UN CUENTO DE SÍGUEME
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Se estaba en reunión de CPP
(Consejo de Pastoral parroquial).
Y, en el momento importantísimo
de formación
leímos el texto
de San Lucas
donde se dice, que,
1) un hombre le dijo a Jesús:
"Te seguiré a donde vayas"
Jesús le responde, que,
él, Jesús, no tiene
donde reclinar la cabeza.
Jesús no le dice,
ni si; ni no.
Y, dijimos, entonces,
que ese hombre
fue un "asomado".
Queda claro, que,
Jesús le aclara
que no tiene nada
qué ofrecerle,
y que, ya, es decisión
de aquel hombre
seguirlo, o, no.
Es su decisión.
2) A un segundo hombre,
Jesús le dice " *sígueme* ",
y, este dijo:
"dejame enterrar a mi padre".
O, sea, que
después te sigo.
3) Y un tercer hombre
se ofrece a seguir a Jesús,
pero, primero,
tiene que despedirse
de la familia.
Y, estuvimos
conversando sobre los
tres hombres:
-- el primero fue un asomado,
y no puso condiciones.
Y, nos reímos,
porque, en verdad,
era un asomado.
Jajajaja. Jajajaja.
-- el segundo hombre fue convocado
por Jesús.
-- el tercero, también,
se ofreció,
pero puso una condición.
Y, por ahí estuvimos
disfrutando
de la conversación.
Entonces, se dijo:
-- ¡¿Con cuál de los tres
-- nos identificamos?!
Levanten la mano.
-- ¿Quién con "el asomado"?
Y, yo fuí el primero
que levantó la mano;
y fueron más
los que levantaron
la mano.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
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