UN CUENTO DE SOBRE MANDATOS
Érase una vez...
Las lecturas
del tercer domingo de Cuaresma
(3 de marzo, 2024).
Es de resaltar, que,
en las primeras lecturas
de todos estos domingos
hay toda la temática continuada:
Se habló de Abraham,
también de Isaac.
Se habló de Jonás,
también de Nínive.
Y, solo con dedicarnos
a las primeras lecturas,
hallamos todo el contenido
de la historia de la Salvación.
Y, hoy, igualmente,
la primera lectura
habla de Moisés y de las tablas de la Ley.
Una continuidad:
hasta llegar al tema de hoy.
En una exquisita continuidad.
Y, exclusivamente,
en las primeras lecturas.
Y, hoy, Dios (Yahveh),
que le da a Moisés
un conjunto de diez Leyes:
- Yo, Yahveh, soy tu Dios.
- No habrá para ti otros dioses delante de mí.
- No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
- No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso.
- Recuerda el día del sábado para santificarlo.
- Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos,
- pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad.
- Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo hizo sagrado.
- Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.
Y, hasta este,
el quinta Ley (o mandamiento),
Dios da una justificación
de para qué y de por qué
cada mandamientos:
- Porque, Dios
- hizo el mundo en seis días
- y descansó el día séptimo.
Porque:
- no hay otros dioses
- por eso no harás imágenes.
Porque:
- honrar a padre y madre
- hará que se te prolongues tus días de vida.
Mientras, que,
en las leyes (mandamientos)
que siguen, no tienen explicación,
ni un por qué,
y ni un para qué.
y ni un para qué.
Simplemente,
son leyes (mandamiento);
así.
A secas, sin justificación.
Y, son:
- No matarás.
- No cometerás adulterio.
- No robarás.
- No darás testimonio falso contr
a tu prójimo.
- No codiciarás la casa de tu prójimo,
- ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo."
-- ¡Ummmmmm!
-- ¡Interesante!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin.
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