martes, 24 de septiembre de 2024

UN CUENTO DE SOBRE LA ADVOCACIÓN LAS MERCEDES

 UN CUENTO DE SOBRE LA 
ADVOCACIÓN LAS MERCEDES 

P. Daniel Albarrán 

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Érase una vez...

24 de septiembre:
Día de la advocación 
de la Virgen de las Mercedes.

Y, era quedarse pensando 
en los diversos títulos y formas 
de recordar a la virgen María.

Y, pensar en:

Virgen de los dolores,
Virgen de las vírgenes;
o, Señora, en Nuestra Señora;

O, Madre:

De Dios,
de la Iglesia 
de los afligidos,
de los desamparados.

Y, también en:
Nuestra Señora 
de las Mercedes.

Y, pensar en Mercedes,
como en:
Favores,
gracias,
bendiciones.

Porque, la virgen María 
nos hace las mercedes,
los favores,
las gracias.

Y, en el día a día:

-- hágame, usted, la merced
-- y se dice la merced que se quiere:

-- de comer,
-- de saludar,
-- de hablar,
-- de visitar.

Y, un sinfín de mercedes,
como de:

-- hágame la merced de callar.

Y, es que la virgen María 
nos hace la merced
de mirarla a ella, a la Virgen,
bajo la advocación de Mercedes.

Y, que no se puede dejar 
de pensar, igualmente,
en la canción de Simón Díaz,
donde también hay una Mercedes.

Y, es que hasta eso
es una merced,
que nos hace la gracia 
de oír esa canción y sonreír 
en la suerte del personaje 
de ese cuento en canción.

Y, es una merced 
que nos hizo la música 
y nos hizo Simón.

Y, el agradecimiento es,
también, una merced.

-- hágame, usted, la merced 
-- de ser agradecido.

Y, gracias, a usted,
por su merced.

Y, Nuestra Señora de las Mercedes,
haznos la merced
de rogar por nosotros.
Amén.

-- !Ummmmmmm!
-- !Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

UN CUENTO DE SOBRE DOBLE ACCIÓN

 UN CUENTO DE SOBRE DOBLE ACCIÓN 

P. Daniel Albarrán 

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Érase una vez...

A la hora de tratar 
de hacer un perfil de Jesús de Nazaret,
llama la atención, que,

cada vez que habla, según los evangelios,
dice, primero, algo positivo 
y bueno,
y, enseguida, dice y hace 
una provocación.

Eso es desde un comienzo,
cuando, apenas, comienza 
su actividad,
después de su bautismo en el río Jordán.

Cuentan los evangelios,
especialmente San Lucas,
qué Jesús regresó a Nazaret,
y fue a la sinagoga,
en día sábado,
como era su costumbre.

Y, en la sinagoga
le dieron el libro,
y leyó una parte del profeta Isaías.

Y, después que leyó,
se sentó a predicar.

Primero:

 hoy se cumplen las escrituras 
que acaban de oir -- dijo:

-- He sido enviado a proclamar
 el año de gracia del señor.

Segundo:
-- De seguro me dirán:

-- "médico, cúrate a ti mismo.
-- haz aquí, lo que has hecho en Cafarnaúm.

-- Ningún profeta es bien 
recibido en su propia tierra.

Y, empezó Jesús a provocar,
al punto que los que estaban 
en la sinagoga se levantaron y
lo llevaron a un despañadero.

Y, Jesús 
tuvo que salir de Nazaret,
en donde se había criado.

Y, encontramos el mismo patrón de comportamiento en Jesús:

1) Dice algo bueno 
2) Enseguida, busca provocar.

La pregunta es:
-- ¿Por qué?

Y, en el Evangelio de hoy,
se repite el mismo patrón:

-- En aquel tiempo, dijo el Señor:

- ¿A quién se parecen los hombres 
de esta generación? 

- ¿A quién los compararemos?

-- Se parecen a unos niños, 
sentados en la plaza, que gritan a otros:

-  «Tocamos la flauta y no bailáis, 
cantamos lamentaciones y no lloráis.»

-- Vino Juan el Bautista, que ni comía ni bebía, 
y dijisteis que tenía un demonio; 

-- viene el Hijo del Hombre,
 que come y bebe, y decís: 

- «Mirad qué comilón y qué borracho,
 amigo de recaudadores y pecadores».

Sin embargo, los discípulos 
de la Sabiduría le han dado la razón.

Y, se mantiene la pregunta:

-- ¿Será, que, el mensaje de Jesús tiene 
que ser provocador 
para cumpla su efecto de mensaje?

-- ¿Por qué esa provocación?

-- ¡Uppppppps!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin

sábado, 14 de septiembre de 2024

UN CUENTO DE SOBRE INICIO DE LA CATEQUESIS

 UN CUENTO DE SOBRE INICIO DE LA CATEQUESIS 

P. Daniel Albarrán 

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Érase una vez...
14 de septiembre.

Se estaba en la misa 
de envío de los catequistas 
de la Diócesis de Barcelona,
Anzoátegui.

Catedral de Barcelona.
El principal de la catequesis
presidía la santa misa:
El obispo de la Diócesis 
en la persona de Mons Jorge Quintero.

Venidos de todas las parroquias 
estaban los catequistas,
vestían camisa de color blanco.

Y, enseguida,
había que imaginar a Jesús,
que una vez que fue bautizado 
por Juan Bautista, en el río Jordán,
volvió a Nazaret.

Y, en sábado, Jesús 
fue a la sinagoga,
como era su costumbre.

Y, leyó la lectura,
como era su costumbre.

Y, ninguno de los que estaban 
en la sinagoga se opuso 
a que leyera las lecturas 
los sábados en la sinagoga de Nazaret.

Y, ahora, Jesús 
tenía treinta años.

Significaba que Jesús 
leía la lectura hacia, por lo menos, 
diecisiete años,
desde que tenía trece años,
que era la edad
en que un muchacho judío 
estaba autorizado para leer en la sinagoga.

Había en ese simple hecho 
un detalle de familiaridad por todas partes:

Por un lado, familiaridad 
por parte de los escribas 
encargados de aquellos servicios.

Por otra parte, familiaridad 
por parte de los judíos 
que iban a la sinagoga.

Y, por otra, familiaridad 
por parte de Jesús,
que leía siempre en la sinagoga.

Era su costumbre,
lo resalta San Lucas.
Y, el Evangelio de ese día 
de la misa del envío,
decía que todo árbol bueno,
da frutos buenos.

Y, la boca habla 
lo que hay en el corazón.

Hay un antes.
Hay un después.

El antes de Jesús:
fue de Nazaret a Betania 
a hacerse bautizar de Juan Bautista.

Y, en Nazaret, Jesús 
hacía vida, también en la sinagoga.

Hay un después:
Regresa bautizado de Betania a Nazaret.

Y, vuelve a lo que siempre hacía:
Leía en la sinagoga, en sábado,
como era su costumbre.

Es que Jesús 
era catequista,
y era catequizando.

No hay un después 
sin un antes.

Eso, es Jesús.

Y, la gente estaba admirada 
de las palabras salidas de su boca, la de Jesús.

Eso hace que de la boca 
salieran palabras buenas,
porque era bueno su corazón.

Al terminar la misa del día 
todos aquellos que estaban en la misa 
volverían a su Nazaret,
cada cual a su pueblo.

Había un antes: 

Vinieron a la catedral.

Hay un después:
regresan de donde vinieron.

Y, harán como Jesús,
lo que era su costumbre,
en sábado y en la sinagoga.

Y, saldrá de sus bocas 
palabras buenas,
porque hay un corazón bueno.


-- !Ummmmmmm!
-- !Interesante!

Y, colorín-colorado; 
este cuento se ha acabado.

Fin
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https://youtu.be/NXxqjawkdqY?feature=shared