Eso está dado por hecho!

-- !Pero...hay un problema!

Silencio por todos lados,
y un poquito de la sinfonía de Beethoven:
-- ¡Tararararaaraaaaá!

-- No puedo...
-- Yo no distribuyo puestos...

-- el sentarse a mi derecha o a mi izquierda
 no me toca a mí concederlo;
 está ya reservado...

-- Los otros diez, al oír aquello, 
se indignaron contra Santia­go y Juan...

-- Y, es, que,
los otros diez...
también habían pensado lo mismo...

-- Y, menos mal...
que no dijeron nada...

-- Pero, igualmente,
querían lo mismo...

Menos mal que 
yo no estaba ahí ...

-- ¡Uppppppps!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario