UN CUENTO DE SEGUNDO DOMINGO
Érase una vez...
Segundo domingo de Cuaresma.
La primera lectura
hablaba de Abraham y de Isaac.
EL ANTES DEL RELATO:
Dios que llama a Abram.
Y, le promete ser padre
de una multitud,
inmensa como las estrellas del cielo.
Y, Abram,
que ni tiene hijos,
y Saraí, su esposa, es estéril.
Entonces, Abram
tiene un hijo con una esclava egipcia,
por disposición de Saraí, su esposa,
ya que Saraí era estéril.
Y, Dios, que,
le repite a Abram
que va a ser padre de una gran multitud.
Crece el hijo de la esclava
con Abram.
La esclava se llamaba Agar.
El hijo se llama Ismael.
Y, cuando Abram
tiene 99 años,
e, Ismael, 13 años,
Dios hace un pacto con Abram:
Dios (Yahveh) será su Dios,
y el pueblo de Abram
será el pueblo de Dios.
Y, entonces, Dios,
le ordena a Abram
que se circuncide:
Abram, tenía 99 años;
e, Ismael, 13 años.
Y, todo varón
desde entonces,
por orden de Dios y el pacto,
se tenía que circuncidar:
los grandes, a esa edad;
y, desde entonces,
todo recién nacido, a los ocho días.
Y, Dios, desde ahí
le cambia el nombre a Abram:
de Abram a Abraham.
Y, Saraí, Saraí, todavía;
y seguía estéril.
EL AHORA DEL RELATO:
Mucho tiempo después,
Saraí, concibe un hijo,
y, Dios, le cambia el nombre,
y ya no es Saraí, es Sara.
Entonces,
Abraham y Sara
(antes, Abram y Saraí).
Y, el hijo de
Abrahán y Sara,
se va a llamar Isaac.
Abraham, tenía, ahora,
100 años.
Isaac crece.
Entonces, Dios (Yahveh)
la pide a Abraham
que le sacrifique a su hijo Isaac.
-- ¡Upppppps!
-- ¡Interesante!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
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