UN CUENTO DE SOBRE SER BUENO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Érase una vez...
Día lunes.
El evangelio del día
decía, que:
-- En aquel tiempo, se acercó uno
a Jesús y le preguntó:
–Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno,
para obtener la
vida eterna ?
vida eterna ?
Jesús le contestó:
–¿Por qué me preguntas qué es bueno?
Uno solo es Bueno.
Mira, si quieres entrar en la vida,
guarda los mandamientos.
El le preguntó:
–¿Cuáles?
Jesús le contestó:
–«No matarás,
-- no cometerás adulterio,
-- no robarás,
-- no darás falso testimonio,
-- honra a tu padre y a tu madre,
-- y ama a tu prójimo como a ti mismo».
El muchacho le dijo:
–Todo eso lo he cumplido.
¿Qué me falta?
Y, a este punto
la cosa se torna super interesante,
porque,
por un lado,
estaban los famosos
613 mandamientos
en los que se derivaba
La Ley (la Torá).
Ya la misma palabra Torá
contenía 612,
en valor numérico,
usando le gematría,
método hebreo
de dar valor numérico
a cada letra.
Así, Torá (la palabra Torá)
contenía en si misma
el valor de 612,
y se le sumaba el propio mandamiento que mandaba cumplir
toda esas Leyes,
daba y da, entonces, 613,
que son los puntillosos
mandamientos
en la estricta tradición judía.
Y, en los Evangelios
se cuenta, que,
Jesús criticaba esa rigurosidad
en cuanto a la Ley,
y los simplificaba
en lo que ya aparece simplificado
en el libro del Levítico y del libro
de Deuteronomio: amar a Dios,
y amar al prójimo.
Ya lo había simplificado
el Rey David (Salmo 23, 3-5):
-- ¿Quién puede subir al monte del Señor?
-- ¿Quién puede estar en el recinto sacro?:
-El hombre de manos inocentes,
y puro corazón,
-- que no confía en los ídolos
-- ni jura contra el prójimo en falso.
-- Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
El Re David
los redujo a cinco.
Ya estaba reducido, igualmente,
a los mandamientos de Noé,
que eran siete,
los mandamientos universales.
Y, Jesús, prácticamente,
se mantiene, según el Evangelio de hoy,
en siete, igualmente.
Y, en otros pasajes,
solo a dos.
Lo interesante está
en que,
primero:
el muchacho tiene razón
en preguntarle a Jesús,
sobre cuáles mandamientos.
Y, es que había tres grupos de mandamientos:
-- los de Noé (los universales)
-- los 613 (los de la Torá)
-- los del Rey David (los de Sión).
Y, Jesús, les dice, que,
practicamente los de Noé.
Y, segundo:
después,
los Apóstoles, según los Hechos de los Apóstoles,
son los mandamientos universales de Noé los que quedan vigentes
para cumplir,
porque no se trata de la circuncisión de la carne...
-- ¡Ummmmmm!
-- ¡Interesante!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin.
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