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miércoles, 31 de julio de 2024

UN CUENTO DE SOBRE COSAS COMPLICADAS

 UN CUENTO DE SOBRE COSAS COMPLICADAS

P. Daniel Albarrán 
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Érase una vez.. 

Tres días, ya,
de después de las elecciones presidenciales
 en Venezuela.

Los resultados eran unos,
y los veredictos, otros.

Y, no coincidían los resultados
 con los veredictos.

Y, al no coincidir,
se estaba en una de una injusticia.

No era justo, entonces,
porque el veredicto 
no era reflejo de la realidad.

Y, Venezuela,
estaba horriblemente dividida,
y unos se aferraban a los resultados,
y otros, al veredicto.

Y, el veredicto no era, ni en lo más mínimo,
reflejo de lo que decían las voluntades.

Entonces, había que hacer valer
las voluntades,
porque, todo era una grosera acomodación de desvirtuar los resultados.

Y, muchos habían salido 
a defender los resultados.

En su justo derecho.
Y, los del veredicto se negaban 
a cotejar los resultados,
que eran, y son,
 los únicos parámetros de la validación.

Se trataba de pruebas en manos, 
por una parte;
y, por otra, 
de conformar y corregir los errores,
que, ya, no eran casuales,
sino premeditados y armados.

Por eso, entonces,
las confrontaciones:

-- Aquí están los datos,
-- vamos a compararlos.

Eso, implicaba, ciertamente,
poner en la misma mesa
a la verdad y a la mentira juntas;
sin imponer la mentira,
pero, sin callar la verdad.

Pero, se imponía la mentira 
a fuerza de la fuerza;

y se huía de la verdad 
que se impone por sí sola;
y se estaba exigiendo, por sí sola, 
porque, es que así actúa la verdad:
 ella solita se defiende.

Entonces, era, ya,
día miércoles:

cuatro días después, desde el mismo domingo.

Y, empezaron las llamadas por teléfono:

-- escriba un cuento, padre.
-- lo necesitamos 

-- es necesario, que, 
nos abra caminos con uno de sus cuentos.

Y, la cosa estaba fea,
porque, 

-- ¿Cómo escribir un cuento 
-- cuando se tiene el corazón partío?

Era, miércoles,
muy temprano, por la mañana.
Y, había mucho que decir.

Y, había mucho que gritar.

Entonces,
en medio de confusiones,
justo después, en la oración de los laudes 
(la oración de la mañana),
fue el salmo de la salmodia de los laudes,
cuando el salmo decía (Salmo 35):

- El malvado escucha en su interior 
un oráculo del pecado:
- «No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia.»

-- Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.

-- Las palabras de su boca son maldad y traición,
- renuncia a ser sensato y a obrar bien;

- acostado medita el crimen,
- se obstina en el mal camino,
- no rechaza la maldad.

Y, el salmo continuaba. 
Y, me iba quedando en silencio,
porque, no precisaba 

si todo aquello era coincidencia;
o si todo esto era Providencia.

Y, me quedé callado.
Simplemente, me quedé 
llorando.

Porque, es que la cosa
en Venezuela, 
de después del 28 de julio de 2024,
es para llorar.

Y, más adelante,
el salmo continuaba:

-- Han fracasado los malhechores;
-- derribados, no se pueden levantar.

Y, terminaba el salmo
con la alabanza a la Trinidad:

-- Gloria al Padre,
 y al Hijo, y al Espíritu Santo.

-- Como era en el principio,
 ahora y siempre,
-- por los siglos de los siglos. 
Amén.

Y, no pude decir nada más.

Solo me quedé en silencio.

-- ¡Ummmmmm!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

viernes, 26 de julio de 2024

UN CUENTO DE SOBRE JOAQUÍN Y ANA

 UN CUENTO DE SOBRE JOAQUÍN Y ANA

P. Daniel Albarrán 
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Érase una vez...

26 de julio:

día de San Joaquín y de Santa Ana,
los padres de María, la Virgen,
la madre de Jesús de Nazareth,
el Cristo.

Y, la primera imagen
 que nos viene a la cabeza,
es una pareja judía:
un hombre y una mujer, esposos.

Y, la segunda imagen es
un ambiente social judío de la época:

-- Joaquín, un hombre dedicado 
a sus oficios y a sus trabajos;

-- tal vez, herrero,
o, carpintero, o pastor de ovejas, 
o labrador del campo.

-- un hombre judío que iría 
todos los años a Jerusalén 
para las fiestas de la Pascua judía.

-- un judío como cualquier otro judío, con sus vestimentas diarias de un judío,

-- un judío que cumpliría al pie de la letra la ley de guardar el sábado
 y de ir a la Sinagoga del pueblo a escuchar la historia de su pueblo.

-- Igualmente, las leyes de la purificación, y cumplir todo lo del libro de el Levítico.

-- un judío, como todos los demás, 
respetuoso del padre y de la madre, 
cumpliendo así la Torah.

-- Tal vez, en el momento que su hija, 
María, fue visitada por el ángel Gabriel, 
Joaquín, tendría 29 o 30 años de edad; 

y cuando su nieto, Jesús, 
el hijo de su hija María, 
Joaquín, tendría unos 40-42 años de edad. 

Y, Ana, igualmente, sería 
la señora Ana:

-- que se habría casado con Joaquín, 
cuando ella tendría 12-14 años de edad;

-- y, que, cuando lo del ángel se le apareció a su hija María,

 Ana, tendría unos 24-25 años de edad.

-- Y, la señora Ana, la de José el carpintero, 
sería una judía como cualquier otra judía de su edad, de su rol, de su oficio.

-- La señora Ana usaría todas las vestimentas propias de toda judía,
 tanto en la casa, como para salir 
o a la sinagoga o a visitar a sus propios padres.

-- Igualmente, 
encenderla las velas del candelabro de siete brazos 
cada viernes en la tardecita, 
a la hora en que empezaba a contar el sábado.

-- Todo eso.
-- Todo eso.

-- ¡Ummmmmmm!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

jueves, 25 de julio de 2024

UN CUENTO DE SOBRE SANTIAGO Y SU HERMANO

 UN CUENTO DE SOBRE SANTIAGO Y SU HERMANO 

P. Daniel Albarrán 
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Érase una vez...

25 de julio.

Y la Iglesia celebraba
a Santiago apóstol.

Santiago tenía un hermano,
y se llamaba Juan.

Y, Juan y Santiago,
eran hijos de Zebedeo.

Y, los dos siempre andaban 
con Jesús, de manera especial,
porque Jesús los invitaba junto con Pedro, 
a cosas de importancia.

Así, cuando Jesús subió al Monte Tabor,
cuando la Transfiguración.

Igualmente, cuando fue a despertar a la niña, que estaba dormida, la hija del jefe de la Sinagoga.

Y, en algunos otros pasajes de los Evangelios, siempre se dice, que, Jesús se hizo acompañar solo de Pedro, Juan y Santiago.

Y, Santiago y Juan eran hijos de María, 
la tía de Jesús, 
una de las Marías que estuvo junto a la Cruz, 
en el Calvario.

Y, cuando en el Calvario, Jesús, le dice a su mamá, que, "ahí está su hijo";

y al discípulo, que, "ahí está tu madre",
 les está diciendo a uno y a otro, que, 
"ahí está la familia",
la tía y el primo.

Y se los encomienda a uno y a otro.
O, sea, en una de
"la familia siempre unida, y para todo", 
justo en esos momentos de adversidad.

Entonces, desde esta perspectiva, 
Jesús no estaba tan solo en el Calvario:
estaba su familia: 
la tía, al menos, y el primo, igualmente.

Y, fue una de las Marías que fueron al sepulcro en la mañana del día siguiente del sábado,
y que los cristianos decimos que "domingo"
 (no existía entonces esa clasificación en el calendario).

También, en alguna otra parte 
los Evangelios dicen, que, 
Santiago era hermano de Jesús;
es decir, primo.

Y, lo interesante es, que,
Santiago es uno de los dos que fueron 
a pedirle a Jesús un buen puesto.

Dice el Evangelio, que:

-- En aquel tiempo, 
se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró 
para hacerle una petición.

-- Él le preguntó:
- «¿Qué deseas?».

- Ella contestó:
- «Ordena que estos dos hijos míos 
se sienten en tu reino, 
uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».

Y, eso llama la atención, porque, 
¿quién era la madre de estos dos?

Posiblemente, la tía María.

Y, ¿quiénes eran estos dos?

Posiblemente, 
los primos Juan y Santiago.

Lo interesante es que el mismo Evangelio 
dice, que:

-- Los otros diez, al oír aquello, 
se indignaron contra los dos hermanos.

-- ¡Ummmmmmm!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

martes, 23 de julio de 2024

UN CUENTO DE SOBRE DECISIONES

 UN CUENTO DE SOBRE DECISIONES 

P. Daniel Albarrán 

(VER MÁS)
(TAMBIÉN)
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Érase una vez.. 

Día martes.

Era la semana de expectativas en Venezuela:

En cinco días 
los venezolanos tomaban 
una decisión política.

Las cosas iban como iban.
Cada cual tenía sus perspectivas:
Unos, de unos;
y, otros de otros.

Y, todos, igualmente,
se sentían triunfadores.

No estaba fácil la cosa.
Una cosa, ciertamente,
era evidente. 

Y, era que, a algunos candidatos,
que no tenían posibilidad,
provocaba decirles:

-- No sea cara-dura:
-- Retirese de la contienda
-- porque divide y hace mucho daño.

Especialmente, a uno
que era cómico,
y que estaba haciendo de payaso.

Y, se decía, entonces, que:

-- Sea lo que Dios quiera.

Y, en seguida,
había que reaccionar,
porque, no es lo que Dios quiera,
ya que Dios no se mete en política,
y para eso nos dio libertad,
y ya es que cada uno decida.

Ya Dios decidió 
y en su decisión decidió 
que sea cada cual el que decida.

Y, todo es ya en manos 
del propio ser humano.

-- ¡Guao!
-- ¡Uppppppps!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

lunes, 22 de julio de 2024

UN CUENTO DE SOBRE REALIDADES

 UN CUENTO DE SOBRE REALIDADES

P. Daniel Albarrán 

(VER MÁS)
(TAMBIÉN)
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Érase una vez...

La semana del 22 de julio.

El mundo iba.

Porque, no puede dejar de ir:
Así lo ha determinado Dios 
desde su creación:
el cosmos en contracción y 
el mismo mundo en expansión.

En un sin cesar.
Y, con ello,
la historia.

Y, la historia era, que:

a nivel deportivo, en Francia,
se había llevado, ya, 
en ciclismo, el Tours de Francia 2024.
Y, había estado super interesante.

Y, a punto de las Olimpiadas, también, 
en Francia.

A nivel político internacional:
En Estados Unidos de Norteamérica, Biden, renunciaba a la candidatura presidencial.

En Venezuela, era la última semana de expectativas, pues a los siete días siguientes,
Venezuela tomaba una decisión política de MUCHA IMPORTANCIA.

Y, se estaba en ascuas,
en una de "Dios nos agarre confesados",
porque la cosa es, realmente,
"muy seria".

Y, a nivel de Iglesia,
se celebraba, el lunes de esa semana,
 el día de Santa María Magdalena.
Y, María Magdalena era y había sido:

-- discípula de Jesús
-- había estado en escena activa
 en los últimos días de Jesús.

-- y, había ido, temprano, 
el día de después del sábado al sepulcro,
-- y había encontrado vacío el sepulcro;

-- y había pensado que se habían robado el cuerpo muerto de Jesús.

-- Y, había ido a llevar la noticia:
-- el sepulcro está vacío.

Y, es de imaginar 
la confusión de María Magdalena:

-- "no se sabe dónde está el cuerpo de Jesús".

-- ¡Uppppppps!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

domingo, 21 de julio de 2024

UN CUENTO DE SOBRE OVEJAS

 UN CUENTO DE SOBRE OVEJAS

P. Daniel Albarrán 

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Érase una vez...

Las cosas iban como iban;
e iban perfecto.

Mejor; imposible.
Peor; también imposible.

Iban perfectas.
Y, era domingo.

Y, el Evangelio del día decía, que:
-- En aquel tiempo, 
los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, 
-- y le contaron todo lo que habían hecho 
y enseñado.

-- Él les dijo:
- «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».

- Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.

- Al desembarcar, Jesús vio una multitud
 y se compadeció de ella,
 porque andaban como ovejas 
que no tienen pastor; 
- y se puso a enseñarles muchas cosas.

Y, queda haciendo eco
en la imaginación, que,
la gente buscó a Jesús:

-- lo vieron que se iba en una barca
-- se les adelantaron a Jesús 
-- llegaron primero al sitio donde iba Jesús.

Y, Jesús, al llegar,
los vió:

-- la gente había llegado primero.

Dice:
-- Al desembarcar, Jesús vio una multitud 
y se compadeció de ella,
 porque andaban como ovejas que no tienen pastor;
 y se puso a enseñarles muchas cosas.

Y, sigue la imaginación en:

-- lo vieron 
-- fueron 
-- se adelantaron.

O, sea, que,
la gente lo buscaron.

Y, al ver eso, Jesús,
empezó a hablarles,
a enseñarles.

Y, es que 
fueron tras de él.

-- ¡Uppppppps!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

lunes, 15 de julio de 2024

UN CUENTO DE SOBRE PREFERIR

 UN CUENTO DE SOBRE PREFERIR


P. Daniel Albarrán 



Érase una vez...


Día lunes.

El día anterior:


En Europa, España campeón,

y por quinta vez de la Eurocopa.


En América, Argentina campeón 

de la Copa América.


Y, allá, todo tranquilo.

Y, aquí, hubo disturbios antes del juego de la final y se atrasó.

Y, al fin, se jugó.


Y, el Evangelio del día era

sobre Jesús que decía, que:


-- El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, 


-- y el que no coge su cruz y me sigue, no es digno de mí. 


-- El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará.


Y, era el día de San Buenaventura.


Y, había que traer al Papa Benedicto XVI,

quien había sido un estudioso de San Buenaventura.


Y, con ello, traer, igualmente,

el tomo uno de Jesús de Nazareth, del Josef Ratzinger (Papa Benedicto XVI),


justamente, en el tema del Evangelio del dia.


Y, porque,

era el tema que hace la diferencia en de seguir a Jesús,


lo que hace, precisamente,

que en su tiempo, unos lo siguieran, y otros, no.


Porque, para un judío cumplidor de las costumbres judías,

lo principal de lo principal era la familia,


y los padres, papá y mamá,

era la misma medida del amor a Dios.


En ese mandamiento convergía

todo: honrar padre y madre.


Y, Jesús, parece, que,

desestima esa costumbre y esa ley de Moisés.


Entonces, Josef Ratzinger, en su libro Jesús de Nazareth, tomo I,

trae el pensamiento del rabino Jacobo Reusner.


Y, hace una especie de diálogo con él, respecto a padre y madre, en la comprensión de la Ley judía,

y en la nueva manera de presentar de Jesús,


que dice, que:


-- el que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí.


Y, es, que, Jacobo Reusner admite que en ese punto 

es muy díficil seguir a Jesús.


Y, en su libro, Jacobo Reusner,

en una de imaginación se hace oyente de Jesús, especialmente,

del sermón de la montaña,

es decir, las Bienaventuranzas.


Y, es San Buenaventura,

con su conocimiento del sentido de Jesús y su comprensión, 


quien, en la dedicación de Josef Ratzinger,

hace posible el diálogo judío y cristiano,


para asumir el mensaje auténtico de Jesús.


-- ¡Ummmmmm!

-- ¡Interesante!


Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.


Fin

sábado, 13 de julio de 2024

HOMENAJE A MONS CONSTANTINO MARADEI (23 DE JULIO, 2024)


LA SEMANA DE HONORES EN LOS 70 ANIVERSARIO

(13 de julio de 2024, 

Arciprestazgo San Ambrosio, Puerto la Cruz)

P. Daniel Albarrán 

(ESCUCHAR EL AUDIO)

Se empezaba la semana   del ocho de julio.  

El sol brillaba como sabe brillar, y brillaba como brilla el sol.  

Algunas nubes, sin embargo, buscaban hacer cortina semi-transparente, para hacer que el sol brillara más opaco, y presagiar con ello, que, tal vez, habría lluvias en horas tempranas de la tarde.  Empezaba la semana.  

Y, para el sábado de la misma se tenía programado hacer homenaje a Mons. Constantino Maradei, quien fuera Obispo de Barcelona.  

Y, se pensaba hacer un detalle de algo de su vida:  Se cantaría alguna de sus canciones, ya, de algunas de su composición, ya, de algunas de su gusto.  Y, de lo que se sabía, por lo menos dos canciones eran suyas, en autoría o en arreglos.  

Se decía, así, que eran suyas dos de las canciones decembrinas, que, igualmente, reflejaban la capacidad de expresar ternura y de jugar como niño de un hombre poeta y sensible. 

Así, se decía que, eran de su inspiración -- Niño lindo, ante Ti me rindo.  -- Corre caballito; vamos a Belén: a ver a María, y al niño también.  

También se decía, que, se había hecho una compilación de sus canciones, como autor, unas, y, arreglista otras; y que eso existía en un CD.  Pero, era más un decir, porque nadie sabía ni en donde, ni en cuando, ni quienes; mucho menos de quien lo tenía.  De igual manera, se le haría homenaje, y se le recordaría.  Y, todo, con motivo de los 70 aniversario de la Diócesis de Barcelona.  

Y, habría que decir, también, cosas puntuales de su vida y de su obra.  Y, en eso se estaba.  Entonces, el lunes, por la mañana, se decidía qué resaltar.  

Y, habría que resaltar, primero, su espíritu práctico y jovial, en su manera refranera; y habría que traer algunos de sus refranes de uso frecuente, como:  -- Vete pal' Callao, pa' qué veas negro con diente de oro...

Y, era, cuando quería mandar a alguien pa' la porra, y de manera elegante lo mandaba y lo ubicaba en una de ubícate.  Y, también, mandaba de manera directa pa' la porra, o pal’ zipote.  O:  -- Agárrame ese trompo con la punta del'uña, pues... cuando desafiaba con la realidad alguna cosa que ya no necesitaba comprobación. O, cuando no cabía duda que estaba seguro de lo que decía, entonces, refraneaba, que “cuando digo que el caballo es blanco, es porque tengo los pelos del caballo en la mano”. 

Y, en asuntos de historia de la Independencia de Venezuela, tenía los pelos  del caballo en la mano.  

0, cuando, en sus pies en la tierra, hacía que otros, también, pisaran tierra, para ser realista:  -- Primero, es el comer; después es el filosofar...  -- Como para decir, igualmente, en otro refrán, también suyo, de:  -- Barriga llena; corazón contento.  

O, cuando, en otra oportunidad y ocasión reconocía que era justificada la alegría que esa persona tenía, decía, que ‘Negro que no sea faramallero, no es negro”. 

Y, en eso se estaba.  Y, cuando se hacía el trabajo de edición para imprimir un trabajo que se tenía sobre Mons. Maradei, en una de quitar, y, en otra de poner, y en otra de indecisión, se volvió a tener en las manos dos de sus libros:  -- Bolívar, Gobernante Católico, de Ediciones Paulinas, Caracas,1986; y, el libro -- El Cardenal Quintero, de Ediciones Trípode, Caracas, 1985.  

Y, se estuvo en la cuerda de sí, sí, y en la cuerda de si no; de si se añadía, o si no, cosas de estos dos libros al libro que se estaba imprimiendo ya.  Y, es que había cosas, realmente interesantes que resaltar, y que Mons. Maradei decía, en el caso de Simón Bolívar, y que era bueno refrescar.  

El caso es, que, el asunto es sobre si Simón Bolívar se confesó en su lecho de muerte.  

Y, ¿Qué importancia tiene eso?  

Ahí es donde está lo interesante, porque, de entre otras cosas, el libro de Mons. Maradei, trata, precisamente, que, Bolívar, fue un gobernador católico.  Y, dice, al respecto, que:  -- de sobre la muerte de El Libertador se ha escrito mucho.  -- desde el punto de vista clínico, como del religioso.  -- ya lo dije antes – dice-- de que era mejor que los muertos entierren a los muertos, pero, eso no resuelve nada en lo que respecta si El Libertador se confesó o no se confesó antes de morir.  -- sobre todo, porque queda la duda sobre el por qué el Obispo de Santa Marta no asistió al entierro.  

Y, con ello, Mons. Maradei hace cita y referencia de su otro libro " *La libertad religiosa en El Libertador* ", donde, igualmente, habla de este punto, realmente, interesante.  Por supuesto, era en esos tiempos en que existía la Sociedad Bolivariana, que, era una especie de club de lectores y de estudiosos de la historia de la Independencia, por una parte, y, por otra parte, de la gesta emancipadora que incluía el pensamiento de Simón Bolívar, El Libertador, y los grandes próceres de la Patria.

 Y, apunta con datos de historia, que:  -- El Obispo de Santa Marta, Doctor José María Estévez, confesó al Libertador;  

-- pero, los sacramentos de viático y extrema unción, se los administró el cura de Mamatoco, Pbro. Hermenegildo Barranco.  Y, así, Mons. Maradei cuestiona las afirmaciones sin fundamentos históricos del historiador y autor Salvador de Madariaga, quien afirma que el encuentro de El Libertador con Mons. Estévez, el Obispo de Santa Marta, fue un acto externo, un show o una simple apariencia moral por lo que representaba Simón Bolívar; juzgando, así, lo interior de la persona de Simón Bolívar.  

Y, en este punto de si El Libertador, se confesó, o no se confesó, se prende la chispa de la idea de acudir a la obra de Gabriel García Márquez, titulada: El General en su laberinto, obra publicada en el año 1989 por la editorial Oveja negra, en Colombia; y tres años antes, en 1986, Ediciones Paulinas, en Caracas, publicaba el libro de Mons. Maradei, Bolívar, Gobernante Católico. 

¿Habría leído, después, Mons. Maradei el libro de Gabriel García Márquez; ¿y habría, ahí, material histórico para resolver el asunto de la confesión de El Libertador, en sus últimos días?  

Sobretodo,  teniendo en cuenta que Gabriel García Márquez, en su imaginación de escritor y novelista, cuenta a su manera los días históricos de El Libertador, de los últimos meses de su vida, desde el siete de mayo,  en Santa Fe de Bogotá, con rumbo al puerto para salir a Europa, pero por su mala salud se fue hasta Santa Marta, donde murió, que, aunque, ya iba muriendo de desencanto y soledad,  en su decrepitud prematura, como dice textualmente Gabriel García Márquez, de sus, apenas 46 años de edad de Simón Bolívar. Y, en su narrativa libre de atajos y en su plena libertad de juegos literarios, Gabriel García Márquez, conjuga el dato histórico, y dice que el 10 de diciembre el Obispo Estévez, vestido de pontifical por la importancia del acto al que fue llamado por el General Bolívar, acudió a su llamado; y no se supo nada de lo que pudieran hablar aquellos dos, porque fue a puertas cerradas y sin testigos, por orden del mismo enfermo; y apunta el novelista, que fueron solo catorce minutos. Y, en este punto, Gabriel García Márquez, juega con sutileza una postura de ambivalencia de parte de El Libertador; pero, la endereza con las palabras del doctor Alejandro Próspero Reverend, quien lo atendía en su lecho de enfermo, y se desprende en boca del mismo Bolívar, pero en la pluma del escritor, que sí se confesó Simón Bolívar, El Libertador.  

El caso es, que, Mons. Maradei, abordó esos temas de historia, con la fidelidad de estudioso y ardor de bolivariano convencido, y defensor de los derechos de libertad.  

Y, volviendo a la realidad de la semana de los preparativos, entonces, se volvía a mirar el otro libro de Mons. Maradei: El Cardenal Quintero. Y, aquí, era otra la línea, porque es la admiración y el respeto de Mons. Maradei por el cardenal José Humberto Quintero, en una tarea por resaltar su inteligencia, y, también, su dominio de la palabra escrita.  

Y, así, llegamos a esta actividad, del 13 de julio, en la que se hace historia y se hace homenaje. Y, es Mons. Constantino Maradei el centro. Y, terminemos este inicio del homenaje, repitiendo aquello que dijo, cuando estaba de aniversario: “puedo caminar descalzo, porque no he sembrado espinas”. Y, esta certeza suya hace eco en nuestros sentidos y hace quedarse pensativos, porque, es que, nos asusta la simple idea de quitarnos los zapatos para caminar igual que él; y, entonces, es una expresión de admiración en un simple ¡Guao!, que es respeto y admiración, lo que se nos escapa. 

¡Guao!  

Y, no se diga más.



domingo, 7 de julio de 2024

UN CUENTO DE SOBRE PROFETA

 UN CUENTO DE SOBRE PROFETA

P. Daniel Albarrán 


Érase una vez...

Ya el mes de julio iba en s primer cuarto de mes.

Y, las cosas iban siendo:

Las lluvias en algunos lugares 
hacia estragos,
y había inundaciones,
causando tragedias y dolor.

En el fútbol,
las cosas iban, y había tragedias, 
para los que perdían.

A nivel de Diócesis de Barcelona,
se estaba en preparativos
para empezar, puntualmente,
los homenajes al que fuera
 su tercer Obispo, que estaba
siendo un emblema por su impronta 
y su personalidad.

Y, el Evangelio de ese domingo,
7 de julio,
hablaba, que, Jesús 
había ido a su pueblo,
donde vivía, que, 
es de suponer que Cafarnaúm.

Otras veces había ido, igualmente, y en la sinagoga había leído la lectura
y la había explicado,
que, también, es de suponer que el día sábado,
que era que se congregaban en la sinagoga.

Y, esta vez,
Jesús había ido, como siempre;
y era sábado, e, igualmente,
había leído las escrituras;
y era sábado.

Dice el texto:

-- En aquel tiempo, Jesús se dirigió a su ciudad
 y lo seguían sus discípulos.

-- Cuando llegó el sábado, 
empezó a enseñar en la sinagoga;
-- la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:

-- «¿De dónde saca todo eso? 

Y, más adelante, el mismo Evangelio dice, 
que:

-- se escandalizan de lo que Jesús decía.
-- Y no le creyeron.

-- Y, no hizo, ahí, practicamente nada.
Y, es para quedarse pensando:

-- ¿Qué tendria de diferente su palabra, 
que, sus paisanos, sus conocidos, 
los que sabían que era el hijo del señor José,
 el carpintero, y de la señora María, que está, ahora leyendo las escrituras y las interpreta?

-- Se sabía que José, su padre, era carpintero.

-- También, el mismo Jesús,
 habría sido carpintero.

-- Y, ¿qué oficio sería el de la señora María?

 Simplemente, la esposa de el carpintero.

-- Y, ser carpintero, de seguro, 
seria un oficio muy importante, 
porque ser carpintero en 
las cosas de la sinagoga en todos las cosas de madera, desde mesas hasta cosas de la ornamentación y adornos.

Eso mismo hace pensar que el mismo Jesús
conocería de muchas cosas 
de las cosas de la sinagoga de su pueblo.

Y, ahora,
está leyendo públicamente los textos,
en sábado.

Y, los está interpretando.
Y, los de ahí,
estaban sorprendidos.

-- ¡Ummmmmmm!
-- ¡Interesante!
-- ¡Fascinante, más bien!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin.

ILUSTRE TEÓFILO-EVANGELIO DE SAN LUCAS

 . ENCUENTRO CON LUCAS EL EVANGELISTA (Tomado del libro CON SOLO UNA MOCHILA, TOMO I, CAPÍTULO 2. AUTOR: J. DANIEL ALBARRÁN; año 2024) (PODC...