UN CUENTO DE SOBRE TODO DE TODO

 UN CUENTO DE SOBRE TODO DE TODO

P. Daniel Albarrán 

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Érase una vez...

Día lunes.

El mes de junio avanzaba
en su conteo parsimonioso de días,
sin hacer ruido.

Era el Tic-Toc del tiempo,
en un ir y venir del péndulo,
siendo todo presente,
y, enseguida pasado,
que no es, sino el Tic,
el presente;

y el Toc, el pasado;
para juntarse
en un eterno movimiento,
de va y de viene:
en un es,
y en un ya no es.
TIC-TOC.

Y, el Evangelio del día 
nos traía las Bienaventuranzas de Jesús:

- Dichosos los pobres en el espíritu, 

porque de ellos es el reino de los cielos.

- Dichosos los que lloran,

 porque ellos serán consolados.

- Dichosos los sufridos,

 porque ellos heredarán la tierra.

- Dichosos los que tienen hambre

 y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

- Dichosos los misericordiosos, 

porque ellos alcanzarán la misericordia.

- Dichosos los limpios de corazón, 

porque ellos verán a Dios.

- Dichosos los que trabajan por la paz, 

porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.

- Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,

 porque de ellos es el reino de los cielos...

Y, era para quedarse pasmado,
no de espanto;
tampoco de susto.

Pasmado por el cumplimiento 
de la idea del TIC-TOC,
en esa lista de cosas dichas por Jesús.

Y, sorprenderse, igualmente,
de un presente y de un pasado:

Porque el presente sería
"pobres de espíritu",
con la contundencia de que no todos;
sino "los pobres de espíritu".

En un presente.
En un "los que, ahora, son".

No es:
-- los que ayer fueron.
-- los que mañana serán.

Porque, pareciera,
que los que hoy "son",
tal vez, ayer, no lo fueron;
tampoco, tal vez, mañana, no lo sean.

Y, hay ahí, un TIC;
tal vez, una permanencia,
porque, como son "pobres",
no tienen, no acumulan:
solamente: SON.

Y, ahí el TIC que es el tiempo real,
y que es abandono en que Dios
es lo que se tiene.

Y, enseguida, el TOC,
que es: BIENAVENTURADOS.

Y, lo que hace
que sean BIENAVENTURADOS,
es porque, ya, en ellos
es el Reino de los cielos.

Y, enseguida,
hace pensar que el bamboleo
del TIC-TOC,
es, precisamente,

 la Bienaventuranza.

Tal vez, 
porque el ir, el TIC
no sea solo TIC-TIC-TIC-TIC,
que sería quedarse en un lado,

 nada más.

Y, más bien, sea, enseguida TOC;
para tampoco quedarse en un TOC-TOC-TOC.

Y, todo,
porque es TIC-TOC.

Y, eso es una Bienaventuranza.

-- ¡Ummmmmmm!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado;

 este cuento se ha acabado.

Fin