viernes, 19 de enero de 2024

UN CUENTO DE ANTIFONAS

 UN CUENTO DE ANTIFONAS

P. Daniel Albarrán


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Érase una vez...

El rezo de la salmodia,
que, igualmente,
se llama "La Liturgia de las horas".

Se recita, entonces,
algunos salmos.
Cada día tiene
salmos específicos.

Los domingos,
son salmos de alabanza,
principalmente, del profeta Daniel: 

-- "Cielos y tierra, bendecid al Señor" 

El viernes, 
son salmos de perdón y misericordia:

Salmo 50:
"Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
- por tu inmensa compasión borra mi culpa;
-- lava del todo mi delito,
limpia mi pecado".

Y, antes y al final
de cada salmo
hay una antífona,
que es como un resumen,
y a la vez, una oración.

Y, en la antífona
de este viernes dice:

-- Ant. 1.
--  "Un corazón quebrantado
 y humillado, tú no lo desprecias, Señor".

Y, es que,
hay días de días,
y esta antífona de hoy, viernes,
quedó haciendo eco,
y me detuve bastante tiempo
y algo me llamó
la atención en ese momento
que me gustó:

-- ¡Ummmmmm!

-- "Un corazón quebrantado 
y humillado, tú no lo desprecias, Señor".

-- ¡Guao!
-- ¡Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin.

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