UN CUENTO DE SOBRE MANDATO
El salmo y el Evangelio
del dimingo 28 de enero:
El salmo contaba, un poco,
lo que había sucedido
en Meribá y Masá:
-- Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón
como en Meribá,
-- como el día de Masá en el desierto;
-- como el día de Masá en el desierto;
-- cuando vuestros padres
me pusieron a prueba
y me tentaron,
-- aunque habían visto mis obras»
y me tentaron,
-- aunque habían visto mis obras»
Y, era, que, era la segunda vez
que el pueblo hebreo
se molestaba contra Moisés.
La razón era, que,
no tenían agua.
La primera vez
había sido, recién salidos de Egipto,
cuando lo del Mar Rojo.
-- el pueblo, torturado por la sed, siguió murmurando contra Moisés:
-- «¿Nos has hecho salir de Egipto
para hacerme morir de sed, a mí,
a mis hijos y a mis ganados?»
Y, es que,
una de las características humanas,
está en que siempre
queremos volver al pasado:
Siempre nos detenemos,
y casi siempre decimos
que ayer fue mejor;
y añoramos volver a ayer:
Y, el pueblo hebreo
queria volver a Egipto,
y se le olvidaba que allá,
en Egipto, era pueblo esclavo.
Y, la falta de agua en Masá y Meribá,
era el pretexto para decirle
a Moisés, que ayer,
Y, la falta de agua en Masá y Meribá,
era el pretexto para decirle
a Moisés, que ayer,
en Egipto era mejor.
-- ¡Ummmmmmm!
-- ¡Interesante!
Y, enseguida el Evangelio
tambien de hoy, dimingo:
-- Jesús, que le dice
-- con determinación y autoridad,
en Cafarnaúm,
-- a un hombre
-- que tenía un espíritu inmundo:
-- a un hombre
-- que tenía un espíritu inmundo:
-- ¡Cállate y sal de él!
-- ¡Ufffggggg!
-- ¡Interesante!
Y, colorín-colorado;
este cuento se ha acabado.
Fin
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